9.

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Joel

—Eh... —dice Richard con un poco de timidez, va en el asiento del conductor de la pick up. Acepté que me llevara hasta la casa Lebrón, y supuse que empezaba una conversación para que le ambiente no estuviera tenso. —Te veo un poco... distraído. 

—Sabes que no hablo mucho. 

—Lo sé, sólo que te noto disperso, hasta tenso ¿todo bien?

—Sí, todo bien. —digo, no miento, en verdad, creo que todo está bien.

—Vic tiene ojos arrolladores ¿no? —comenta con una sonrisita.

—¿Qué dices?

—Te vi hablando con ella... muchos los vieron, de hecho. Pero ustedes parecían muy entrados en su conversación.

—Pues, sí hablamos, todo el mundo conversa.

—Ya. Sabes... hace una semana Vic vino a la carnicería, algo agitada, me dijo que Fedra estaba portándose muy rebelde y me preguntó como calmarla con el método para cazar caballos del mar. —entonces pongo especial atención a lo que me dice.

—¿Te preguntó como se capturan?

—Sí... no sé qué se traiga entre manos, eso de Fedra no se lo creo en absoluto, por un momento pensé que querría atrapar a uno de esos para la carrera. Pero es imposible.

—¿Qué es imposible?

—Que quiera competir, digo, tiene a su hermano Rafael, Julián ya no vive con ellos por una pelea que tuvieron. Pobre del chico si queda desamparado...  o a cargo del mayor.

—Tiene una razón para seguir viva. —pienso en voz alta. 

—¿Qué?

—Nada. —respondo de inmediato. —¿Sólo por Rafael sería imposible que lo intente?

—Sería una misión suicida, Joel. Tan sólo pensar que mi primo competirá de nuevo me pone nervioso, sí, es emocionante presenciar las carreras, pero es diferente cuando se trata de un familiar, en lugar de estar atento al caballo que le apostaste, estás más al pendiente de tu familia. No me puedo imaginar a Vic en uno de esos animales, es tan... pequeña, y tú sabes como es la gente en este pueblo.

—Si supieran que una mujer quiere competir, todo el mundo pondría el grito en el cielo.

—¿Tú como te lo tomarías?

—¿El qué?

—Que una chica quisiera competir.

—Yo no me intimido por nadie, da igual el género, origen, o rasgos. La competencia es la competencia. No voy a dejar ganar a nadie, y nadie me va a dejar ganar a mí, y eso es lo que hace a las carreras lo que son. Punto.

*****

Joel

Acabo de soñar con la noche en que mi padre, dos de sus amigos... y yo capturamos a Orkan. Hay una creencia popular que dice que los caballos marinos que son atrapados durante la noche son más fuertes y rápidos a la hora de las carreras.

No soy mucho de creer en esas cosas, Kalë es una isla llena de leyendas y creencias. Es mayormente católica, pero a pesar de eso, todos adoran a Kobyla "la diosa yegua", incluso el Monseñor Quevedo, el único sacerdote de la pequeña capilla, asiste a la ceremonia que cada 27 de octubre se le conmemora, él mismo no la considera una tradición pagana, cosa que para muchos religiosos sí lo es.

Kobyla es representada con cuerpo de mujer con curvas generosas, piel morena, ropa del color de la arcilla, joyas doradas y una cabeza de caballo negra, la gente dice que es la protectora de cualquier animal de carga (caballo, burro, mula), jinetes y marineros.

Riendas » joel pimentel || TERMINADAWhere stories live. Discover now