Extra [2]

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-Es tan hermosa- susurró Dante- ¿Crees que pueda...?-

Crystal le tendió a la pequeña Paola, y éste la cogió en sus brazos más que encantado.

Si algo había aprendido Crystal en estos días es que él la amaba con locura, y amaba todo lo relacionado con sus cuidados.

-Deberías ponerte esto- le recordó Crystal colocándole un pequeño trapito a la altura de su hombro- No querrás terminar como la última vez.

Dante sólo sonrió divertido.

-No me importaría- comentó con sinceridad.

La última vez ocurrió que Dante, tan estusiasmado por sacarle los gases a la pequeña, olvidó colocar el pequeño trapito en su hombro y su camisa acabó pagando las consecuencias.

-Que una pequeña bebé acabe manchando tu camisa de leche materna es taaaaaaaan divertido- puntializó Crystal guiñándole un ojo- Serás un gran mate, Dante.

Dante sólo sonrió, continuando con sus suaves y lentas palmadas en la espalda de Paola.

-De hecho, ya lo eres- se corrigió ella- Me ayudas muchísimo, mucho más que el idiota de mi marido- se quejó bromeando.

-Si te escucha, soy hombre muerto- Dante le siguió el juego.

La sonrisa de Crystal desapareció, y con ella, su expresión jovial.

-Eso jamás puede suceder- murmuró más para sí misma que para él- Jamás te separes de ella- comentó ahora más fuerte, mirándolo de forma un tanto desesperada.

-Tranquila, Crystal- comentó Dante con el ceño fruncido- Sólo era una broma.

Crystal sólo asintió, continuando con su expresión decaída.

-¿Crees que pueda hacerte una pregunta?- inquirió Dante- Sé que no nos conocemos desde hace mucho, y tampoco tienes que contestar, pero...-

-Claro que puedes, tonto- contestó ella riendo brevemente.

-¿Por qué cada vez que me pides que no abandone a tu hija me da la sensación de que parece que vas a morirte?-

Sí, así de directo es nuestro Dante.

Crystal jadeó, fruto de la sorpresa.

-¡Tienes suerte de que Jaden no está aquí ahora mismo o juro que te habría golpeado!- chilló todo lo bajo que pudo, puesto que la pequeña se había quedado dormida- Pon a mi pequeña Paola en su cuna, te espero abajo para hablar de esto.

Dante obedeció y cuando hubo acostado a la bebé, se reunió con Crystal en la cocina.

-Vaya- murmuró Dante sorprendido- Veo que estás preparada para darme una charla eh.

-¿A qué te quedas sin galletitas?- le amenazó ella- Siéntate y escucha lo que tengo que decirte.

-Vale, vale ya me siento- se quejó mientras tomaba asiento- No hace falta que te pongas tan agresiva, mujer.

-Calla y escucha- gruñó Crystal pasándole una taza de café- Sin embargo quiero aclararte que no puedes decirle ni una palabra de lo que voy a contarte a Jaden, o las consecuencias para mí no serán muy buenas.

-Tienes mi palabra, suegrita- Crystal refunfuñó sonriendo.

-No sé que tanto crees en la existencia más allá de la muerte- comenzó ella- Pero yo tuve que creer por las malas cuando el padre de mi marido decidió ahogarme en la piscina donde estudiaba.

-¿Me estás diciendo que tú...-

-¿Qué yo morí?- inquirió ella intentando no reír- Sí, lo hice- se encogió de hombros- Cuando era adolescente. El caso es que Jaden es una cosa muy extraña, y recién cuando lo conocí me entregó unas monedas muy chulas que te permitían contactar con espíritus que antaño brujas habían ligado a dichas monedas.

-Casual- murmuró Dante mirándola de forma extraña.

-Jaden me salvó gracias a que hizo un pacto con el mismísimo dibalo, pero éste ya me había encontrado a mí antes para hacerme saber que jamás aceptaría ese maldito trato porque le parecía poca cosa- gruñó molesta- ¡Jaden iba a ofrecerle su maldita lealtad, ¿y eso le parecía poco?!

