Capitulo 8

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Hoy es domingo, mi día libre. Cuando despierto Ámbar ya no está a mi lado, seguro fue donde su mamá, la va a visitar los domingo.

Me asomo por la ventana para ver a mi vecino bonito, y lo veo sentado en su cama con el celular en la mano, me parece que no durmió en toda la noche. Siento pena por él.

Paso la mañana ordenando algunas cosas en mi departamento innecesariamente, cuando llega la tarde me siento frente a mi ventana como siempre.

Los minutos siguientes veo como él contesta su celular un poco emocionado, para luego discutir con la persona que habla al otro lado de la linea. Cuelga el teléfono y limpia algunas lágrimas que comenzaban a salir de sus ojos toma sus llaves, su chaqueta y sale de su departamento.

Algo me dice que no va a tener ninguna cita y ese mismo algo no quiere que lo deje solo. Sin pensarlo mucho salgo también de mi departamento.

Lo veo yendo por el frente hacia la derecha, ¡rayos, no puedo cruzar la calle! Hago parar un taxi y le digo al conductor que siga a mi vecino, el taxista me mira raro y yo le doy una explicación tonta.

-Es mi novio... y está enojado. Quiero asegurarme de que no hará ninguna locura.- el taxista solo asiente no tan convencido pero sigue a mi vecino.

El taxi se detiene en un parque y veo que mi lindo vecino está sentado en una banca, me bajo del taxi y camino llegando cerca de él.

¿Y ahora que? ¿Se supone que tengo que acercarme? Jamás he sido bueno en entablar conversaciones y el hecho de tenerlo cerca me intimida aún más.

Quizá podría silbar, como en esas películas que cuando el chico silba la chica se da la vuelta y lo mira entonces él aprovecha en saludarla y cuando ella lo mira confusa él se acerca y le dice que le confundió con algún amigo, luego ambos se presentan y entablan una conversación.

Silbo lo más fuerte que puedo y él no se mueve ni un centímetro de su lugar, parece perdido en sus pensamientos, mirando un punto fijo en el suelo.

Esto no va a servir. ¿Y si bailo ridículamente y cuando la gente se ponga a reír él sube la mirada y me mira?

Bailo tan gracioso que mis mejillas arden de la vergüenza, las personas que me ven comienzan a reír, pero él sigue en lo suyo.

¿Y si grito nombres al azar, hasta atinar el suyo?

-Alex, Pablo, Macelo, Johan, Andrés, Marco, Javier, Ramiro... ¡Rayos, tampoco va a funcionar!

Me siento en la acera y lo miro fijamente, veo como patea las piedritas del suelo. ¿Y si le arrojo piedritas suavemente al brazo? Cuando suba la mirada lo saludare y seguiré con el plan del silbido, en vez de llamar su atención con un silbido lo haré con piedritas.

Levanto un montón de piedritas del suelo y las arrojo hacia su brazo, tengo mala puntería, no le atino en ningún intento.

Levanto más piedritas y continuo arrojándolas, me emociono cuando una piedrita le llega al brazo, pero él ni se mueve, ¿este hombre es de cera, o que?

Si este plan no funciona renunciaré, ya pase mucha vergüenza por hoy. En mi desesperación porque me haga caso arrojo una piedra fuertemente en la dirección equivocada, y esta llega a su frente. No medí el tamaño de esa piedra.

Él se frota la frente y posa su mirada en mi buscando al culpable, yo le sonrió tímidamente olvidando completamente el plan por la pena que siento.

Me acerco torpemente. -Lo siento.- digo temeroso.

-¿Porque lo hiciste?- me dice en un tono enojado.

-Solo quería matar una... mosca.- no encuentro una escusa menos patética.

-¿Quien te pidió que mataras moscas que se posan en las frentes de otros?

-Pensé que no te gustaban las moscas en tu frente.

-No me gustan, pero tampoco me gusta que las maten a pedradas, sobre todo si están en mi frente.

-Lo siento, lo siento, lo siento.- el me mira un poco molesto aún y se levanta de la banca.

-Espera.- le jalo del brazo haciendo que vuelva a sentarse. -Dejame ver.- le digo sentándome a su lado y levanto su mano de su frente que está roja, pero afortunadamente no tiene ninguna herida.

Estoy hablando con mi lindo vecino por primera vez, él esta viendo mi rostro, ahora sabe que existo.

-Solo está rojo.- digo bajando mi mirada hacia sus ojos. Apenas noto que estamos muy cerca podría jurar que nuestras respiraciones se mezclan y siento su aroma fresco, tan masculino.

De cerca es aún más lindo, sus ojos son café intenso, sus pestañas son rizadas. De cerca su cabello es aún más rizado, es mucho más lindo de lo que podía apreciar a través de mi ventana.

El tiempo parece congelarse en este instante, sus ojos no se despegan de los mios, el ruido del parque parece esfumarse, puedo sentir a mi corazón latiendo tan fuerte que creo que va a salirse de mi pecho para irse con él.

Quiero que el mundo se congele en este instante, por lo menos un par de años quiero seguir mirando esto, los ojos más lindos que he visto.

Hola, ya que me pidieron que publique el O.S. del que les conté y ya lo publique, está en mi perfil se llama "Joerick para siempre". Espero les guste, bye, bye.

Al otro lado de la calle ΞJoerickΞWhere stories live. Discover now