XV

4.8K 408 150
                                    

—¿falta mucho?—preguntó Martin después de unos minutos conduciendo.

—Ya falta poco.—

—Tal vez 5 minutos más. Creo que lo mejor será detenernos unos cuantos metros antes, ya sabes, para no llamar atención.—solté mientras observaba la ventana.

—¿tienes miedo?—preguntó Rasmus con una sonrisa burlona.

—Sí, idiota. Podríamos morir.—

—Tranquila, no pasa nada. Estamos juntos ¿Ok?—

—Oh, eso me tranquiliza.—solté con cierto sarcasmo—. ¿eso nos hace invisibles o algo así?—

—No, pero el poder del compañerismo y el amor nos va a salvar.—

—Ah... sí, claro. A ver cómo es que la magia de My Little Pony te hace inmune a los balazos.—Rasmus sonrió—. Eres un idiota...—

—Mejor detengámonos aquí.—soltó la chica, por lo que Martin estacionó al costado de la ruta.

•○•

A paso lento y seguro, fuimos siguiendo a Beatrice hacia la supuesta estación de servicio.

—Allí.—miramos hacia donde la chica señalaba.

Se trataba de una vieja gasolinera, donde tres camionetas se encontraban estacionadas.

—Sí, ahí está. Ahora ¿qué hacemos?— pregunté.

—¿acercarnos y robar una?—respondió Patrick con obviedad.

—Y con el poder de la amistad y el amor de Rasmus evitaremos que nos metan un disparo en el medio de la frente.—miré a Martin—. Tú eres el jefe aquí ¿qué hacemos?—

—Podríamos empezar por observar ¿no?—

Todos nos acomodamos detrás de una pequeña colina.
A la vista, habían tres forasteros, pero probablemente había más adentro.

—Tienen armas...—

—Nosotros también.—respondió Beatrice.

—Comparando esas cosas con las nuestras, parecemos niños con pistolitas de agua. Deberíamos esperar a que oscurezca un poco, y tal vez, solo tal vez, arriesgarnos.—

—Miren, están entrando.—Nick señaló a los hombres.

—¡Ahora es el momento!—Beatrice se levantó y corrió hacia las camionetas, ignorando nuestros llamados.

La chica se acercó rápidamente a una de las camionetas, pero casi de inmediato, un tipo salió de la gasolinera y la sujetó por la espalda.

—¡debemos hacer algo!—exclamé mientras los tipos la arrastraban al interior de la gasolinera.

—¿hacer qué? Tú misma lo dijiste, es arriesgado. Además... es Beatrice.—soltó Jonas bajando la voz.

—Se arriesgó por nosotros no voy... no voy a abandonarla.—

A pesar de que la detestaba con toda mi alma, nadie podía negar que se había arriesgado por el grupo.

Quería matarla, sí. Pero no que la mataran ellos.

Teniendo una repentina y peligrosa confianza, tomé una de las armas y corrí hacia la gasolinera.

Sólo son tres tipos... los matarás, rescatarás a Beatrice, le darás un puñetazo por hacer tremenda estupidez y volveremos sanos y salvos con los demás, sí...

Al entrar al pequeño edificio, le apunté a todo lo que se moviera.

—¡suéltenla!—grité al ver a los tres tipos de antes rodeando a Beatrice.

No sé si yo no estaba comprendiendo la escena, pero me parecía que Beatrice no estaba muy... secuestrada que digamos.

—Les dije que alguno de los dos vendría por mi.—soltó la chica—. No pensé que fuera ____... Sea como sea, ya tienen lo que prometí, ahora déjenme ir.—

—¿pero qué...?—antes de poder asimilar lo que estaba ocurriendo, los tres tipos se lanzaron sobre mi y me amarraron con unas cuerdas.

—Llévensela antes de que los demás vuelvan por ella.—miré molesta a Beatrice—. Y créanme, Rasmus irá.—

—Eres una maldita hija de-

—¿perra? ¿yo? Fuiste tú quien me robó a Rasmus.—

—¡vine por ti, Beatrice! Y tú... ¡me entregaste!—intenté safarme de mi agarre, pero fue en vano.

—Se acerca más gente.—comentó uno de los guardias—. El joven Andersen está con ellos ¿qué hacemos? ¿matamos a los demás y lo capturamos?—

—¡no!—grité—. No les hagan daño. Ya me tienen a mi, no lo necesitan a él. Sólo... déjenlos ir y yo no me resistiré.—

El tipo que parecía ser el jefe le hizo una leve seña al que me tenía atrapada.

—Llévala a la camioneta, nos vamos.—

—¿ya puedo irme?—soltó Beatrice como si nada.

—Sí, lárgate de aquí...—

Mientras el tipo me arrastraba a la camioneta, pude ver como Beatrice corría e interceptaba a mis amigos, diciéndoles quién sabe qué mentiras mientras consolaba a Rasmus.

Lo último que vi antes de que me metieran a la camioneta, fue a Nick sujetando a Jonas y a Rasmus discutiendo con Martin.

Creo que después de todo aprendí mi lección: nunca confíes en una zorra con intenciones dudosas.

Sé que las típicas escenas de secuestros son super densas, Así que no se preocupen, la terminaré lo más rápido posible :3

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Sé que las típicas escenas de secuestros son super densas, Así que no se preocupen, la terminaré lo más rápido posible :3

~° Under The Rain (Rasmus y tu) The RainWhere stories live. Discover now