Capítulo 41

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Comienzo a arreglarme para poder ir a checar lo que quede con Stephen, parece que somos buenos trabajando juntos, hasta ahorita ha tenido éxito en todo lo que hemos trabajado juntos.
Por supuesto James no está de acuerdo en esto, pero yo no me meto en su trabajo así que no le permito que se meta en el mío.

Al salir de la casa veo a Samantha parada afuera, por lo que veo está esperando a alguien pero James ya se fue a trabajar desde hace un rato

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Al salir de la casa veo a Samantha parada afuera, por lo que veo está esperando a alguien pero James ya se fue a trabajar desde hace un rato.
Decido ignorarla y comenzar a caminar, hoy el día es perfecto y no quiero andar en carro, prefiero caminar y sentir el aire fresco en mí rostro.

- ¡Jenny! - Escucho la voz de Samantha a mis espaldas.

Volteo a verla y me detengo, ella acelera su paso hasta llegar a mí. 

- ¿Qué sucede? - Pregunto en cuanto se acerca.

- Quise venir a decirte las cosas yo, estoy segura de que James no sería capaz de decirte lo que sucedió. - Dice y su cara cambia a ¿mustia?

- Sí no te molesta me gustaría me dijeras mientras caminamos, tengo que llegar a una reunión. - Digo y ella asiente. 

- Hoy en la mañana fui a trabajar con James como lo he estado haciendo estos últimos meses, tuve que entrar a su oficina porque el me requería para checar unos documentos.

- Pero te dije claramente que no te quería ahí dentro. - La interrumpo y ambas cruzamos la calle.

- Sí, pero el me mando a llamar porque era necesario. El chiste es que cuando estábamos checando los documentos, nos acercamos tanto y no se como paso, pero comenzamos a besarnos.

Detengo mi paso y volteo a ver a Samantha.

- Es broma ¿no?

- No es broma, cuando nos dimos cuenta estábamos en el sillón de su oficina, no tuvimos sexo pero estuvimos a punto. James me pidió que no dijera nada y me pidió salir de su oficina. También me dijo que podía salir temprano hoy y por eso pensé en venir a decirte de inmediato.

- ¿Cómo sabías que estaba aquí? - Pregunto curiosa.

- Desde que llegamos a la oficina le pregunté a James por ti y me dijo que estabas aquí. Obvio nada estaba planeado.

Asiento sin decir más y continuó mí camino para la empresa de Stephen, algunas lágrimas bajan por mis mejillas. ¿Es que siempre debo de quedar como una tonta? Lo único que James tenía que hacer era mantenerse lejos de cualquier mujer, sólo tenía que respetar la relación que estábamos teniendo.

Entro a la empresa y camino derecho sin avisar a donde iría, encuentro unas escaleras y me siento en ellas para poder llorar a gusto.
De verdad me siento muy mal, sé que aún tengo que escuchar la versión de James, pero no creo que sea tan distinta a lo que Samantha me ha dicho, seguramente culpara a Samantha y listo.

- ¿Jenny? - Escucho la voz de Stephen frente a mí y lo observó.

- Hola, ya llegue. - Digo tratando de sonreír.

- Sí ya te vi.  ¿Por qué estás llorando? - Pregunta con el ceño fruncido.

- Es que James - Digo y comienzo a llorar de nuevo. 

- Vamos a mí oficina, no es bueno que todos te vean llorar aquí.

Asiento y comienzo a subir con Stephen para ir a su oficina.

■■■■

- Vaya, jamás pensé que todo fuese un contrato, en las fotos se veían realmente enamorados. - Dice Stephen después de que le he contado todo.

- Sólo fingiamos, pero después se volvió real, bueno, sólo para mí al parecer.

- No siempre podemos ser correspondidos peque, a veces nos toca ser la persona que se enamoró de alguien que no nota nuestra presencia o de alguien que ya está enamorado de alguien más.

- Con todo esto, olvide la reunión que teníamos. - Le digo con pena.

- No pasa nada, tu ve a descansar y sí mañana te sientes mejor, mandame un mensaje temprano para preparar todo.

Asiento pero no me levanto, para ser sincera no me quiero ir de aquí, al salir de aquí voy a volver a mí realidad, tengo que enfrentar a James y no se bien que va a salir de eso.

Escucho mí celular sonar, veo y es una llamada de Leila, seguramente James está con ella y le pidió que me llame.

- Hola - Respondo de inmediato.

- Hola preciosa, oye ¿en donde estas ahorita?

- Estoy trabajando ¿Por? - Veo a Stephen y el me mira confundido.

- Ah bueno, sólo quería saber. Dice James que si quieres que alguien pase por ti.

- No, dile a James que no necesito que alguien venga por mí y no se hasta que hora voy a terminar.

- Bueno preciosa.

- Leila, por favor quita el altavoz, quiero decirte algo.

- A ver espera. - Dice y puedo escuchar como abre una puerta, el aire se escucha por la bocina.

- Ya dime, salí a la terraza para que James no escuche.

- ¿Samantha estuvo en la oficina con James en la mañana?

- Sí, desde que llegaron estuvieron ahí juntos, después salió Samantha y hasta ahorita no ha regresado.

- Vaya suerte la mía. - Digo y ya quiero llorar de nuevo.

- ¿Qué sucedió he? - Pregunta Leila.

- Samantha fue a buscarme, me dijo que se besaron y terminaron en el sofá de la oficina.

- ¿Por eso se fue?

- Me dijo que por eso se fue de la oficina.

- Estúpido James. Pero igual deberías hablar con el, ya después tomas la desicion que sea mejor para ti preciosa, sí necesitas donde dormir puedes ir a mí casa. Debo regresar a trabajar.

- Gracias, te quiero.

- Te quiero hermosa, bye.

Cuelgo y observó a Stephen que está revisando algunas cosas en su computadora, me observa unos segundos y yo hago una mueca.

- No quieres irte ¿cierto?

- Cierto pero no puedo estar aquí molestando.  - Digo levantándome.

- Puedes quedarte aquí el tiempo que quieras, no tengo problema con eso y me gusta tu compañía.

De un día a otro. (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora