Querida Hermana Mayor 08

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Amenaza..

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Los ojos esmeraldas de la joven miraban maravillados la silueta de la elegante dama frente a ella, para Reiko, la señorita Christa era una mujer con una belleza unica y delicada. Realmente la admiraba. Ella destacaba entre el jardin de rosas rojas, era como una rosa blanca entre todo el mar de fragantes petalos rojos, sin duda hacia honor a su nombre " Rosa blanca".

"Siempre hay una minima pizca de imperfección"

Por desgracia padre tenía razón.

—¡Eres una maldita loca desquiciada!— la pequeña mesa de madera había sido pateada, tirando al suelo él juego de té hecho de porcelana preferido de Reiko.

Cordelia y Christa habían entrado en un discusión, la rubia sintió un leve temblor al ver las miradas desafiantes que ambas se daban; por instinto atrajo el cuerpo de su pequeño hermano Subaru hacia ella, impidiéndole ver el "espectaculo" que estaba por comenzar.

—¡Eres una perra!— grito Cordelia llena de cólera.

—¡Callate mujer escandalosa!— grito devuelta Christa, apretando su pecho sin dejar de mirarle fijamente. —¿Sabes que Karlheinz me ama mas a mi que a ustedes dos?— la albina noto como Cordelia se tensaba mie tras apretaba la quijada con rabia. Ella sonrió con burla. — ¡El me ama mas a mí, a comparación de ti! ¡Karlheinz no te ama! ¡Solo eres parte de un experimento! ¡Te esta usando!

¿Experimento?

—¡Callate! ¡Callate!— exclamo furiosa para luego lanzarse encima de la albina comenzando asi una pelea física mientras aun se gritaban insultos y blasfemias hacia ellas. Reiko soltó un grito ahogado. —

—¡Subaru trae a la señora Beatrix y a la servidumbre!— exclamo. El menor estaba asustado pero obedientemente salio de la habitación en busca de la segunda esposa y a cualquiera que pudiera ayudarle.

Por otro lado, Reiko intentaba calmar la situacion tomando a la primera esposa de la cintura y tirando se esta en un vano intento de apartarla de Christia. La rubia se llevo la mayor parte de los golpes, arañazos y patadas que ambas se daban pero eso no le impedía intentar apartar la una de la otra. —¡Por favor, detenganse!— suplicaba una y otra vez pero era ignorada por las mayores.

No fue hasta que Christa perdió la cordura y tomo un pesado florero cercano. —¡Muere!— grito lanzando el florero. Pero.. No llego a Cordelia sino a Reiko quien quedo paralizada en su lugar siendo alcanzada por este.

Los ojos carmines y esmeraldas de las mujeres en la sala miraron él rastro de sangre que fluía por él rostro de la joven de 14 años de edad, comenzando desde la cabeza hasta caer al suelo. Uno de los trozos de porcelana habían cortado su brazo incrustandose en la carne de esta, haciendo que ese atractivo fluido carmín brotará entre la herida que escocia horriblemente. Reiko en ninguno momento grito o lloro por el dolor, solo quedo en silencio.

Un sentimiento de amargura invadió el ser de Christa obligándole a retroceder con miedo e impotencia. Por otro lado Cordelia sonrio con malicia. —¿Viste lo que has provocado maldita desquiciada?— señalo a Reiko, mirando a la temblorosa albina con superioridad. —Dañaste a la hija de Karlheinz, ¿Crees que él te amara después de esto?— preguntó mirándole triunfante.

↠𝑄𝑢𝑒𝑟𝑖𝑑𝑎 𝐻𝑒𝑟𝑚𝑎𝑛𝑎 𝑀𝑎𝑦𝑜𝑟..↞|| Diabolik LoversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora