~° Under The Rain (Rasmus y tu) The Rain

VIII

Después de aquel pequeño receso, volvimos a revisar las casas.

—Quedan sólo aquellas 4.—Simone señaló unas viviendas al final de la calle.

—Iré a ver aquella.—soltó Rasmus mientras comenzaba a caminar a la última.

—Voy contigo.—Beatrice quiso acompañarlo, pero él negó.

—Iré solo...—

—¿qué le pasa ahora?—Simone me miró, a lo que me encogí de hombros.

—Tú eres la hermana, deberías saberlo.—

Los demás nos distribuimos en las otras tres casas. Jonas y Nick fueron a la primera, Beatrice a la segunda y Simone y yo a la tercera.
Revisábamos uno de los cuartos cuando la de pelo corto dijo algo.

—Está celoso.—

—¿qué?—

—Rasmus está celoso de Jonas.—

—¿por qué lo estaría?—Simone se encogió de hombros divertida.

—Eso dedúcelo tú misma.—

Puse los ojos en blanco y mientras revisaba un armario, vi por causalidad a Rasmus a través de la ventana. El chico se encontraba abriendo unos cajones y mirando la ropa que había. Sonreí.

—¿te molesta si te dejo sola un rato?—solté sin despegar la mirada de la ventana.

—Para nada.—

—Iré a ver qué le sucede a tu hermano, debo aprovechar que no tiene a "Beatrice la garrapata" encima de él.—

Salí al patio trasero de la casa y salté la pequeña cerca que dividía ambas propiedades. Sin hacer mucho escándalo, abrí la puerta trasera y entré. Subí las escaleras y, recordando la ventana de antes, entré al que suponía era el cuarto donde Rasmus estaba.
Abrí los ojos sorprendida al ver al chico sin camiseta, para luego apartar la mirada rápidamente.

—¿___?—

—¡lo siento!—escuché a Rasmus reír.

—No estoy desnudo, tonta.—

—Igual me da vergüenza, idiota.—lo miré un poco nerviosa.

—Tienes la cara más roja que un tomate.—

—¡cállate!—le lancé lo primero que encontré: un peluche.

—¿qué haces aquí?—el chico se puso una remera del cajón.

—Venía a ver cómo estabas.—me miró confundido—. Estás actuando como un idiota conmigo.—

—Eso es porque tú actúas igual conmigo.—

—¿disculpa?—

—Sí, ahora que el dulce Jonas apareció, ya casi no hablas conmigo.—enarqué una ceja.

—¿te golpeaste la cabeza o qué? Eres tú el que dejó de hablarme a mi, sin mencionar que estás muy a la defensiva.—el chico rodó los ojos—. Y para que sepas, Jonas es mucho más simpático que tú, y no es un imbécil como Beatrice.—Rasmus sonrió.

—Por lo visto no te cae muy bien.—

Le daría una sopa con un poco de mi saliva...

—Obviamente no.—

—¿y se puede saber el porqué?—

—Porque... porque sí.—

—Eso no es una respuesta.—

—Sí lo es. Ahora tú respóndeme esto ¿por qué te desagrada Jonas?—se encogió de hombros.

—Porque sí.—sonrió levemente.

—Que gracioso...—

—¿de verdad quieres saber por qué me desagrada?—se acercó un poco a mi—. Porque él llegó hace menos de dos días y parece que se conocen de toda la vida.—

—¿y eso a ti qué te molesta? Digo, apareció tu... amiguita. Deberías estar concentrado en ella y no en la gente que quiere ser mi amiga...—

—Él no quiere ser tu amigo...—se cruzó de brazos.

No pude evitar sonreír, me recordaba a Noah cuando se enojaba conmigo.

—¿y qué quiere ser?—

—¿no es obvio?—sonreí—. No deberías darle tanta confianza, es un desconocido.—

—Tú prácticamente también eres un desconocido.—

—No, nos conocemos hace 5 días...—reí.

—Ok... escucha, adolescente con mentalidad de niño.—Rasmus sonrió—. Sí, Jonas es SÚPER lindo, me agrada bastante y no se enoja cada cinco minutos como "cierta persona".—frunció levemente el ceño—. Pero hay una razón por la cual sigues siendo mejor que él.—

—¿cuál? ¿soy más gracioso?—reí.

—¿lo olvidaste?—lo abracé—. Eres al único con el que puedo soltarme sin miedos y por más que Jonas sea agradable... tú siempre serás mi desconocido favorito.—

Rasmus no dijo nada, simplemente me abrazó con fuerzas.

—Perdón por haber sido un idiota.—sonreí.

—Perdonado.—

Al parecer Rasmus sí estaba celoso. Acaso... ¿yo también lo estaba?