Escenarios y one-shots ||BNHA x Tú||

Best Jeanist

Pedido por: Shimuraotaku11
Advertencia: Emotivo.

🌸——OST del capitulo; arriba——🌸

Siempre te quedabas viéndolo a lo lejos, a pesar de que ya eran relativamente cercanos y pasaban las mayoría del tiempo juntos haciendo misiones, todavía no podías acostumbrarte a su presencia. Parecias una adolescente enamorada mirando a su platónico a lo lejos.

–Deja de mirarlo, se te cae la baba, anciana– Bakugō Katsuki, había llegado a su agencia para entrenarse y como no, este te saca va de tus casillas.

–¿Cómo me dijiste maldito mocoso?–le pegaste con tus nudillos esperando a que le doliera – Sólo tengo 28.

–¿¡Quieres pelea anciana!? ¡Adelante!– querías estrangularlo en ese momento, pero una pequeña risa te saco de tus pensamientos asesinos.

–Pareces una niña, (T/N) – el color carmín adorno tus mejillas al darte cuenta de que el hombre que se robaba tus suspiros estaba frente a ti.

–Tsunagu-san, ¿Necesita algo?– desviaste la mirada tratando de evitar que viera el leve sonrojo que tenías en esos momentos, además de que querías evitar a toda costa esa mirada esmeralda.

–Quería que me acompañaras a patrullar y recuerda, en el trabajo soy Best Jeanist– el sonrojo fue más intenso que antes al darse cuenta de su error.

–E-En el trabajo soy Black Silver–tratabas de contraatacar pero no sabías que ya habías perdido desde que se rió de tu actitud infantil.

La verdad es que el no había tratado de cambiarte en ningún momento, hasta toleraba las constantes peleas que tenías con Mt. Lady. Podría decirse que eras una busca plieitos pero de bien corazón.

–Entonces, ¿Vamos? –te extendió la mano para que la tomaras, y así lo hiciste. Por dentro estabas fangirleando como quinceañera.

Caminaban de la mano en silencio mientras mil y un escenarios pasaban por tu cabeza, ni siquiera sabías cuando era que te habías enamorado perdidamente de el; podría ser la vez en la te salvo cuando ibas en camino a la escuela o cuando lo viste por primera vez en el trabajo. La verdad eso era lo que menos importaba.

–¿No te molesta que sea infantil? –las palabras salieron por si solas. Ni las analizaste ni las pensaste, sólo salieron.

–No, es una de las muchas facetas que me gustan de ti– si antes no estabas roja, ahora eras un tomate.

–¿¡EHHH!?
.
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Había pasado un tiempo de eso. La relación con Best Jeanist había florecido, incluso se habían besado después de que Bakugō se fuera. Tenía que agradecerle mucho a ese mocoso, se habían vuelto muy cercanos, como si fueran hermanos, hasta te había ayudado a declararte.

–¿Tsunagu-san?¿A dónde va? –lo viste pasar con una expresión determinada. Lo conocías lo suficiente como para saber que tenía que ver con el rescate de Bakugō.

Tu también estabas preocupada por el chico. Aunque te la habías pasado insultandolo diciendo que como podía haber sido que lo hayas secuestrado siendo pupilo tuyo y cosas así, pero sólo rezabas a Dios para que estuviese bien; le habías agarrado cariño.

–Participaré en el rescate de Bakugō.

Se dio la vuelta para mirarte y sostener tus mejillas entre sus manos para luego depositar un pequeño beso en tu frente.

–Volveré pronto– lo miraste con ojos de cachorro para después abrazarlo con fuerza.

–¿Lo prometes? –inalaste su aroma, aprovechando de que estabas así para apreciar estos momentos que le quedaban juntos.

–Lo prometo–acarició tu cabeza.
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Corrías como podías a través de ese pasillo en blanco, no te importaba si era un hospital o una biblioteca, querías encontrarlo. Las lágrimas no dejaban de correr por tu cara. Si tan sólo hubieras ido con él.

–¡Déjenme pasar!¡ Necesito verlo!– unas personas trataron de retenerte, pero rápidamente sacaste unos pinchos de plata del suelo, haciendo que no pudiera moverse.

Entraste a la habitación plagada de blanco, tanto, que te daba náuseas, más al pensar quien era el habitante de aquel lugar. El sonido de las máquinas era lo único que llenaba aquel vacío, mientras tu mirabas a tu amado tendido en la cama.

–Oye, dijiste que volverías pronto. Cumple tu promesa ¿Si?– se acercó lentamente a la cama mientras tomaba su mano entre las suyas. El abrió como pudo los ojos y la miro con pesadez, elevando un poco la comisura derecha.

–No te preocupes. No iré a ningún lado –su voz sonaba ronca provocando en ti una serie de sentimientos que hacían escoger tu corazón.

Desearías que todo fuera un mal sueño y que sólo te encontrabas a su lado recargada en su pecho mientras dormían plácidamente. Pero no, el dolor que sentía en su pecho era la clara evidencia de que eso era totalmente real.

Acaricio tus nudillos de forma cariñosa mientras apresiabas aquel suave tacto que ponía de paras para arriba tu mundo.

–No puedo irme antes de darte esto –No sabes ni de donde ni como, pero en su mano derecha tenía un pequeño anillo de plata con incrustaciones de diamante. Rápidamente las lágrimas de angustia se transformaron en lágrimas de felicidad. Habías esperado tantos años para poder declararte a él, pero esto iba más allá de tus expectativas, creando así un sueño perfecto del cual no querías despertar, sin contar las heridas de batalla que había tenido tu novio, pero esperabas que pronto se pusiera bien, tu misma te encargarías de eso...
A su lado.

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Espero que les haya gustado.

La verdad me saco uno que otro grito imaginarme esto ლʕ⊝ꀾ⊝ʔლ
Tanto como sentimientos encontrados xD.
Si les gustó, denle las gracias a quien hizo el pedido ❤ ya que ustedes también participan en esta historia.

No olviden dejar su estrellita y su comentario. Acepto sugerencias si es que no les pareció alguna cosa tanto en comentarios vomo en direct, no sean tímidos ( ͡° ͜ʖ ͡°)

Hasta la próxima ❤