Traición [Chaennie G!P] BLACKPINK

Un hijo

Jennie Kim

Bajé de la camioneta caminando hacía el supermercado. Los últimos meses habían sido fatales para mí y no tenía nada en casa. Cada vez que habría la refrigeradora decía que compraría más comida pero al final nunca lo hacía. Sólo esperaba a tener hambre y salía a comprar algo, ya nada me importaba.

Me dirigí a la sección de aseo. Necesitaba urgentemente cosas para mi aseo diario como champú, desodorante y varios rollos de papel higiénico. Tomé un carrito de compras y lo empujé por el pasillo. Vi los champuses, iba a tomar uno cuando un movimiento a mi lado me detuvo. Una mujer de lado, realmente embarazada, quería alcanzar una loción. Iba a ayudarla pero el chico a su lado lo tomó por ella.

—Aquí tienes Rosé —Dijo él.

Ese nombre.

Mi corazón se detuvo abruptamente para luego latir con rapidez. Volteé mi cabeza hacía ella.

— ¡Rosé! —Exclamé mirándola. Ella al darse cuenta que era yo, bajo ropa y apariencia descuidada, me miró con los ojos abiertos como platos. Bajé la mirada para ver su panza. Estaba gigante. Ella estaba embarazada. Sentí que se me bajaba la presión.

—Vámonos— Rosé se volteó hacía el chico pero la tomé del brazo. Al instante la solté sabiendo que no era lo correcto.

—Rosé, es-estás.... emba-embarazada —Dije tartamudeando por la impresión.

Rosé cerró los ojos intentando calmarse. El chico a su lado puso una mano sobre su hombro, al instante lo miré mal pero ni se inmutó.

— ¿Podrías dejarnos un momento a solas? —Preguntó al chico, él asintió y se fue dándole un beso en la cabeza. Apreté mis puños. —Este no es lugar para hablar, Jennie. Ven conmigo.

Me llevó afuera del supermercado, al estacionamiento. Su cabello estaba más largo y pude darme cuenta que bajo la luz del sol brillaba. Ella estaba radiante y se le veía en paz y feliz.

¿En unos meses podría ella haber encontrado la felicidad? Porque lo único que yo hacía era revolcarme en la miseria y sufrir por el daño que había hecho. Vagamente tenía la esperanza de que ella me perdonara, no ahora, tal vez en algunos meses pero ahora la veía así, no podía... No sabía qué hacer.

—No era mi plan decírtelo así como así. —Dijo ella mirando su vientre redondeado. —Tenía planeado hacerme una ecografía y pedirte que te hagas la prueba de ADN para que me creas, pero podemos hacerla aún. —Se encogió de hombros. —Cómo puedes notar, estoy embarazada. De ti.

Sentí que mi corazón se rompía y se volvía a unir. Esas palabras quedaron grabadas en mi mente. Oh por Dios, iba a tener un hijo. Un bebé. Quise reír y saltar a llorar, pero todo eso quedó nublado al ver las lágrimas de Rosé.

—Rosie, no llores. —Quise acercarme pero me contuve. —Yo me haré cargo, no tienes que preocuparte de nada, yo...

Ella me cortó levantando una mano.

—No lloro por eso —Negó con la cabeza. Se secó las lágrimas y sonrió irónicamente. —Sólo que nunca pensé tener un hijo en estas condiciones.

Fruncí el ceño. Ya sabía a qué se refería. Nosotras separadas por mi maldita culpa era esa condición. Quise explicarle las cosas, quise decirle lo que me pasó, quise decirle tantas cosas pero me contuve.

—Debo irme —Dijo mirándome tristemente. —Mi amigo me está esperando.

— ¿Amigo? —Pregunté enarcando una ceja.

Rosé ignoró eso.

—Tengo tu teléfono. Te llamaré para acordar una cita con la doctora. Adiós Jennie.

—Espera, Rosé. —La llamé antes de que se vaya. Me miró esperando a que diga algo. — ¿Aún... aún tengo oportunidad?

Ella hizo una mueca acercándose a mí.

—Vamos a tener un hijo, Jennie. No tendré ninguna relación contigo, solo amistad. Por nuestro hijo.

Asentí haciendo una mueca.

— ¿De cuánto tiempo estás?? —Pregunté mirando su vientre. Se veía tan redondeado.

—Seis meses.

—Se te ve bien.

—Estoy bien —Replicó ella alejándose. Me quedé ahí de pie, viendo cómo se iba la madre de mi hijo.

Estúpidamente yo lo había arruinado, y haría todo lo posible para retroceder el tiempo y cambiarlo todo. Pero no se podía. Y eso me dolía tan profundamente. Ahora mi única meta era tratar de ser mejor, no para mí, o para Rosé. Sino para mi hijo.