True Love | WooGyu

2. Boda

El olor de los tulipanes que adornan todo el jardín trasero de la enorme mansión Nam le está causando náuseas.

Y es que, no sólo es el hecho de que Sung Kyu está agotado porque, el día anterior, se la pasó recorriendo media ciudad acompañando a su madre a todas las tiendas de ropa que conoce, pues no encontraba qué vestido usar, sino porque, no desea estar en primera fila para observar cómo su hermano menor se casa con el hombre de sus sueños. Y para colmo, él es el encargado de entregar los anillos de boda.

Aunque, ese frustrante detalle no le impide imaginarse usando la preciosa gema de oro blanco con incrustaciones de diamantes, cuando abre la fina caja de terciopelo para cerciorarse de que ambas joyas están en su lugar.

Suspira largamente y levanta la vista para observar a Woo Hyun, quien permanece frente al juez, con su impecable traje negro y una hermosa sonrisa adornando su atractivo rostro, mientras espera por Sung Jong.

Él no le presta la menor atención; Woo Hyun sólo tiene ojos para su hermano menor.

La suave marcha nupcial empieza a sonar, y todos los invitados giran la cabeza para ver cómo Sung Jong camina sobre el sendero cubierto de pétalos de rosas, sosteniendo la mano de su madre. La emocionada mujer no ha dejado de sonreír, y se limpia las escurridizas lágrimas de felicidad con un pañuelo desechable para no arruinar su maquillaje.

Sung Kyu los ve llegar a donde está Woo Hyun, y una enorme sonrisa se dibuja en el rostro de su hermano menor. Sung Jong suelta la mano de su madre para tomar la de su futuro esposo. El galante hombre asiente despacio, y el magistrado inicia el tan esperado monólogo cuando ambos se acomodan uno al lado del otro.

—Estamos reunidos en esta maravillosa tarde para presenciar la unión matrimonial entre Nam Woo Hyun y Kim Sung Jong. Si alguno de los presentes conoce un impedimento para que este acto no se lleve a cabo, puede hablar ahora.

Escuchando atentamente, Sung Kyu aprieta los labios. Por un instante quiere gritar que sí hay una razón para detener la boda: que él está perdidamente enamorado de Woo Hyun. Pero entiende que no debe; su madre lo mataría y sabe de sobra que a ella no le importaría tener solo un hijo.

La señora Kim es demasiado feliz con este matrimonio porque vivirá rodeada de lujos y por supuesto que Sung Kyu ha pasado a segundo plano, aunque, no es como si antes hubiera estado en el primero, después de todo, su madre siempre le hizo notar que Sung Jong es su favorito. Ahora con mayor razón.

El hombre que oficia el casamiento pide los anillos, y entonces Sung Kyu escucha con suma atención la solemne promesa que Woo Hyun le hace a su hermano mientras desliza la hermosa joya en su dedo:

—Yo, Nam Woo Hyun, te tomo a ti, Kim Sung Jong, como mi esposo y prometo serte fiel y cuidar de ti en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida.

El galante hombre mira a su prometido con demasiado anhelo, y Sung Kyu se obliga a tragar el doloroso nudo que se ha amarrado en su garganta. Después observa a Sung Jong y le parece un tanto extraño que su rostro no resplandezca de felicidad como lo hace el de Woo Hyun; no obstante, toma el otro anillo y pronuncia las mismas palabras que dijo su futuro esposo mientras pone el brillante objeto en su dedo.

—...y en virtud de los poderes que se me han conferido, yo los declaro: esposos. Pueden besarse.

El estómago de Sung Kyu se estruja cuando los labios de Woo Hyun se unen a los de Sung Jong, y de pronto, el lugar se llena con los gritos y las felicitaciones de los presentes, sobre todo de los que han asistido por parte de su madre. Son algunas personas que conoció en sus mejores años y a quienes no iba a dejar de presumirles la boda de su hijo menor; más aún cuando se ha casado con uno de los hombres más ricos de la ciudad.