-Suficiente, Crystal- le cortó Dante- Gracias por intentar tomarme el pelo, pero no ha funcionado.

-Dante- susurró ahora afligida- Yo acepté su trato.

-¿De verdad pretendes que te crea?- inquirió Dante un tanto molesto- Puedo creer en los vampiros, en los hombres lobo, pero ¿monedas? ¿El diablo? ¿Espíritus? ¿Pactos?

-¿Y entonces por qué puedo verte en este mismo momento, Dante?- contraatacó frustrada- ¡Si Jaden muere, yo moriré con él!

-¿Qué tú qué?- Crystal jadeó cuando escuchó la voz de su marido.

Rápidamente volteó para verle y, efectivamente, ahí estaba.
No habían sido imaginaciones suyas.

-Dime que es una jodida broma, Crystal- gruñó Jaden avanzando hasta ella- ¡Dime que no aceptaste esa mierda de trato!- gritó histérico.

No. No puede ser.
Se repetía ella una y otra vez.

-Tú...tú no podí...- ni siquiera terminó la oración cuando ya estaba entre sus brazos, llorando.

-Dime que no lo hiciste- murmuró Jaden abrazándola más fuerte.

-Lo hice, y lo haría mil veces más- declaró ella conteniendo su llanto.

-¡Joder, Crystal!- gritó Jaden preso del pánico, separándose de ella.

-¡Ese día me sentí completamente vacía, y eso que era yo la muerta!- gritó olvidando por un momento su llanto- ¡No tengo ni idea de por qué mierda podía sentir todo ese dolor al saber que nunca más podría estar contigo! ¡Pero lo hacía, Jaden!

Dante decidió abandonar la cocina para darles privacidad. Sin embargo, ahora creía todo lo que Crystal le contó.

-¿Somo inmortales, no?- inquirió bajando el tono de voz- Con suerte jamás viviremos esa situación. Pero te aseguro Jaden, que con trato o sin él, yo me acabaría muriendo si a te te pasara algo.

-Amor...-

-Entiende que eres el amor de mi vida, y que si tu faltas yo no tendría el valor de salir adelante- susurró dolida- A nuestra hija jamás le faltará cariño, amor, protección.

-Eres...- Crystal lo interrumpió nuevamente.

-Soy una tonta, lo sé- bufó molesta mientras limpiaba sus lágrimas- Pero te amo, y cuando una está enamorada  hace locuras.

-Iba a decirte que tú también eres el amor de mi vida pero gracias por aclararlo- comentó antes de besarla.

-Me ofendes- refunfuñó ella haciendo que Jaden riera.

-Ahora dime cual fue exactamente el trato, amor- comentó serio.

-Dos vidas por una- murmuró- Si tú mueres, yo moriré contigo- hizo una pausa- Pero si yo muero, tú no lo harás.

-Maldita sea- gruñó él.

-Eres demasiado valioso para él, y obviamente no le interesa matarte, por eso él simplemente quería darte un incentivo para que te mantengas con vida- se quejó ella.

Jaden asintió y besó su frente.

-Lo solucionaremos, amor- objetó abrazándola fuertemente- Tenemos una niña a la cual criar, y más niños que concebir- susurró en su oído con tono seductor- Tenemos toda una vida por delante que disfrutar.

Crystal asintió en acuerdo.

Sin embargo a ella no le preocupaba el pacto en sí, sino una de las partes que había roto.

Jaden no debía enterarse, y sin embargo acababa de hacerlo.

¿Cuales serán las consecuencias?
Pensó Crystal un tanto aterrada.
















¿Os ha gustado? ♥

La próxima actualización será el final de esta historia, todavía no lo supero :(

¿Qué consecuencias crees que habrá?

Crystal #2 ©Où les histoires vivent. Découvrez maintenant