Are Tears | Yoonmin [Segunda Parte]

#11

Jiwoo salió de la habitación algo exaltada por la noticia que le acababan de dar. Podían decirle de todo, pero jamás creería que su padre es capaz de hacer eso.

Aunque fuera creíble a ella no le sorprendía o le impresionaba esa –según ella– mentira que le dijeron sus hermanas hace un rato. Con toda la rabia del mundo se fue alejando de Yerin quien hacía su esfuerzo por convencer a su hermana de que esa era la verdad.

Dejó de gritarle en cuanto se escucharon unas voces, la aguda con un toque grave era de su  hermana, nunca la confundirían, pero había otra que era sepulcral y fría ¿De quién sería?

Las niñas se paralizaron al instante. Seolhyun asomó su cabeza y volvió a esconderse, salió de su escondite con un espejo de plata con una aguamarina incrustada por la parte de atrás. Caminaba con toda la tranquilidad del universo sin hacerse sospechar. Miró a sus hermanas que la miraban tratando de arrancarle las palabras de la boca, lo único que lograron recibir de su hermana fue el sonido de las serpientes cuando sacan su lengua, sólo que ella mostró sus colmillos. No las odiaba, sino que no soportaba que la miraran así.

Al alejarse lo suficiente puso el espejo frente a ella sin antes voltear su cabeza a todos lados.

—Puedes salir.— dijo la chica sentándose en el suelo, rápidamente no era su imagen la que estaba reflejada en el espejo, era la de Yoongi.

—¿Quienes son esas niñas?— preguntó el hombre en el espejo. Seolhyun volteó a verlas.

—Mis hermanas de parte de Chanyeol.— dijo con fastidio la chica, Yoongi hizo una linea recta con sus labios, no podía imaginarse a su esposo teniendo relaciones con aquel hombre. Excepto con él, claro.

—¿Por qué las tratas así? Deberías aceptarlas.— Seolhyun de insofacto miró el espejo.

—Aún no logro asimilar que sean mis hermanas.— dijo bajando la mirada rápidamente. —Incluso si son de él...— Yoongi asintió varias veces, no podía ser el mejor padre, pero se pudo poner en el lugar de su hija perfectamente.

—Te entiendo Seol.— la chica prestó atención a lo que decía su padre. —Sé que puede ser duro... Pero así son las cosas y debes aceptarlas tal y como son.— Seolhyun sonrió y su sonrisa duró pocos segundos, se le pasó por alto un detalle.

—Papá... ¿Cómo falleciste?— Yoongi tragó grueso y empezó a relatar.

Al llegar aquí todo iba bien, a Taehyung raramente lo dejaron pasar, pues a los encargados del barco nunca les dan el pase al palacio.

Me habían citado para hablar sobre ti y su hijo, querían organizar todo para que pudieras conocerlo y ver si podían comprometerse. Según Taehyung ellos en su sistema tenían magia negra y que podrían ser peligrosos para nosotros. Pero yo no le creí.

Y fue un gran error.

Descubrimos los planes de Chanyeol y todo acerca de él, pues nos parecía conocido el nombre "Hwasa" con todo y eso Taehyung sabía que algo malo tramaban contra mí.

Me encadenaron por un buen tiempo en ese lugar. Taehyung fue atrapado también y allí la dama Miyeon, obligada por Chanyeol, escribió la carta que anunciaba mi muerte. Al saber que el vampiro se había ido a mi palacio intenté hacer todo para liberarme, pero nada funcionó.

Con eso, fueron atrapados los otros. Seokjin fue tomado como rehén al igual que los otros. Taehyung y Xiumin trataron de defenderme pero fueron convertidos en piedra.

La dama Jessi, Tzuyu, Minzy y Hye nunca supieron de este palacio, o eso dicen, según que fueron atrapadas por Hwasa en un lugar alejado.

Hasta ahora... Lo único que pueden hacer para salvarme es repetir mi nombre diez veces, llevan cinco.

Pero con una condición... Jimin debe decir las tres últimas. Cada uno de nosotros tiene una sola oportunidad.

Se escucharon unos pasos y voces cerca de ellos. Yoongi se ocultó y Seolhyun se levantó del piso poniendo el espejo bajo un mantel.

La chica de cabello largo oscuro y piel semioscura se asomó al escuchar a Seolhyun hablar con su padre. Sólo pudo ver a la joven dentro de la habitación sin hacer absolutamente nada. La mujer se acercó a ella y la inspeccionó de pies a cabeza.

—¿Qué haces aquí tan solitaria?— (La canción de (G)I-DLE JSJJSJSJS) Preguntó la mujer tomando el hombro de la joven. Seol Se quedó con la garganta seca donde saber que responder.

—Eh... Me gusta estar sola algunas veces.— mintió la chica algo nerviosa. Parecía ser que la mujer estaba convencida, aunque debía preguntarle algo a la chica.

—Hey...— Seolhyun volteó a verla. —Eres adoptada ¿no?— asintió lentamente. —¿No tienes ningún recuerdo de tus padres verdaderos?— negó. —¿Qué recuerdas antes de ser hija de los reyes?— Inhaló duro y botó el aire.

—Una gran cortina roja... La abrí y salté de allí, no sabía volar aún, así que caí en la nieve golpeandome la cabeza...— Hwasa escuchaba con atención el relato. Con razón no la recordaba a ella. —Cuando desperté... Un cazador quería asesinarme, corrí lo más que pude y su majestad Park Jimin me encontró y me acogió en su palacio. De allí no recuerdo más nada que haya pasado antes sólo... Un peluche negro... Un espejo con mi nombre en él... Y una tiara de obsidianas.— Tomó la tiara y se la mostró a la chica.

—¿Cómo ésta?— la chica asintió rápido y empezó a recordar más.

—También una puerta con rombos rojos... Y un rostro.— Hwasa estuvo más intrigada aún.

—¿Qué haces?— la mujer se acercó a la niña que estaba en el barandal mirando al suelo.

—Estoy aburrida.— dijo aún mirando sus pies. La mujer rodó los ojos.

—¿Por qué no te vas a comer nieve cómo los otros niños. Odias lo que te doy así que...— la mujer  notó que la niña no la escuchaba. —Hey.— volteó su cabeza hacia ella. —Mirame cuando te hablo.— la niña gruñó y se volteó bruscamente. La mujer la golpeó con un látigo haciéndola caer. Asustada, corrió a su habitación y se encerró allí.

—Ese rostro.— Seolhyun abrió sus ojos de golpe y miró a la mujer al frente asustada. — ¿Eres mi mamá?— preguntó a lo que Hwasa se acercó con intensiones de abrazarla. Seol se alejó de ella tomando el espejo y alejándose poco a poco. —¡Alejate de mí!— gritó haciendo espantar a la mujer.

Su madre era Hwasa... ¿Quién era su padre?

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Estoy bajo un aire acondicionado con las cornetas a mil mientras escribo esto acostada en el piso

👏👏👏👏👏

Volví :3

¿Qué tal están? Yo... Tengo frio XD

Y Me pregunto por qué siempre tengo alergias :P

See u in the next chapter :D

La Aguamarina y la obsidiana son piedras preciosas por si no lo sabían.