XXXXIII.

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XXXXIII. esto no es pa que llores, pero vayas donde vayas, vas a escuchar mis canciones.

—Che, ¿puede ser que tu wacho esté re en pedo?

—No es mi wacho —me quejé rodando los ojos. Observé a Nacho desde la barra. Clara no paraba de reírse mientras Mauro, mi mejor amigo, hacía ademanes intentando imitar la manera de actuar de Ecko. —Y sí, sí puede ser —reí, cuando lo vi cantando con tremenda pasión una canción de Damas Gratis.

Estábamos en el baile, Clara había decidido ceder y darle una oportunidad a Ecko, dejando el resentimiento de lado por haberme hecho todo lo que me hizo en el pasado, con la excusa de que, según ella, había sido gracias a él que yo había pasado este último tiempo difícil fuera de mi cama y sin pañuelos por todos lados ni necesidades excesivas de mirar películas tristes y ahogar mis penas en helado. Lit se acordó de que tenía una mejor amiga mandándome un mensaje ese mismo sábado, entonces llegué a la conclusión de que lo mejor era salir con ellos para divertirme un poco, que buena falta me hacía.

Mauro no se llevaba muy bien con Ecko. De hecho, era muy probable que se odiaran, pero tampoco era como si estuviese en mis planes que luego de contarle a Ignacio que iba a salir con mis amigos él me dijera "voy con ustedes".

Así que ahí estaba, con Mauro poniendo a prueba y encontrándole defectos a Ecko cada dos segundos, y Clara haciendo lo posible por calmarlo y explicarle que lo qué pasó, pasó... (aunque a ella le había costado un poco bastante entenderlo), (más que a mi, incluso).

—Ni siquiera me acuerdo de la última vez que te vi reírte sobria —gritó por encima de la música mi mejor amiga.

Ignoré su comentario, no me iba a poner emocional ahora mismo, aunque era verdad, hacía un montón de tiempo que no disfrutaba estando en mis cinco sentidos totales. Y a decir verdad, me gustaba. Bastante. No era tan aburrido como pensaba que sería.

—Ya vengo, eu —habló ahora Mauro, mirando hacia un punto remoto del lugar. Asentí, suponiendo que había visto a algún conocido. Pasaba seguido cuando salía con él, al igual que con Ecko, esos pibes se conocían a medio país.

Odiaba un montón el hecho de que mi mejor amigo se llamara de la misma manera que se llamaba mi ex, y no había podido parar de pensar en eso en toda la tarde. Era como si recién me hubiese dado cuenta y mi cabeza había hecho cortocircuito.

Sin embargo, de a poco, llegué a la conclusión de que ya no estaba tan triste como antes. Por fin, después de un par de semanas, había podido soltar un poco (aunque sea) todo lo que había pasado, y, dentro de todo, me gustaba sentirme un poco más libre de esos pensamientos que no me llevaban a ningún lado.

Me encontré a mí misma apoyada en la barra, como siempre, mientras veía como Clara se iba acercando a un grupo de pibes que se me hacía conocido, pero no les di mucha bola.

Nacho hablaba animadamente con un montón de personas también, y me sentí un poco sola.

O mis amigos conocían a mucha gente, o yo era una antisocial de mierda que salía y no la saludaba ni el perro.

Probablemente la segunda.

—¿No me das una cerveza? —Le pregunté al barman mientras rebuscaba en mi cartera algunos billetes desperdigados que seguramente se encontrarían por ahí. El tipo asintió y me entregó una botella chica de Corona, luego de destaparmela con la mejor de sus sonrisas. —Gracias.

Mis oídos comenzaron a sentir una serie de sonidos conocidos y bufé, era obvio que eso iba a pasar.

"Quavo" había empezado a sonar y tensé la mandíbula maldiciendo al dj. Era la primera vez que salía después de terminar con Mauro y nunca me había puesto a pensar en las consecuencias de haber salido con un artista, y más si era músico.
Me iba a tener que acostumbrar a pensar en él cada vez que escuchaba una de sus canciones o veía sus afiches por las calles.

fix you - dukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora