↠𝑄𝑢𝑒𝑟𝑖𝑑𝑎 𝐻𝑒𝑟𝑚𝑎𝑛𝑎 𝑀𝑎𝑦𝑜𝑟..↞|| Diabolik Lovers

Querida hermana mayor 02

Querida hermana menor:

Nosotros estamos bien aunque.. No tanto como tu hubieses querido que fuéramos..

—¡¿Un niño dices?!

La rubia asintió energética una vez terminado su te de durazno. El año siguiente, después de haber dado a luz al que seria el primer varón del Clan Sakamaki, Beatrix la segunda esposa del rey de los vampiros había dado a luz nuevamente a un saludable varón. Los rumores no tardaron mucho en surgir para posteriormente esparcirse por todo los Clanes y claro, los regalos y cartas de felicitaciones no se hicieron esperar y eso no le gustaba para nada a cordelia. ¡Ella era su primera esposa, ella debió haber dado a luz primero que nada, no su Rival!

Golpeó la mesa con frustración ocasionando que la pequeña de 7 años diera un salto sobre su lugar. La mayor suspiro para luego disculparse acomodando las tazas que se habían caído o movido de su lugar. —Lo siento cariño— la menor negó sonriente —..¿Y como es?

—Es pequeño y bonito, pero al contrario que Shū y Beatix-sama que son similares.. Reiji se parece a papá. Reiji es callado y tranquilo, no llora pero cuando lo hace ¡Siento que mis tímpanos reventarán!— la pelimorada lanzo una risilla al ver los gestos que la menor hacia.— Pero.. Después papá llega con el violín y toca esa melodía que de niña solía tocar para mi y lo tranquiliza..

—..Once upon a december..— murmuro la ojiverde cerrando sus ojos y lanzando un suspiro al mismo tiempo que recargaba su mentón sobre su mano izquierda. ¿Que si lo recordaba? Claro que lo hacia. Cordelia solía escucharla cada noche, veía como Karlheinz entraba a la habitación de la menor para tocar esa pequeña pieza musical para tranquilizarla y ayudarla a dormir.

Cordelia observó a la menor por unos segundos. Y entonces.. Una idea recorrió su mente.

—..Reiko— la nombrada alzo sus orbes color ámbar. —..¿Que te parece tener otro hermano menor?

Los ojos de la menor brillaron, Cordelia solo sonrió, sin duda alguna ella no se quedaría atrás.

—Tendras el mejor hermanito de todos Reiko— concluyó para después acariciar los rubios cabellos de la menor.

◉◉◉◉◉

—¡S-Son tres!—exclamo sonriendo mientras se paraba de puntillas sobre el barandal de la cuna. Cordelia la observaba agotada desde su cama.—Uno tiene tu color de cabello Cordelia-sama

La mayor sonrió con arrogancia. —¿Es un lindo color cierto? — la rubia asintio.— Su nombre es Kanato.

—¿Kanato? Es un nombre bonito, como el.. ¡Y tu cabello es muy bonito Cordelia-sama! Es muy suave y largo..

—Yo soy hermosa niña, no por nada soy la primera esposa de tu padre.

—¡Si, Cordelia-sama es muy hermosa! Bueno, las tres son hermosas aunque cada una tiene algo especial.. ¡Pero tu eres tan hermosa que no hay nada que se comparé contigo!

Muchas veces las escuchó provenir de miles de sus amantes y pretendientes, palabras que solo eran al aire sin algún significado especial. Sin embargo esas dulces palabras como "Bonita" o "Hermosa" pocas fueron las veces que las escucho con tanta sinceridad.

¿Ella era hermosa? Si, lo era. Pero porque su pecho latía fuerte mente?, ¿Por que su pulso se aceleraba y su boca se secaba? La respuesta era obvia; ella no estaba a acostumbrada a que se lo dijieran con tanta sinceridad y pureza con la que la pequeña niña acababa de pronunciar. La oji verde sonrio  — Reyko, ¿Puedes acercarte?— la menor asintio con sus mejillas sonrojadas, con vergüenza y timidez caminó hasta la cama para después subir sobre ella con algo de dificultad. Cordelia soltó una risilla, aparto las sábanas y dejo que la pequeña rubia entrara en ellas para después cubrirla.

—¿Pasa algo Cordelia-sama?

—¿Puedes repetir los que dijiste hace unos minutos?— la niña ladeó su cabeza confundida. —E-Es decir.. ¿Soy hermosa?

—¡Muy, Muy Hermosa!— Cordelia sonrió con satisfacción, acariciando los cabellos de la pequeña.

—Buena chica.. Ahora, ¿Por que no tomamos juntas una siesta?— la menor asintió recostándose sobre la cama cerrando sus ojitos ámbar. La mayor cerro sus ojos, cubriendo por completo a la menor con las sabanas de seda. —Dulces sueños Reiko..
.

.
.
.
.