UNUS.

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"Ponte enseguida a buenas con tu adversario mientras vas con él por el camino; no sea que tu adversario te entregue al juez y el juez al guardia, y te metan a la cárcel. Yo te aseguro: no saldrás de allí hasta que hayas pagado hasta el último céntimo“. Mateo 5, 25-26

Aún tengo en mente aquél día, ese día donde mis mas escondidos y morbosos pensamientos salieron a la luz, donde mi júbilo era enorme gracias a esos desenfrenados gritos de súplica de la familia de mi ángel, aún recuerdo cómo enterré mis dedos entre la piel abierta del cuello de aquella mujer, Min JiYeon, su hermana, esa maldita puta que me alejó del amor de vida.

"Park JiMin es malo para ti, hermano, él no está cuerdo, el no está sano, te llevará por su miserable camino"

Siento en mis dedos aún la sensación de la sangre llenando mi piel, goteando por mis codos, su garganta, expuesta... Sus ojos abiertos cuál conejo a punto de morir, pero ella fijó su mirada en mi y sentí todo el peso de mis actos, pero yo sólo sonreí, sonreí mientras su cuerpo se desplomaba contra el piso y creaba un precioso charco carmín que adornaba su deformado cuerpo, extremidades giradas en angulos poco placenteros o faciles de ver sin que un escalofrío te recorriera con potencia, sin que rasguñaras tus brazos por el pavor y nervios, que la imagen se pegaba en tu mente cómo un recordatorio rojo neón imposible de sacar. Ganando que me excitara hasta niveles inhumanos el abandono de su vida.

¡Ella no tenía  idea del demonio con el que se metió!

Y su madre... su madre, ver el rostro de su esposo desfigurado y agonizando, sus labios marcados con tintes rojos debido a mi inesperado ataque de ira, estos hinchados, rotos con su piel colgando, esa piel suave y rosada colgando... Mientras abusaba una y otra vez a su preciosa y joven esposa por detrás hasta romperla, recuerdo el grito de la madre de mi amado ángel, justo antes de correrme dentro y traspasar una hoja filosa por la zona dorsal de su cabeza, hoja cuál salió por su boca, llenando de sangre la cama.

Recuerdo... Recuerdo... el rostro de mi ángel, de Min YoonGi, atado al fondo de la habitación, en completo shock y terror, sus ojos secos, grandes y opacos, mirando fijamente a su familia destrozada por mi putrefacto corazón, ver tus ojos inyectados de sangre y sufrimiento llenó mi mente de ira y dicha, gozo y lujuria, bebé quería hacerte nuevamente mío tal cuál como lo hice con tu madre...


¡Yo lo hice por amor!

¡Ellos nos alejaron, YoonGi

¡Por que no lo entendiste, bebé!

Por qué tuviste que decirle a la policia que yo fui ¿No fuimos ambos? ¿No los odiabas? Yo los odiaba por qué me alejaron de ti, y tu te fuiste con ese bastardo de HoSeok. Pero espera que salga de aquí, voy a encargarme de ese, por qué nadie ni nada va separarnos, las calles serán rios de sangre y el viento gritara, esta noche, iré por ti, YoonGi...

The purge: Red wedding (JimSu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora