CAP 2

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Error, tras error. Creo que soy la peor clase de hombre que puede haber en este maldito planeta. La amo y me acuesto con otra, soy un genio, en verdad

-Aquí viene el puerco otra vez -me carcajeé en voz alta. ____ no me miró, continuo trotando por el camino de tierra, junto al prado en el que jugábamos. Algunos de mis amigos rieron, aunque yo sabía muy bien que también pensaban que de puerco no tenía nada. -¡No vas a bajar nada aunque corras, ____ -le grite -que los chanchos no adelgazan!

Paula puso los ojos en blanco al pasar junto al alambrado caído.

-Bravo, idiota -me dijo, pero no le conteste. No me interesaba pelear con ella, eso tal vez le interesaba a otro.

-¡Ya, Zayn! -me llamó Niall, lanzándome una pelota que no vi y fue a parar al camino. Paula la esquivo, y siguió a ____, que continuó sin contestarme.

-Hay que hacérselo saber, a la pobre chica le va a dar un paro si sigue esforzándose así. ¡Es mejor que busque un gran asador donde dormir! -Oh, una ___ desnuda y cubierta de salsa…que bella cerdita. Casi me babeo de solo pensarlo. Mis amigos volvieron a reír, y luego de oír un siseo a mis espaldas, supe que ella me había escuchado esta vez.

-¡Eh, tú! -me giré, sonriendo maliciosamente, esperando su contestación, aun con la imagen de su cuerpo cubierto de salsa. ____ estaba inclinada sobre el alambrado, hermosa con el cabello recogido en una cola alta, con esas calzas ajustadas en torno a sus muslos, con una remera blanca semitransparente que dejaba ver su bikini. Con tal imagen, por supuesto que no vi la pelota que me pego en los huevos. 

Me lleve las manos a la entrepierna y caí de rodillas al suelo de tierra. Otra vez escuche risas, incluso la del amor de mi vida. Qué buena puntería que tenía. Debo admitir que para ser una chica, ___ tira la pelota con demasiada fuerza; ahora entiendo porque nunca las arqueras del otro equipo pueden atajar sus tiros, de hacerlo quedarían sin mano.

-Mierda.

-¡Te lo mereces por pelotudo! -se rió, y se alejó, riendo con Paula.

-Ya hermano -Niall me golpeó la espalda, mientras a Paula y trataba de tragarse una carcajada. -¿Estás bien?

-¿Te parece? -gemí, con la voz ahogada, incapaz de moverme.

-¿Quieres hielo? Aquel pelotazo lo lanzó con la fuerza del infierno.

Asentí, pensando lo mismo que él. ____ había puesto todo su odio en esa bola mortal. Ella era muy buena en eso, podría ganar un buen partido, y gracias a que era tan buena, casi me quedo sin descendencia. Una descendencia que irónicamente, pensaba tener con ella. El día en quisiera hijos, iba a odiarse a sí misma si no podía concebirlos.

-Mierda -gruñí otra vez. No podía culparla, como siempre me lo merecía. Incluso estaba orgulloso de ella, sabía cómo defenderse. Esperé que supiera usar esa técnica con abusadores. -Juro que no voy a volver a molestarla.

-Eso no es cierto, amigo -se rió Niall. Él no tenía idea de lo mucho que ___ me gustaba, pero si sabía que no podía controlar mis deseos de atormentarla. Y tenía razón eso. La próxima vez que la viera, iba a volver a joderla, inevitablemente. -Eres un idiota, ¿quieres que te acompañe a casa?

-¿Crees que estoy incapacitado? -le espete, apretando el hielo contra mi miembro.

-Ella te incapacito, efectivamente –dijo Niall, mientras los demás volvían al juego sin nosotros, me puse de pie.

-Estoy bien, sigue siendo el tiro de una chica menuda.

-Ella podría formar parte del equipo tranquilamente -comentó él, y le dirigí una mirada envenenada. ¿____ en medio de esos buitres? Olvídenlo, mataría a alguien antes de que ella saliera a la cancha. -Okey, no dije nada -susurró Niall, creyendo realmente que mi mirada se debía a mi incapacidad de soportarla. ¡Iluso!

Le devolví el hielo, amargamente, y camine hacia el banco donde había dejado mis cosas. Recibí algunas burlas de mis compañeros, pero no me moleste en contestarlas. Tomé mis cosas, y con las piernas ligeramente abiertas, me marché a casa. Las vacaciones recién estaban comenzando, pero el calor ya estaba presente hace semanas, así que me rostice camino a casa.

A decir verdad, caminé más lento, por si me la encontraba otra vez. ____ no vivía muy lejos de mí, por lo que podría pasar por allí para regresar de su trote. Sin embargo eso no paso. Seguro había ido hasta la rivera del río. Le gustaba correr por entre las rocas y la arena.

No sabes cuanto te amo → zmWhere stories live. Discover now