Capítulo 31: ¿Odio o Amor?

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-Lo siento, Jona –dijo Elías. Estaba sentado con las piernas cruzadas sobre su cama y lo observaba cabizbajo. Tan pronto como se separó de Dimitri lo había llamado para decirle todo sobre su encuentro, sin guardarse nada.

Jona no se lo estaba tomando bien.

Así que Dimitri y Charlie sabían sobre Elías y su rol en el accidente de Sam de alguna manera, y no solo eso, sino que Dimitri había llegado al extremo de robar el móvil de Dany solo para ponerlo en evidencia. Solo pensar de lo que ese chico era capaz...

-Parece como si supieran que había otra persona involucrada y, además de Sam, no se me ocurre quien puede haberlo sabido –dijo Jona, paseando de un lado a otro frente a la cama.

Elías estaba un poco sorprendido por lo frívola que sonaba su voz. Había esperado una explosión de ira o un "no pasa nada", o incluso que llamará impulsivamente a Dimitri para pedirle explicaciones, pero esto se sentía más peligroso.

-¿La chica puede haberlo recordado? ¿Alguien que nos vio subir? Hay muchas posibilidades... -sugirió Elías.

-No –dijo Jona-. No, debe haber algo más. Dimitri robó el teléfono de Dany. Charlie también ha estado haciendo preguntas sobre mí por ahí. Creí que lo hacía solo por curiosidad, pero tiene sentido, ellos te estaban buscando.

-Es posible... -Elías no estaba seguro.

A pesar de los prejuicios que Dany y Jona mantenían sobre Dimitri, a él no le había parecido un mal chico. Algo curioso, sí. Inteligente e incisivo, pero inofensivo por lo demás. Era poco más que un chico de secundaría. Alguien así quizá podría intimidar a Dany, que conocía poco o nada del mundo, pero Elías se había criado en la calle, codeándose con criminales, traficantes y pandilleros. A sus ojos, Dimitri no era una amenaza.

Para Jona debería haber sido igual, y sin embargo, siempre que hablaba de él parecía ligeramente aprehensivo.

-Y ¿Cómo supo Dimitri que tenías algo que ver con Dany? –Siguió Jona -Ese maldito niño tiene ojos en todas partes.

Elías se encogió de hombros:

-No es tan malo, no parecía molesto por tu mentira.

-¿Dimitri?

Elías asintió, y Jona soltó una risotada cargada de ironía.

-No confíes en él, ni un poco. Haría cualquier cosa por salvarse a sí mismo. No es más que un asesino –Su voz despedía un claro despreció.

-Todos lo somos, Jona –le recordó Elías en voz baja.

Jona le lanzó una mirada irritada, pero inmediatamente se tranquilizó. Asintió con la cabeza en silenció y se acercó a su lado.

-Estoy preocupado por ti –dijo, y sacudió el cabello de Elías con afecto. Se dejó caer a su lado-. Y Dimitri me... él...No sé que esperar de él.

¿Qué clase de magia tenía Dimitri, para poner tan ansioso a Jona? Siempre que se trataba de él reaccionaba demasiado intensamente. No era natural.

-¿Por qué? –Inquirió, intentando que la pregunta sonara casual.

Jona no sonrió un ápice:

-Sé que suena extraño, pero es como si algo le faltara. Como si viviera en un lugar diferente a todos nosotros. A decir verdad siempre me ha gustado mucho... Sus ojos brillan cuando esta emocionado y parece capaz de arrasarlo todo a su paso. Es... Es guapo. Es fuerte aunque no lo parezca. Entiendo lo que Charlie ve en él –Jona rascó su nuca con algo de incomodidad, como si no le gustara admitir tanto, pero esa era la cosa con Elías, podía decirle todo, porque no era uno de ellos-, pero a veces pienso que Dimitri esta tan ocupado mirando el sol que no puede ver el resto de los mortales –Jona cerró los ojos -. Esta tan enfocado en sus metas que olvida de todo lo demás. Y creo que si estas en su camino te apartará sin pensarlo dos veces. Carece de sensibilidad, de amor. Algo así.

Hubiéramos Sido Reyes.Where stories live. Discover now