Capítulo 24: Terry

2.7K 207 68
                                    


Jadeos, forcejeos que cada vez van haciéndose menos y más ligeros, se resiste en inicio....está enojada pero quizá esta dosis de adrenalina la haga disfrutar aún más de éstos momentos, tantas veces imaginé tenerla así cuando deambulaba sin rumbo fijo por las calles de Londres y ahora...después de varios días separados....soy fuego puro deseando quemarme y arder con ella de todas las formas pensables y las no imaginables también...estos días me han servido para confirmar que no puedo ni debo estar lejos de ella jamás, nunca. Me clava las uñas en la espalda, furiosa pero complaciente, responde a mis besos con la misma ferocidad con que la beso, no, no estoy besándola estoy comiéndomela en pedazos, Candy mi eterna pecosa. La muy descarada cierra sus piernas cuando logro despojarla de su ropa interior, aplico algo de fuerza para abrir sus piernas pero vuelve a negarse aunque gime desesperadamente, Pecosa del diablo, está castigándome, pero no me importa.

-Me importa una mierda estar aquí toda la noche porque vas a darme lo que quiero y necesito de tí, ahora se una buena chica y ábrete para mí...no te niegues lo que tanto deseas preciosa- le digo preso de la emoción de tenerla aquí conmigo y de la excitación que me provoca el sentirla así conmigo, la necesito tanto.

-Eres un idiota Terry solo tenías que pedírmelo...aún siento ese miedo, esa angustia...oh maldito seas tú y tus dotes actorales-

Dice todos esos reclamos en apenas algunos suspiros y gemidos, bien...bien...

-Dios...estás tan sexy, me encantas mujer- continúo ignorando sus cada vez más débiles quejas desabotonando el frente de su vestido,cuando por fin cede un poco la levanto sobre mis caderas restregando mi cuerpo hambriento sobre el de ella contra la pared de ladrillo, se queja por la fricción sobre su espalda...debo ser cuidadoso pero en éste momento tengo el mínimo de control sobre mis emociones. Sumerjo mi cabeza sobre sus pechos, los mordisqueo en el camino desde su garganta hasta cada uno de sus preciosos senos, muerdo y saboreo uno a uno sus pezones por encima de la delicada tela del sostén, tan delicada que me facilita tenerlos con muy poco movimiento fuera de las copas.

-Vas a cogerme de una maldita vez?- me pide con los ojos cerrados, oh y es lo que necesitaba para darle todo lo que tengo y sin más preámbulo entro en ella y la poseo.

-Te sientes tan bien....eres hermosa mujer- digo con fuego en mis palabras golpeando fuerte sobre ella que pronto alcanza mi ritmo, estoy siendo muy rudo pero ella no se queja y muerde mi barbilla y la sensación es exquisita, la adrenalina, el deseo, lo mucho que la extrañaba...todo es perfecto aún en éste helado callejón.

-No te detengas Terry...más..más porfavor...-

Me pide sosteniendo mi mirada, sus ojos verdes brillan, gotas de sudor corren por todo su cuerpo, es una hermosa visión y mis instintos más carnales despiertan hasta que siento que no puedo controlarme mas y aprieto con fuerza su desnudo y perfecto trasero retregándola sobre mí.

-Te gusta lo que estoy haciéndote?- gruño mientras tomo de nuevo sus labios y me bebo su sabor sin reservas.

-Me fascina, me encanta, maldición Terry...yo....ahhhh...no puedo....Dios mío Terry voy a venirme....!-

Golpeo más fuerte sobre ella dando un leve pellizco a su centro de placer hasta que grita y arquea su espalda desfalleciendo sobre mis brazos mientras todo mi ser se vacía en sus entrañas. Sus piernas siguen tomadas de mi cintura pero sus fuerzas la han abandonado y no puede sostenerse más. Soy un bruto pero deseaba tanto hacer ésto con ella. Me quito el abrigo y la cubro con él acunándola en mis brazos mientras recuperamos la respiración.

-Te amo cielo...las maneras que tengo para amarte...no son las más delicadas ni predecibles, pero...este soy yo y soy todo para tí mi amor, mi único amor-

Bendito tu AmorWhere stories live. Discover now