Te encontré» ym/jimsu

HoSeok

Al entrar a la casa Fénix, HoSeok se sintió sólo un poco nostálgico. Había pasado ya una década tras su partida y nunca creyó que en medio de un problema dentro de Hope, tendría que venir a Fénix  y volver a ver a las personas que alguna vez quiso y terminaron dándole la espalda.

Ciertamente HoSeok no era una persona que guardara resentimiento, pero en aquel fatídico día, cuando se vio nuevamente solo rodeado de miles de arboles, en la oscura y gélida noche de invierno, pensó que si alguien merecía su animadversión eran aquellos dos hombres que no se tentaron el corazón para desterrarlo, y dejarlo a su suerte. HoSeok podía creer que tal vez él se lo había ganado, pero aún sobre eso, pensó que ellos podían creerle en al menos algo.

No pudo evitar sonreír al mirar por su rabillo de ojo a Namjoon, lo seguía con tanto ímpetu que parecía ser Hoseok el asesino que tanto han buscado. No era para menos, pensó Hoseok, si él los había traicionado una vez, Namjoon creía que volvería a pasar en cualquier momento.

—¿A qué has venido, HoSeok?— Habían sido los primeros en llegar a la habitación.

HoSeok tomó una manzana del escritorio de Jimin —Bueno —mordisqueo un poco, continuó: — Creo que el destino se empecina a que estemos y corramos de nuevo juntos.

Namjoon no contestó la sonrisa de HoSeok, al contrario de eso, se puso mucho más rígido en su lugar. La incomodidad que mostraba era evidente, casi lucia asqueado con la presencia de HoSeok.

—¿Quién es Min Yoongi? ¿Qué haces con él? ¿Qué quieren?—intentó de nuevo con una falsa amabilidad.

—Creo que, al clan que me haya unido es totalmente irrelevante para ti y Jimin ¿Por qué habría de decirles?—se acercó jugando con su manzana, le dio otra mordida y le guiño coqueto, siguió de fisgón por aquí y por allá. —Para ser sincero, no creí volverlos a ver nunca.
No esperaba una respuesta, pero tampoco la obtuvo. Namjoon lo persiguió con su mirar sin pestañear una sola vez, su cuerpo parecía estar estático y únicamente era sus ojos los que podían moverse, a HoSeok le comenzó a irritar. — «Me siento acosado, guerrero — dijo, tomó lugar frente a Namjoon nuevamente.

Cuando Yoongi le planteó la idea de ir a Fénix, él meditó las consecuencias que podía a ver y supo que su antiguo compañero de pelea iba a ser el primero en tener una enemistad con él, pero viendo su pensamiento tan vivo como lo es ahora, no creyó que le doliera. —Si estás así porque crees que voy a matar a tu amado adalid, anda sin cuidado. Han pasado diez años, Namjoon, y cuando pude hacerlo yo-.

El guerrero lo tomó empuñando su ropa llevándolo contra la roñosa pared de madera, Hoseok se quejó por el impacto, dejó caer la manzana y Namjoon prosiguió a colocar duramente su antebrazo en su cuello, con la otra mano tomaba las de Hoseok tratando de mantenerlo inmóvil contra su cuerpo.

No le sorprendía la reacción, en realidad era de esperarse que el guerrero reaccionará agresivamente contra el recuerdo de alguien que alguna vez quiso hacerle daño a su Adalid. Hoseok tenía en cuenta que el fantasma de su traición lo seguía a pesar de los años.
—¿Cómo puedes recordarlo tan cínicamente, HoSeok? —Namjoon escupió la pregunta con recelo. —Te preguntaré de nuevo, ¿Qué haces aquí?

La mandíbula de Jung se contrajo en rabia por el hecho de ser sometido con dureza sin tener un motivo, chillo entre dientes — Lo mismos que tú— sus ojos destellaron en disgusto por unos segundos —Sobrevivir.

Los ojos de Namjoon, tan rojos y ardiendo en odio lo miraban escudriñando sus palabras, sus gestos, sus ojos, buscando la mentira en cada parte. —¡Habla o juro que te mato ahora mismo junto con Yoongi!

HoSeok había visto esa mirada diriga a todos aquellos que alguna vez se metieron con su pueblo, pero nunca para él. Aún incluso aquel día que fue abandonado, en esos ojos oscuros del que fue su amigo, creyó ver de todo menos rabia ni siquiera un escaso sentimiento de odio, al contrario de eso, en su rostro sólo notó decepción y tan ridículo como sonara, a Hoseok le hubiera dolido menos que le echase una mirada rabiosa.