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Johnny

"No es como si fueras mi tipo", ya claro.

Después de prepararle la cena mientras ella se quejaba porque "debería ser ella la que me cuidara a mi", nos sentamos en la barra de la cocina a comer y chalar sin ninguna prisa.

-En realidad, si soy totalmente honesta contigo y dejando los formalismos a los que se tiene que someter una persona que espera empezar una relación o simplemente 'enamorar' a alguien, no creo que los estándares tales como hacerte la comida y que tu me acompañes hasta casa porque es peligroso sean realmente necesarios- empezó a decir ella entre bocado y bocado-. No sé que piensas tú sobre los roles que debería llevar cada uno en la pareja, pero lo llevas claro como quieras empezar algo conmigo y te pienses que voy a cocinar para ti constantemente, lavarte la ropa, planchar o limpiar tu departamento.

-No, realmente es una manera de pensar muy anticuada, tienes toda la razón. Aunque aquí en Corea todavía se siguen esos estereotipos no soy partidario de ellos. No es como si una mujer tuviera que ser una esclava para su novio o su marido, la vida de pareja conlleva ayudarse mutuamente y tener una vida fuera de la relación también- asintió con euforia mientras me suplicaba con los ojos que siguiera hablando-. No quiero que seamos un estereotipo, nunca. Imaginemos... si en un futuro viviéramos juntos, ¿vale?

-En ese futuro, evidentemente tu sigues teniendo tu trabajo y yo, o estoy en la universidad, o empezando en algún sitio, hay que partir de eso.

-Sí, sí. Como yo tengo el programa de radio cuatro noches a la semana, las tres restantes, mientras tu estás trabajando quizá podría hacer alguna de las tareas de casa, planchar por ejemplo, mientras hago la cena.

-Espera, exactamente... ¿Qué hacemos hablando de esto ahora? Ni si quiera es como si esto fuera a pasar.

-¿Por qué no?

Nunca habíamos tenido un silencio incómodo en todo el tiempo que habíamos pasado juntos y no entendía cómo había surgido ese en tan solo unos segundos.


Cece

¿Cómo le digo que no me fío de lo que alguien pueda llegar a sentir por mi? No es él. Llevaba tiempo soñando con conocerle y llegar ser así de cercanos. 

El problema era totalmente diferente. Mi relación con mis "amigos" hacía unos años nunca había pasado de ser más que superficial para todos. Nunca había podido confiar en alguien que realmente se preocupara por mi, a quien le gustara mi personalidad y no fingiera para no hacerme sentir excluida.

-No creo que realmente pueda llegar a gustarte de esa manera, John. No soy una persona interesante una vez que acabas de saber cosas sobre mi. Te cansarás de estar conmigo incluso antes de llegar a plantearte si quiera que vivamos juntos.

No dijo nada, el silencio volvió a inundar el apartamento. Se levantó de su taburete una vez terminé la poca comida que quedaba en mi plato y me dio una mirada recriminatoria cuando hice un amago de recoger la mesa.

Volvió a ponerle el corcho a la botella de vino después de servir otro poco en ambas copas y la metió a la nevera junto con el tupper que había preparado con mi comida de mañana. Tranquilamente y aún en silencio, limpió la encimera y enjuagó las sartenes que había utilizado, cargó el lavavajillas y lo programó.

-Ven aquí, Cece- me dijo mientras se sentaba en el sofá y dejaba las copas en la mesa de café. Me acerqué a él pero me quedé de pie sin saber que hacer. De repente, la atmósfera se había vuelto terriblemente incómoda-. Siéntate conmigo.

Había cogido mi mano y tirado de mi hasta que estuve sentada a horcajadas sobre él. Me abrazó por la cintura y apoyó la cabeza en mi hombro, le acaricié el pelo. Siempre me había preguntado cómo sería acariciarlo, parecía tan sedoso...

-Nunca en mi vida me había gustado alguien tanto en tan poco tiempo. No eres como los demás, tienes una personalidad diferente y encantadora. Eres divertida, con una hermosa risa contagiosa que hace al resto de personas a tu alrededor querer reír también; tu imaginación está por encima de la media, lo cual hace que las salidas contigo sean inigualables. Te preocupas por los demás más que por ti misma, tienes un corazón de oro... No llores, por favor.

Había notado las lágrimas como si hubiera desarrollado un nuevo sentido para detectarlas. Se apoyó en el respaldo del sofá y, llevando sus manos a mi espalda baja, me acercó más a él.

Limpió las lágrimas con sus pulgares mientras acunaba mi cara entre sus manos y, cuando mis ojos se encontraron con los suyos, cuando tuve valor para mirarle, me besó lentamente.

Sus labios perfectos encajaban al milímetro con los míos y se sentía mejor que cualquier otro de los besos que había tenido hasta entonces.

Mis manos se movieron hasta descansar en su pecho mientras su mano derecha bajaba a mi cintura, su mano izquierda seguía acunando mi cara y su pulgar acariciaba cariñosamente mi mejilla.

-Quiero saber todo sobre ti, me vuelves loco- me dijo cuando tuvimos que parar por falta de oxígeno- También quiero que seas mi novia, ahora mismo- y no me dio tiempo a contestar porque había vuelto a besarme. 

Wait... I know you! -NCT JohnnyWhere stories live. Discover now