26 - Sentimientos

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Punto de vista de Derek

La ira y el odio se apoderaron de mí mientras veía como la muchacha pelirroja que tanto quería desaparecía entre los árboles. No fui capaz de controlar mi cuerpo y mucho menos mi lengua.

-¡¿Cómo te atreves a desobedecer una orden directa de tu Alfa?! – grité a Erika acercándome a ella y levantando su magullado y sangriento cuerpo del suelo agarrándola únicamente por el cuello.

La rubia ahogó un gemido mientras trataba en vano de zafarse de mi agarre. En realidad, Kat había dejado a Erika en un estado lamentable; tenía rasguños en varias partes del cuerpo de los que manaban sendos hilos de sangre y la ropa completamente ajada y sucia de tierra y verdín.

-De...rek – consiguió decir la muchacha entre jadeos, la solté de mala gana y ella cayó al suelo de bruces.

-En realidad – comenzó a hablar Boyd a mis espaldas – tu nos dijiste que no podíamos decir nada a Stiles, no que no pudiésemos ayudarle a enterarse.

Giré lentamente la cabeza hacia mi beta y le dediqué una mirada completamente gélida y cargada de odio, mientras un gruñido salía de lo más profundo de mí ser.

-Creí que el hecho de no poder decir nada a Stiles también implicaba el hecho de no hacer que se enterase de forma voluntaria. Tu y yo tendremos una charla sobre la lealtad uno de estos días, puede que seas una Omega dentro de poco – aquello último lo dije mirando a Erika con cara de asco.

-Ella no tiene la culpa – dijo de pronto Stiles, era la primera vez que hablaba desde que había visto a su prima – ¡la culpa es tuya!

-¡Largaos! ¡El entrenamiento ha terminado por hoy! – grité a mis betas, estos se miraron unos a otros, pero acataron mi orden sin decir una sola palabra – y en cuanto a los motivos que han llevado a tu prima a querer ser una de los nuestros – dije cuando los betas se hubieron marchado – es una conversación que no me compete tener contigo.

-¡¿Fuiste tú quien la mordió y aun así tienes la cara de decirme que no te compete?! – Stiles estaba completamente descontrolado, temblaba de pies a cabeza por la rabia que se acumulaba en su interior – primero la arañas, la pones en peligro ¿y ahora esto? ¿En qué coño estabas pensando Derek? ¡ES MI PRIMA!

-¡A mí no me hables en ese tono, mocoso! – grité a Stiles sin poder contenerme – Puedo quedarme aquí discutiendo contigo o puedo ir a buscar a tu prima y sinceramente, prefiero hacer lo segundo porque de lo contrario creo que terminaré arrancándote la cabeza.

Sin esperar respuesta comencé a internarme en el bosque por el mismo camino por el que se había marchado Kat. La ira no dejaba de bullir en mi interior, por lo que tuve que hacer un gran esfuerzo por controlarme y concentrarme en lo verdaderamente importante, encontrar a la pelirroja.

Cuando hube conseguido controlar la frustración y la ira y mi mente se hubo despejado lo suficiente busqué el rastro de Kat, me resultaba sencillo encontrarlo, era como si su aroma se hubiese vuelto parte de mi, como si su fragancia fuese algo tan conocido como el olor a café o el olor de los pinos que rodeaban mi casa.

Seguí el rastro durante aproximadamente una hora, esta muchacha va a terminar conmigo, se le da bien escabullirse y luego soy yo el que tiene que ir a buscarla, me dije a mi mismo mientras caminaba por entre los árboles.

Realmente sabía que la buscaría siempre que ella huyese, siempre que necesitase ayuda o estuviese en peligro y eso me inquietaba, nunca antes había sentido algo tan intenso por nadie, ni siquiera por mi antiguo amor de instituto, nunca.

De improviso, el olor de Kat se intensificó drásticamente, debe estar cerca, pensé acelerando el paso y viendo el lugar al que me habían dirigido mis pisadas. Enfrente de mí había un saliente de piedra desde el que se veía todo el pueblo, sentada en una enorme roca se encontraba la pelirroja, con la cabeza apoyada sobre las rodillas mirando a la nada.

Sangre y Venganza - Fanfic TeenWolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora