#Poema 9: A golpe de bisturí

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A 2 de junio.

Será el: 6 de junio

360000 segundos

6000 minutos

100 horas

4 días, 4 horas

Para la cirugía

Sí, feminización facial. 

Me subí al tren de las cirugías, después de haber comprado un ticket mensual para montarme diariamente en el de las hormonas. Dos de los pasos en mi lista. Doble check.

Y aún, a esos escasos segundos, minutos, horas y días

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Y aún, a esos escasos segundos, minutos, horas y días. A esa inevitable y esquelética cuenta atrás, le sigo teniendo un pavor descomunal. Jamás he tenido tanto miedo de algo. Jamás, tanta ilusión desmedida, a pesar de. De tanta lucha y perseverancia. De noches sin descanso. De mañanas vestida de ansiedad. De lágrimas vertidas. De retrocesos innecesarios de la mano del temor. De rogar. Implorar. Y rezar. Que se convirtiera algún día en realidad. Jamás tantas emociones enlatadas en un mismo envase. Ahí están, todas pujando por salir y dominar sobre las otras. Y no. NO sucede. En la etiqueta que marca los ingredientes de este cóctel anímico,  todas tienen cabida. 'Ansiedad', 'esperanza', 'ilusión', 'miedo', 'morriña', 'apego', 'arrepentimiento', 'incertidumbre', 'optimismo', 'felicidad'... 

Todas. Juntas. Y revueltas. Sí.

Pedía unos rasgos faciales acordes, ¿no era así?. Y ahora que tengo un 'sí', que se dio luz verde a una idea que tan solo parecía estar esbozada en un lienzo, el 'no' asalta mi cabaña de la 'seguridad' y hurta la 'esperanza'. 

¿Y si me equivoco? ¿Y si me arrepiento? ¿Y sí me extraño después de...? ¿Y si? ¿Y si?

Sin embargo, recuerdo otras veces que han llegado a mí oportunidades preciosas. Y las desperdiciaba. Cuando...

-Me eran dadas citas con psicólogos para poder obtener el diagnóstico de disforia de género*1, y las cancelaba. O las posponía.

-Concretaba citas para sesión láser, y las posponía.

-Cuando abandonaba las hormonas durante semanas, y posponía los cambios.

Posponía. Posponía. Y posponía. En definitiva, estaba PERDIENDO.

Pero esta oportunidad no es como las otras. No es tan sencillo retomarla. No levantaré el teléfono, marcaré unos dígitos y la recuperaré.  De hecho, si me arrepintiera, quizás la perdería. Porque la burocracia ha convertido esta oportunidad en algo inextinguible. Es decir, esta cirugía tiene un coste. Algo que entre el banco, la financiera y mis padres, será de por vida. Aún no aprovechándola, y decidiendo no operarme, las cuotas tendrían que ser abonadas de igual manera. Y quizás, esto es lo que necesitaba.

Un paso inmutable. Para fijar el 'antes' y el 'después' de mi transición. Para redimirme. Dejar atrás la incertidumbre. El 'y si...'. Quizás, quizás, quizás. No estaré segura jamás de los pasos que voy dando, y aún así los doy. Quizás, esa es la señal de que es lo que quiero. El ser humano no dejará de cuestionarse todas las decisiones que toma y cavilar qué otras consecuencias derivarían de otros caminos que podría tomar. Somos así. Lo único que nos queda por comprender, quizás, es que el hecho de que aún así nos decidamos por una vía en vez de otra, es justificación suficiente. 

El empirismo podría bien ser una disciplina filosófica que me sirva como anillo al dedo para entender esta situación. David Hume (1711-1776) afirmaba que la experiencia es el origen de nuestro conocimiento. Siguiendo tal premisa, quizás, quizás, quizás... sea necesario primero experimentar, y ya luego sacar conclusiones.

Tiene sentido, ¿verdad?

¿Verdad?

¿Verdad?

*1. En España, concretamente, en la comunidad autónoma de Canarias, ya no es necesario pasar por el psicólogo para poder obtener las hormonas. [¡Sí, es un gran logro, lo sé!]

Sin vagina sí hay paraíso (Diario transexual MTF)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora