𝒏𝒊𝒏𝒆𝒕𝒆𝒆𝒏

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( ☆

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( ☆. 𝐶𝐻𝐴𝑃𝑇𝐸𝑅 𝑁𝐼𝑁𝐸𝑇𝐸𝐸𝑁 )

𝚕𝚊𝚜 𝚘𝚛𝚍𝚎𝚗𝚎𝚜 𝚍𝚎 𝚍𝚞𝚖𝚋𝚕𝚎𝚍𝚘𝚛𝚎.

—¿Qué sucede contigo? 

—Nada.

—No te creo. —Respondió Alaska ante la respuesta negativa de Snape.

Era el último día de las vacaciones y ambos se encontraban en Londres, dirigiéndose a la guarida de la Orden del Fénix. Severus había llegado a casa pidiéndole que se arreglara para salir, no le dijo a donde irían ni el porque, pero ella tampoco preguntó. Sin embarg, había notado algo raro en él, podía sentirlo. No le había dirigido la palabra en todo el viaje y tampoco la observaba.

—Te ves molesto. —Agregó la rubia.

—¿Hay alguna razón por la que deba estarlo? —Le preguntó entonces, mirándola con una ceja enarcada.

Alaska no necesito de nada más para entender que ocurría.

—Ya lo sabes —Soltó entonces—. Planeaba decirte cuando estuviéramos a solas, no era mi intención hacerte sentir incómodo.

—¿Sabes que Draco es mi ahijado, no?

—Lo sé.

—Tú y él son los únicos niños que me importan. 

—Ya no somos niños Severus —Le recordó Alaska con amargura—. Eso terminó hace mucho.

—Entonces confío en que mantendrás claras tus prioridades. —Dijo el hombre.

—Por supuesto. —Comentó la rubia con disgusto ante esa idea.

Pronto llegaron a la sucia fachada de Grimmauld Place donde se acercaron a la puerta para luego dar un golpe con la varita, escuchando de inmediato los fuertes ruidos metálicos de la cadena. Atravesaron el umbral y se dirigieron hacia la cocina con el fuerte olor a humedad y polvo acompañándolos. 

Sirius y Molly Weasley se encontraban allí, parecía que los estaban esperando.

—Iré a buscar a Harry. —Ofreció la mujer ante el tenso ambiente que se había formado ante el encuentro de ambos hombres.

Alaska también se hubiera ido del lugar si tuviera la oportunidad, creía que la actitud de sus mayores era inmadura pero prefirió no decir nada al respecto, se sentó junto a Snape para saber que necesitaba de Harry. Los minutos en los que esperaban se sintieron eternos, cada uno tenía la vista fija en una dirección diferente y el silencio que reinaba en la habitación se vio interrumpido cuando Harry carraspeó para anunciar su presencia. 

—Siéntate, Potter. 

—Mira —Interrumpió Sirius en voz alta mientras se mecía sobre las patas traseras de la silla y hablaba mirando al techo—, preferiría que aquí no dieras órdenes, Snape. Ésta es mi casa, ¿sabes? 

profecia legendaria ⁵ ━━ harry potter sagaWhere stories live. Discover now