Te encontré» ym/jimsu

Jungkook

«En el medio de los árboles, solamente se escuchaba el sonido del viento y el ruido de las hojas al ir de un lado a otro como un remolino, lo que provocaba que su respiración agitada fuera mucho más notoria.

Chocó su espalda contra el grueso tronco de un árbol, tocó poco más abajo del hombro y tuvo que ahogar un gemido de dolor. Al ver sus manos, ellas temblaban y la sangre escurría de entre sus dedos, maldijo en silencio al darse cuenta que la cortada era mucho más grande de lo que creía.

No tuvo otra opción más que sentarse a esperar unos minutos e intentar retomar camino, pero al sentir el dolor intenso en sus costillas, temió porque no pudiera andar más rápido y mucho menos por el cojeo que tenía en la pierna izquierda. Todo aquello tardaba su escape y él sabía de debía irse lo antes posible.

A dónde podría ir, no lo sabía, pero cualquier lugar era mejor que estar encerrado en cuatro malditas paredes. Aún recordaba el a verse quejado numerosas veces en silencio por estar solo, pero una vez que conoció a la persona que sería su pase a su trágico destino, que ahora pensaba y rogaba que era parte de su pasado, supo que después de todo, estar solo en el mundo era mucho más seguro.

Cualquier lugar sería mejor que aquí. Y era verdad.

Echó su cabeza, apretó su mandíbula demasiado duro cuando intentó parar la sangre que fluía de su brazo con un pedazo que arrancó de su camisa vieja y en su lugar había provocado un ardor insoportable.

De repente guardó cualquier chillido que saliera de si boca al escuchar las ramas romperse. Su ya agitado corazón bombeo más rápido, a pesar de que estaba cubierto por los matorrales, Jungkook sabía que en cualquier momento lo descubrirían, debía irse.

—¡Búsquenlo!
Jungkook reconoció aquella voz, podía hacerlo aunque pasaran mil décadas y su vida dependiera de ello mucho más.  Así que aguantó incluso la respiración e hizo el mayor esfuerzo por quedarse ahí y pasar desapercibido. —Si no lo encuentran, todos ustedes tomarán su lugar ¡Entendido!

Los hombres parecieron alejarse en la dirección contraria a él, eso hizo devolverle el aire a sus pulmones, pero seguramente seguía por ahí cerca el perro más peligroso, lo podía sentir. —Sé que estás aquí— el vuelco en su corazón lo hizo palidecer, incluso su vista falló por una fracción de segundo y el sudor en su frente se volvió más intenso.

—Cualquier lugar al que te vayas, no puedes escapar— Jungkook intentó hacerse aún más pequeño y guardarse en ese lugar entre los matorrales, pero sabía que lo que tenía que hacer era huir y eso se volvió imposible desde que su pierna empezó a fallar varios meses atrás, ahora el dolor es más intenso cada vez que ocupa de más su pierna.

—Por favor, prometo ser bueno, te necesito— crujió una rama, lo sentía aún más cerca. El temblor en su cuerpo se hizo más intenso, no sabía si era por su herida o por el pánico que acechaba su cuerpo. —Tú eres el único cachorro bien portado que tengo y por eso no será malo tu castigo por escaparte, lo prometo.

Bastardo. Fue su primer pensamiento ante su tono dulce y amoroso que siempre ocupaba con los más pequeños.

—Muy bien, es suficiente. Dejémonos de bromas.
Jungkook veía por todos lados, pero ninguna señal de él, sólo su estúpida voz que siempre disparaba el terror inigualable en su ser.

Su vista volvió a fallar y el escalofrío que se presentó supo que en parte era por la herida que se había ganado en un forcejeo. Sólo debía aguantar un poco más, se repetía.

Y el crujir de otras más, más cerca— Estoy aquí, bebé.
Jungkook supo que era su fin. Cuando el rostro que siempre iba cubierto se presentó frente a él, todo su cuerpo entró en un estado de impresión, negaba una y mil veces, pero no podía hacer nada para que sus piernas cedieran e intentar escapar.