Instante.

853 63 11
                                    


Previamente. 

  En el momento que la secretaria pronuncia mi nombre, veo que un chico que estaba de espaldas a mi se da vuelta lentamente. No puedo creer que sea él, no puedo creer que lo este viendo de nuevo. Dos años habían pasado desde que lo vi por última vez, dos años desde que nos despedimos pensando que sería para siempre.  

Ángela.

Era él. Estaba ahí,  la distancia era casi imperceptible al igual que el resto del mundo. Solo podía verlo a él, era como si tuviera un imán que no me permitía sacar la mirada de su cara, de su sonrisa, de sus ojos. Lo único que podía escuchar era mi respiración, que se hacía cada vez más pesada, más profunda. Fue como si me golpeará un huracán, de un momento a otro todos los sentimientos que con los que venía luchando hace dos años volvían a estar ahí, a flor de piel. A pesar de todo cada vez que lo tenía cerca era inevitable sentirme así. Él era inevitable para mi.

-Ángela, ¿cómo estas? Pasa a mi oficina.  Me  llamo el productor, sacándome del trance en el que me encontraba. 

-Bien, bien. Fueron las únicas palabras que me salieron en ese momento. Antes de pasar a la oficina no pude de dejar de mirarlo, él también estaba mirándome y  se lo veía tan desencajado como a mí. Era obvio que tampoco se esperaba encontrarme de nuevo. 

Una vez adentro de la oficina y después de que llegara mi representante, el productor me realiza la propuesta. Miento si dijera que escuche todo lo que me dijo, miento si dijera que no seguía pensando en el encuentro de hace unos minutos que aunque fue sumamente fugaz me dejo con una sensación que no puedo describir bien, pero de lo único que estoy segura es que algo se despertó en mi. Unos segundos bastaron para que todos los recuerdos de nuestro pasado volvieran como una catarata sin fin, los buenos y los malos. Nuestra historia fue breve pero muy intensa, vivimos mucho en muy poco tiempo.  

A pesar de no estar del todo presente en la reunión puedo decir que se trataba de una oferta muy tentadora. La propuesta tenía que ver con volver a la tele con una tira diaria como protagonista. Después de que termino Simona, me dedique a mi música, hice algo de cine y teatro pero nada de tele. Me seduce volver a la tira, ya que genera una relación con el público alucinante, lo único que me preocupaba era que todavía no estaba definido el elenco. Si tengo que ser sincera lo que me preocupa era saber que hacía él en la productora, si estaba convocado para el proyecto. Realmente no si estoy preparada para volver a trabajar con él, no después de todo lo que paso, ni del tiempo que pasamos sin vernos.

Cuando salí de la oficina sentí un nudo en el estomago cuando vi que ya no estaba en el pasillo, no se porque ni para que pero esperaba volver a encontrármelo. Estoy segura que no sería capaz de decirle nada, pero verlo después de tanto tiempo despertó una necesidad en mi. Necesidad de olerlo,de  tocarlo, de besarlo. 

Me subí al auto y decidí ir a ver a Juan. No podía ni quería volver a mi casa, no podía ver a Pepo después de todo lo que había vuelto a sentir hoy. Necesitaba primero poner en orden mis ideas, mis sentimientos, eso solo lo podía hacer con Juan. Siempre había sido una constante en mi vida, quizá la única, siempre ahí para mi, siempre al pie del cañón. Mi pierna, como nos gusta decir.

-Amiga, que haces acá tan temprano?. 

-No es tan temprano, son las 11. Necesitaba hablar con vos. le dije, tratando de sonar lo más tranquila posible.

-Bueno, estas bien? Me dijo mirandome de cerca, con cara de preocupado.

-No, a vos no te puedo mentir. No estoy bien, lo vi.

-A quien?  me pregunto  sin entender de quien hablaba. No lo culpo, hace mucho tiempo que no hablaba de él. A Pepo no le gustaba y a mi me hacía mal, entonces había decidido no nombrarlo más, hacer como si nunca hubiese estado mi vida, como si no existiera. Por un tiempo había funcionado, había logrado ganarle la partida a mis sentimientos. Pero verlo era otra cosa, no podía hacer como si no hubiese pasado porque todo mi cuerpo reaccionó a su presencia, porque mi piel extraño su piel, mi voz extraño su voz. Contra eso no podía luchar. Unos segundos bastaron para derrumbar la coraza que venía construyendo.

-A Agustín. Le respondí y una sensación de alivio me recorrió cuando pronuncie su nombre, una sensación que se contradecía con el miedo que me genera volver a sentirme así por alguien. Por alguien no, por él, porque entre nosotros todo se dio rápido y con mucha intensidad. Con Agustín siempre todo fue mucho, siempre sentí que perdía el control sobre mi, siempre sentí que podía darle mi vida entera. Y eso da miedo.



Nota: espero que les guste este capitulo. La idea era un poco hablar de como se sintió Angela con el breve reencuentro. En el próximo, si quieren que siga, se va a ver la reacción de Agustín y quizá se vuelvan a encontrar y se sepa un poquito de lo que paso en el pasado. Gracias. 

Besos.



Afire LoveWhere stories live. Discover now