XXXVI.

3.8K 289 42
                                    

XXXVI. do i wanna know?

Me quería ir. Todo me daba vueltas y había mezclado alcohol con drogas, cosa poco recomendable que digamos.
Mi amiga parecía estar demasiado cómoda en el regazo de una chica que no conocía mientras se movía al ritmo de la música.

El mundo seguía girando a mi al rededor y yo estaba sola.
Me cayó la ficha de que estaba sola, y siempre lo iba a estar. Me daba un poco de lástima, pero no podía hacer nada.

Apoyé mis codos en la barra y observé un punto fijo sin nada interesante que pensar. Mi cabeza estaba en blanco y cuando me propuse a dirigirme a donde estaba mi amiga para avisarle que me iba, alguien me agarró de atrás, sujetándome fuerte por la pelvis y apretando su cuerpo en mi espalda.

No estaba para pelotudeces.

—¡¿Qué mierda haces, chabón?! —Grité lo más alto que pude deshaciéndome de su agarre.

Cuando me di vuelta para ver si lo conocía y vi quien era, una parte de mi se tranquilizó mientras la otra pensaba; "era obvio".

—¿Qué te pasa gatita? ¿Estás de mal humor?

—Para vos, sí. Y no me digas así.

Solté todo el aire que tenía en los pulmones mientras rabiaba de bronca. ¿Qué se pensaba ese pendejo? ¿No le daba vergüenza?

Ignacio borró la sonrisa de su cara y puso las manos en los bolsillos, como de costumbre cuando quiere hacerse el pobrecito.

—Pensé que vos también me extrañabas.

Eso había sido la cosa más rara que había escuchado en mi vida, teniendo en cuenta de que las cosas con Ecko no estaban nada bien y que ni siquiera sabía dónde estaba parada.

—¿También? Posta que no tenés rostro.

Él se rió apenas, pero enseguida frunció el ceño y agarró mi mentón, levantando un poco mi cabeza para examinarme.

—¿Estás enferma?

Uh, otro más.
Ya me tienen harta.

—Sí. —Mentí. —Y por eso me voy.

Me di la vuelta pero el pibito no se cansó rápido.

—¿Por qué sos así conmigo? Hablemos.

Bufé. Siempre la misma historia.

—¿Así cómo, Nacho? ¿Ahora que es lo que te pasa? ¿Qué me vas a decir? ¿Que querés hablar conmigo? ¿Que te arrepentís? ¿Lo mismo de siempre? Ya me aburrió tu libreto. Conseguite otro, hermano.

Lo vi morder su labio inferior mientras me alejaba de a poco.

Me sentía realmente mal. Mi mandíbula apretada y mis manos temblorosas solo me recordaban que si no llegaba pronto a casa, probablemente me iría mal.

—Te llevo, Lola.

Le iba escribiendo un mensaje a mi amiga, avisándole que me iba porque me sentía mal aunque ella estaba en el mismo lugar que yo. No quería que me viera en esas condiciones.

—No. Me tomo un taxi.

—No me cuesta nada, no tomé, te puedo arrimar en el auto.

Sí, seguro no tomaste. Ahora créetelo vos.

—No —escupí simplemente, mientras me concentraba en teclear bien el texto para Pipi.

—Dale, Lo...

—Dios, está bien —solté para que se calle. De todas formas me sentía muy mal y no era una mala idea llegar lo más rápido posible.

Guardé mi celular luego de enviar el WhatsApp.

fix you - dukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora