En ocasiones...
la veo.
Hay veces en las que la miro en el espejo, y la balanza, en ese momento en concreto, está más a favor de ella que de él en ese menudo cuerpo. Cuando el pelo le cae y forma un flequillo. Cuando hace el amor, observa su reflejo y descubre que su espalda se pierde en una curva que acaba en sus muslos. La feminidad le visita. Cuando nota que sus caderas se están ensanchado. Sus pómulos han aumentado. Su cintura, reducido.
Y a pesar de ello, ella se empeña en poner 'peros'. En buscarle los tres pies al gato. En no ser paciente. En no apreciar lo que las hormonas le están regalando. Que es un regalo porque la genética no te debe nada. Ni a ti, ni a nadie.
Por eso, hoy preferí hacer una oda a mi feminidad. Que a la masculinidad ya la tengo muy presente y ya la remarco yo demasiado.
Afrodita me visita, si le abro la puerta.
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Sin vagina sí hay paraíso (Diario transexual MTF)
Non-Fiction¿Y si hay mujeres que nacen sin vágina? Este "hombre" reniega de sus genitales, reclama su vestido y va a demostrar a todes que siempre ha sido una mujer al margen de sus cromosomas. Aquí vierto los conflictos que no cualquier persona experimenta...