XV

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Capítulo final.

Se encontraban a unos metros de su objetivo, cada uno de los presentes, vestía con ropajes color negro que consistía en unos pantalones tipo cargo, playeras,  botas de grado militar, y guantes cortos para ocultar cualquier tipo de evidencia, cualquiera que los viera juraría que eran agentes de una organización gubernamental en medio de un operativo, por el equipo que llevaban.

- Posición establecida. -habló Namjoon por el pequeño aparato auditivo que llevaban.

- Posiciones confirmadas, en espera de la señal. - respondió esta vez Jimin.

- Estoy listo para entrar .-Yoongi sería el primero en entrar.

- Por favor Yoongi, cuídate mucho, si te matan,  después lo haré yo. - habló esta vez el omega mayor.

Un silencio profundo inundó los aparatos auditivos, una vez dentro, cada quien estaría por su cuenta, no habría forma de ayudar a otros por la cantidad de personas dentro, el objetivo era sacar a TaeHyung y después ir al hospital lo más rápido posible, donde Bam, Hoseok y Jungkook, los esperarían.

Por alguna razón, Yoongi se sentía nervioso ante las palabras de su hermano, realmente uno podría no volver a casa esa noche.

- Te veré para la cena, así que cuídate. - respondió simplemente.

Yoongi se acercó sigiloso a la puerta que parecía abandonada, si sus cálculos no le fallaban todos los guardias debian estar dentro de la casa, a lo lejos pudo ver las siluetas de sus amigos, tomo una bocada de aire y agudizó sus sentidos, desde que era niño, le habían enseñado a que nunca debía ceder ante su sed de sangre ni a sus habilidades naturales por que sus padres querían criar a sus hijos igual que a los humanos, sin trampas, solo de esa forma ellos podrían acostumbrarse y sentirse parte de la sociedad.

Sin embargo, esta ocasión, era especial, a pesar de hacer prometido nunca más usar sus ventajas.

Yoongi tenía solo diez años cuando sus instintos agudizaron y su instinto pedía sangre, Yoongi no era él mismo, era solo su alfa actuando por instinto, el jardin de su antiguo hogar quedaba a solo unos metros del parque donde una solitaria niña jugaba, era un poco tarde y su vecina estaba solita, los ojos de Yoongi adaptaron a nada más que oscuridad, sus venas oculares eran notorias y el negro de sus ojos era escalofriante, se dispuso a caminar hacia la pequeña presa.

-¡¡Yoonie!! .-una mano tomo su brazo y lo jaló hacia atrás.

-¡¡Sueltame!! .-ni siquiera era la voz dulce del palido.

Un cubo de agua helada cayó en la cabeza del pálido haciendo que reaccionara, Jin le obligó a tomar la capsula roja que había evitado desde que el dia inicio, Yoongi recordo lo que estuvo a punto de hacer y sus ojos se nublaron por completo refugiandose en los brazos de su hermano.

-Yoonie, prometeme que nunca volverás a hacerlo, a menos que sea realmente importante .-Jin sostuvo al pálido contra su pecho.

-Lo prometo Jinie.- sollozo el pequeño.

En la ausencia de sus padres había tenido a SeokJin, tampoco quería que algo le pasará, pero él tenía sus propios motivos para estar ahí esa noche.

Yoongi sacudió la cabeza ante el recuerdo, con la última bocada de aire se aventuró a entrar, el pasillo estaba en la obscuridad, algo andaba mal pero siguió caminando, entre las penumbras, las sombras se movian, el primer beta salio de la obscuridad encarando al palido, sin aviso alguno se lanzo contra Yoongi siendo esquivado y apuñalado, Yoon siguió su camino con pasos más rápidos, los betas se hacían presentes cada siete metros solo para dar su último suspiro.

El cazador de vampirosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora