#15

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Las rosas de luna eran realmente especiales. Difíciles de conseguir y cultivar. Sobretodo, una de las flores más codiciadas en el mundo.

Capaz de sanar a los emfermos más rápido, utilizada para la hechiceria para que los hechizos sean efectivos o para hacerle una petición a la luna.

No sabía como, pero Yoongi le regalaba a Jimin de esas flores, decía que un chico tan bello como él, merecía algo igual de hermoso. La última que le regaló aún la conserva, guardada en el gran cuarto donde descansaba. Le sorprendía que Chanyeol no las rompiera.

Lamentablemente al acercarse a las macetas tenían un sistema de protección mortal, plantas de ajo estaban alrededor de las flores. O eran para los vampiros o para los murciélagos... Una de dos.

Jimin se quiso rendir, las posibilidades de que muriera eran infinitas, era muy sensible al ajo. Más que a todos los vampiros de Transilvania.

Miró de nuevo las plantas y estaba a punto de retirarse, pero... Debía salvar a Jin.

Debía salvar a Yoongi... De alguna forma u otra.

Arriesgándose a todo, Jimin fue hacia las macetas e hizo todo lo posible por mantenerse lejos del ajo. Terminó con varias quemaduras y heridas, pero al menos consiguió dos flores.

Rápidamente salió de allí y fue hasta el palacio, corriendo, se tropezó y pudo divisar una silueta que estaba cerca de las macetas. Tomó una rosa y la acercó a la luz, se marchitó y de allí salió un tallo del suelo.

Sin prestarle importancia, volvió a su rumbo hacia el palacio. Tal escena que había visto le parecía conocida. Como si se la hubieran relatado.

Al llegar allá preparó lo que necesitaba Seokjin. Tomó la tetera y se dirigió a la habitación donde estaban ellos. Jin se levantó inmediatamente al ver a Jimin.

—Muchas gracias Minnie.— dijo y empezó a servir. Le dio una a Jungkook para que su mordida sanara y no se hiciera efectiva. Jimin trató de servirse también pero las partes heridas chocaron con la parte caliente, soltó un grito por el ardor y la sacudió varias veces llevándosela a la boca. Jin preocupado empezó a de revisar y a olfatear determinando que era ajo lo que le había causado esas heridas a Jimin.

—Jimin...— El rubio apartó su mano y la escondió.

—No es nada...— dijo aún ocultando su mano. Jungkook se acercó y la tomó para revisarla.

—¿Qué te paso?— preguntó pasando de un dedo al otro con tranquilidad. Cuando tocó la herida directamente Jimin le gruñó poniendo sus ojos color carmesí, Jungkook se asustó y lo soltó.

—Me lastimé con plantas de ajo.— El pelinegro volvió a tomar su mano con más delicadeza. Suspiró y la volvió a soltar.

—Sé como curarlo.— Jimin alzó su mirar. —Pero no tengo el material... Quien lo hacía de forma efectiva era...Tae...— unas cuantas lágrimas salieron, Namjoon y Hoseok lo abrazaron tratando de consolarlo. Jimin sabía lo que sentía Jungkook. Era un sentimiento horrible saber que esa persona ya no estaba aquí.

Se escuchó la puerta abriéndose, Jimin se escondió y desde donde estaba pudo ver quien entraba allí.

Ya decía que Chanyeol tramaba algo.

—¿Qué tal~?— Chanyeol rió de forma gutural y los miró a todos. —No puedo creer que han sobrevivido tanto. Es en serio, en serio.— todos lo miraban con toda la molestia del mundo. Abrió la tetera para luego tomarla. —¿De dónde sacaron esto?

—Los pétalos llegaron hasta acá.— respondió con seriedad Namjoon. Chanyeol se acercó aún más a Jin a punto de ponerle las manos encima. En un movimiento rápido, Nam tomó su muñeca con fuerza. —No vayas a ponerle un dedo encima ¿Me escuchaste?— Chanyeol rodó los ojos y se zafó de su agarre.

Are Tears | Yoonmin [Segunda Parte]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora