«Cap X: Relación Definida»

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Finn llegaba a casa a eso de las seis y media de la tarde. El ambiente allí siempre era tranquilo por lo que podía hacer lo que quisiera.

—Hola Finn.

—¡AAAAHH!

Hasta asustarse y gritar como niña producto por el susto que acababa de recibir.

El rubio vio hacía arriba y se quedó sin habla al ver a la cazadora de cabeza sobre él. Con sus dos pies pegados en el techo y cómo si estuviera parada en el suelo. Una chica enigmática si le preguntan al joven chico.

—Ah... Ah... Ah... —Respiraba de forma difícil mientras se sujetaba el pecho con su mano. Justo donde estaba su corazón. Sentía que se le saldría en cualquier momento producto del incesante palpitar de tan necesario músculo.

Cuándo se recuperó. Pudo continuar.

—Ah, hola Cazadora —la saludó alzando su mano en señal de saludo. —Veo que ya llegaste también.

La chica le dedicó una pequeña sonrisa al rubio de ojos azules. Se dejó caer desde el techo y antes de llegar al suelo pudo dar una voltereta para caer parada y sin ningún rasguño o lesión.

Finn se quedo asombrado por dicha acción. A veces le gustaría tener habilidades cómo esa. Pero se sentía bien tal y cómo era. Un chico rubio, apuesto y con mucha fuerza, un alma noble y gentil que esta dispuesto a ayudar a quién sea.

—Así es, pero... —Dijo la Cazadora. Pero algo pasaba. De pronto acercó rápidamente su rostro al del chico para verlo fijamente a los ojos mientras entrecerraba los suyos. —Tardaste mucho, ¿Alguien te detuvo durante el camino de regreso? —Inquirió con tono amenazante haciendo retroceder al chico. —¿Debo matar a esa persona que te molesta o chantajea con algo? —Preguntó mostrando una filosa flecha sacada de la nada.

Finn se alarmó por eso. Tomó de los hombros a la chica mientras la hacía retroceder y le decía.

—Wow, wow, wow, wow, wow... —La sentó en el sofá y él se sentó a su lado aún tomándola de los hombros. —Wow.

Terminó de decir el rubio ante la aún mirada y expresión amenazante de la chica frente a él.

—Tranquila vieja —dijo Finn con una expresión nerviosa. La Maga alzó una ceja. —No hay nadie chantajeándome o amenazándome con nada, ¿OK? —Dejó en claro para no causar problemas.

Esta se quitó los brazos del chico de encima y se cruzó de brazos para observar de forma escéptica a su compañero de hogar sin ningún parentesco o relación en particular.

—¿Entonces? ¿Por que llegas tarde? —Preguntó seria.

Finn empezó a contarle todo. Desde el lindo día que pasó con su empleadora hasta... No, en realidad solo se la pasó hablando de Bonnibel y de lo bien que se la pasaron los dos. Hasta que todo tuvo un extraño giro gracias a que Lumpy la regó por completo.

—¿Entonces mañana vas a ir a desayunar con una de tus clientas? —Preguntó confundida la chica con ojos felinos.

Finn asintió con una sonrisa. En verdad le gustaba estar con Bonnie y no sólo en la cama. Era una mujer muy dulce, con tanto por hacer aún y con una vida muy buena.

Se percató entonces que su compañera de hogar lo observaba de reojo. Cómo si desconfiara de algo o en su caso, de alguien.

—¿Seguro que la Señorita Bonnibel es de fiar? —Preguntó levantando una ceja.

Finn simplemente soltó un suspiro. A veces odiaba poder leer a las personas con solo verlas.

—Pues si lo es, es una mujer muy buena y amable. Incluso me invitó a desayunar mañana cómo ya te lo había dicho —le recordó él.

Hora de aventura: Finn el chico huérfano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora