「 don't leave me ; jjk 」

Capítulo 10 - Dolores de cabeza

/ Narra JungKook /

Llegué a casa cansado del trayecto hacia aquí, no tenía dinero para tomar el autobús así que tuve que venir a pie.

- Estoy en casa.- Dije al entrar a casa. Retiré mis zapatos para poder entrar.

- Llegaste.- Dijo mi nana que sonreía al verme.

Corrí hacia ella para depositar un pequeño beso en su mejilla.

- ¿Cómo está? ¿Ya comió?- Le dije.

- Aún no. Te estaba esperando para comer juntos.- Contestó.

- Nana... te he dicho que no me esperes. Hay veces que puedo tardar más en llegar.- Dije.

- ¿Pero que te pasó en la ropa?- Dijo sorprendida y mirando hacia las manchas que habían quedó del polvo.

- Ah... una compañera realmente torpe, quiso abrir una bolsa con polvo y bueno... terminó regando toda.- Dije riendo un poco.

- ¿Cómo se llama? ¿Por qué no es más cuidadosa?- Dijo molesta.

- No te preocupes, no volverá a pasar.- Dije.

- Tss... JungKook, ¿Qué no sabes escoger a tus compañeros?- Dijo Nana.

- La profesora asignó los equipos, Por desgracia me tocó ella.- Dije.

- ¿Ella quien?- Preguntó.

- Ah... nadie, nadie. Ya te dije... una compañera.- Dije nervioso y evitando el tema.

Nana era la única persona que conocía de TN, si le digo tan siquiera su nombre ella sabrá que es ella con certeza.

- ¿Por qué nervioso? Hace tiempo que no te veía así.- Dijo Nana.

- No son nervios, es hambre. Vamos a comer.- Le dije.

- Claro, comamos.- Contestó.

Pff... por suerte logré quitar el tema. Tengo que tener más cuidado sino quiero que me relacione con ella.

Conozco a esta señora. A pesar de que TN me dejó, Nana decía que debió haberle pasado algo para que se fuera así. Pero yo siempre he pensado lo mismo, se cansó de mi, a tal grado que a la primera oportunidad que tuvo se fue.

////

Estaba jugando tranquilamente videojuegos cuando escuché la puerta de entrada abrir.

- Ya volví.- Dijo mi madre.

No contesté y seguí con jugando.

- Jeon JungKook te estoy hablando, ¿No me escuchaste?- Me dijo.

- Ah... si, llegaste.- Dije y pause el juego, la miré, estaba enojada.- ¿De nuevo enojada?

- Otro día cansado.- Contestó.

- Te entiendo, ¿Tienes hambre?- Pregunté.

- ¿Qué? ¿Eres el sirviente? ¿Me darás de comer?- Dijo.

Suspire. Siempre es lo mismo... aunque intente ser bueno con ella, ella siempre será la misma.

- ¿Qué haces ahí jugando? Deberías conseguir una novia he irte de aquí, sólo estorbas.- Añadió.

No contesté nada. Apagué la televisión y me levanté.

- ¿Otra ves? ¿Estás seguro que me vas a ignorar?- Dijo.

- Estoy seguro.- Dije.

- ¡Yo te alimento! ¡Tienes todo lo que tienes debido a mi y a tu padre! Eres un mal agradecido.- Dijo.