5 deseos [NamMin°MinJoon]

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Eran los exámenes finales y decisivos, en los cuales te jugabas tu futuro. Namjoon estaba nervioso, dando los últimos repasos antes de que le tocase el examen dentro de 2 horas. Estaba nervioso pero era consciente que se lo sabía a la perfección pues él era la persona sobresaliente de la clase, con un coeficiente de 148. Aun así ahora se encontraba en una mesa del patio, alejado de todos para poder estudiar con tranquilidad.

Pero el tener un buen coeficiente no quitaba que se pusiera ansioso cada vez que la época de exámenes comenzara. Y más si eran los más importantes.

Suspiró releyendo el último párrafo del tema, frotó sus ojos, los cuales estaban algo hinchados por las pocas horas de sueño.

En el momento menos esperado sintió unos brazos rodeándole, se estremeció por el susto pero en segundos se percató que se trataba de Park Jimin —la ternura en persona según Namjoon—.

—¡Hyung!— Saludó Jimin abrazado a Namjoon como un koala, sin intenciones de soltarlo.

Jimin era un año menor a Namjoon por lo que el menor no estaba sometido a tanta presión, a él le tocaba en las próximas  semanas.

Namjoon lo saludó removiendo sus cabellos mientras su mochi sexy se sentaba a su lado.

—¿Aún sigue estudiando?— Observó la columna de libros apilados en la mesa. —¡Es obvio que le saldrá bien! No se sobre-esfuerce.

Namjoon asintió algo inseguro mientras veía a Jimin cerrar sus libros. Tan pronto como terminó, dirigió su mirada a Namjoon mientras le ponía un puchero que casi provoca que el mayor se desmayase.

—No hemos tenido casi tiempo para nosotros—  reclamó como un niño.

—Lo siento...— Nada más oírlo, Jimin saltó a sus brazos, acurrucándose en estos, buscando una manera cómoda para posicionarse en el asiento y no acabar en el suelo.

Namjoon estaba cautivado por Park Jimin. Él era su debilidad. Más de una vez se planteó confesarle sus sentimientos pero siempre descartaba esa idea ya que se conformaba con lo que tenía. No podía soportar la idea de que su bebé se alejase de él en el caso que no fuera correspondido.
De hecho, Namjoon se consolaba a sí mismo diciéndose que en realidad ellos dos eran como una pareja pero sin serlo; incluso sus amigos siempre les hacían burlas cuando los veían muy empalagosos.

Jimin era como un pequeño cachorro en busca de amor y cariño. El corazón de Namjoon latía deprisa cada vez que Jimin se sentaba en su regazo y se acomodaba en su pecho, cada vez que se quedaba a dormir en su casa y Jimin se colaba en su cama para pedirle que le abrazase, cada vez que le daba pequeños besitos en su rostro o compraba pegatinas pequeñas para pegárselas por todas partes y luego reírse. Había veces donde estaban pegados el uno al otro y Jimin no apartaba su mirada de él haciendo que Namjoon se cohíba, y luego simplemente reía mientras tocaba sus hoyuelos en las mejillas, sonriendo inocentemente. Cuando están de paseo y entrelazaban sus manos, Namjoon amaba sujetarle de la mano y comparar la diferencia de tamaño.
Namjoon amaba cuando los labios gorditos de Jimin besaba su mejilla, siempre se preguntaba cómo debería sentirse besarlo en los labios, mordérselos. Sus manos picaban de las ganas que tenía de sujetarle para besarle hasta el cansancio. Él realmente estaba enamorado.

Pero no todo era bonito para Namjoon, él a veces sufría e incluso pasaba noches llorando porque su corazón prácticamente era de Jimin, quería confesarse, quería gritarle todo lo que sentía pero el miedo al rechazo y las inseguridades estaban constantemente atacándole y echándole atrás. Tenía miedo de equivocarse ya que Jimin es bastante cariñoso con todos, a veces Namjoon se sentía triste pensando en que jamás sería correspondido.

Por eso, Namjoon se conformaba con lo que tenía.

—hyung, ¿Qué le parece si hacemos un trato? — El mayor lo miró esperando a que continuara. —Si pasa completamente limpio, me deberá cinco deseos porque tuve la razón.

Namjoon rió suavemente, —sabes que es obvio que voy a pasar sin ninguna suspensa.

—¡Por eso! pero quiero pedirte algunas cosas— hizo un leve puchero de manera inconsciente que provocó que Namjoon riera.

—Siempre puedes pedirme lo que sea— acarició de manera suave las mejillas de Jimin para a continuación pellizcarlas y tironear de estas ignorando las quejas de su menor.

—¡hey! es que así es más divertido. Como un juego— Jimin frotó sus mejillas con sus manos para alivar el casi inexistente dolor una vez namjoon hubo soltado sus mejillas.

—Como quieras— Suspiró accediendo al capricho de Park pues Namjoon jamás podría negarse.

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Aquí es donde comienza la lista de los cinco deseos que Park Jimin pedirá a Kim Namjoon pues claramente, él consiguió aprobar con matrícula de honor todas las asignaturas.

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Próximamente ❤