Unsteady ↳Sasusaku.

Capítulo 1

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  »Susurraban mi nombre... y era aterrador.
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Libro I

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Era común que tuviera tantas ganar de jugar, salir afuera y revolcarme en esa cosa blanca que cada año acapara la ciudad con esa tonalidad. Jugar a lanzarle bolas de nieve a Itachi era una de mis actividades favoritas—y la otra era jugar futbool con el torpe de Naruto—, reía a más no poder cuando le acestaba la bola en la cara, mientras mamá y papá nos observaba desde la entrada riendo también. Disfritaba esos momentos...

Y ahora no podía hacer lo que me gusta hacer cada que nevaba, me ataba a una realidad que no podía aceptar así sin más. Las ganas de llorar me inundan pero no les doy el paso, agité la cabeza disipando el rastro de cualquier vestigio de dolor asfixiante en mi ser y estaba seguro de algo; es que esto no me impediria salir a jugar en la nieve.

No es malo ¿verdad? Si tengo cuidado y no me agito mucho nada pasará.

Quería jugar.

De inmediato sonreí y quitandome de la ventana donde visualisaba el panorama de afuera, salí de mi habitación en busca de Itachi. Con cuidado baje de las escaleras y cuando visualice a mi hermano sentado en el sofa de la sala que al parecer leía un libro, y, sin persarlo dos veces, me avalance sobre él emocionado e Itachi quitando su atención del objeto, me regala una sonrisa.

—¡Salgamos a jugar!—dije emocionado, mientras él me dirige una mirada taciturna.

—Pero...

Sabía lo que diría pero, no es como que me fuese a agitar solo por tirar bolas de nieve. Con la mirada se lo supliqué, le rogaba que solo iba a ser un rato nada más.

—Está bien.

Más emocionado de lo que estaba, salí practicamente corriendo hacia mi habitación en busca de un abrigo para el frío, a los pocos minutos que baje, Itachi yacia esperandome.

—¡Ten cuidado!

Al salir, no hice más que tomar entre mis manos aquella escarcha blanca. Con las mejillas sonrojadas y una sonrisa traviesa, formé una bola de nieve con intenciones muy claras. ¡Puff! El sonido sonoro que provocó al impactar en Itachi, me dio un agradable placer. Me reí de él porque le había dado justamente en el rostro.

—¿Quieres guerra? Pues guerra tendrás —Itachi prepara toda una munición y yo sin quedarme atrás también lo hago. En unos segundos el patio delantero se convierte en un campo de batalla, corría de aquí para allá tratando de esquivar las bolas del contrincante. Algunas lograban golpearme pero las mayorias Itachi las fallaba.

Pero después...

Mi respiración se volvió erratica, incluso llegue a sentir dolor con solo respirar y la vista borrosa. La emoción del momento me había hecho olvidar mi condición, pasandome la factura al instante.

Me sentí mareado y cuando menos lo imagine caí de bruces al suelo sin piedad. A lo lejos escuche a mi hermano gritar mi nombre y luego no vi nada más que oscuridad...