33.

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Taehyung.

—¡Ya voy, mamá!—. Grito cuando mi madre me llama desde las escaleras para ir a desayunar.

Las sábanas yacen enredadas en mis piernas mientras abrazo una almohada con fuerza. Pataleo como un niño haciendo berrinche para liberarme. Me levanto y tallo mis ojos alcanzando a sentir lo hinchados que están.

El recuerdo de la noche anterior sólo consigue deprimirme. No tengo ganas de salir de mi habitación, quiero que se congele en tiempo para poder quedarme ahí una eternidad. Sólo deseo dormir y que nadie me moleste.

A mi pesar salgo de la habitación. Con cada escalón que bajo logro tranquilizarme. Espero no preocupar a mi madre nuevamente. Sin embargo, pienso como es posible que mi relación con Jungkook haya llegado a esto; a sentimientos de culpa y enojo, a cosas sin decirse y evitándolas por completo.

Mi corazón se retuerce dentro de mi pecho y me dan ganas de llorar nuevamente. Realmente pensé que nuestra relación estaba bien, pensé que saldríamos adelante, tanto como Jungkook me lo había dicho.

Cuando llego a la cocina mi cuerpo tiembla y no puedo sostenerme en pie, por ello me recargo en la puerta y acaricio mi nuca para eliminar cualquier pensamiento que me agobia.

—¿Taehyung?

Mi madre me mira con preocupación, le sonrio para evitar que me pregunte algo.

—Buenos días, mamá.

—TaeTae—. Ella se acerca y toma mi rostro—. Tus ojos... ¿Pasó algo?

—No—. Sacudo mi cabeza para zafar su agarre—. No pude dormir anoche.

Ella no lo cree—. Creo que no quieres contarme sobre algo.

—Tranquila—. No sé cuantas veces llevo diciéndole la misma palabra.

—Bien—. Ella hace una mueca de disgusto y se aleja—. ¿Y Jungkook? Pensé que se quedaría a dormir.

No, mamá. Él idiota se largo dejándome destrozado en la habitación —. Tuvo que irse en la madrugada.

—Que raro—. Por un momento parece querer preguntarme algo, pero no lo hace. Quizá, no quiere sonar entrometida.

Unos minutos después sirve el desayuno. Lisa no se encuentra en casa por ende, debemos desayunar solos. El silencio se instala entre nosotros dos, como los primeros días después de la muerte de mi padre, en los cuales ninguno lograba sacar un tema de conversación.

No tenía apetito, por ello me mantuve jugando con la comida por un buen rato, eso me hizo recordar las acciones de Jungkook del día anterior. Hablando de Jungkook, él no se ha comunicado conmigo y eso me enfada de sobremanera.

El recuerdo me invade y mi cuerpo en respuesta se tensa. Sus toques y embestidas siguen quemando en mi piel y sus palabras se clavan como pequeñas dagas en mi interior.

Hice algo malo, Tae.

Me resulta imposible creer que Jungkook pudiera haber hecho algo malo, pero su voz se escuchó tan seria y triste, que logro helarme al instante. Sin embargo, pienso que eso que él quizá hizo pudo ser significativo para afectarlo de esa manera.

Tal vez tuvo que ver contigo, Taehyung.

No. Muevo mis pies y repito en mi cabeza fuertemente "no". Jungkook no podría hacerme daño, él lo prometió y las promesas no se rompen.

Las promesas no se rompen.

Repito una y otra vez antes de levantarme y dejando el plato lleno de comida sobre la mesa.

𝑺 𝑶 𝑼 𝑳  🍁  𝑲𝒐𝒐𝒌𝑽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora