Capitulo I

20 2 0
                                    

Muchas veces quisiera morir y no es porque no soporte estar viva sino porque quisiera sentarme en frente de Dios, mirarlo a los ojos y preguntarle: ¿Porque si tanto me amas, has permitido que me hagan tanto daño? ¿Porque si lo sabes todo permitiste que me adoptaran un par de cabrones que me robarían mi inocencia? ¿Y donde estaba mi ángel guardián? ¿No se supone que cada niño tiene uno desde los cielos que lo cuida?  

No, por supuesto que no. 

Son solo mentiras las que me contaban de ti. 

No consigo comprender como tantas personas pueden rezarle a un ser que ni siquiera se molesta en escucharlos. 

Yo deje de creer cuando pedí misericordia y salvación y Dios me arrojo al infierno. 

Todos alguna vez confiamos y creemos con ayuda de algo llamado "Fe". 

Era tan pequeña e inocente que vi mi adopción como la gran maravilla y no me culpo, todo niño cree eso. Me había despedido con alegría de mis amiguitas, de algunas monjas y hasta del cocinero, había recogido todas mis cosas con despampanante alegría y había trenzado en mi largo cabello un par de colinetas.  

Recibí un beso en la mejilla de parte de la que iba a ser mi nueva "mama" antes de subirme a un pequeño auto color azul. Cuando este emprendió su rumbo saque mi manito para despedirme de nuevo. 

Y en ese momento comenzó la deformación de mi infancia.

La verdad eran muchas cosas las que habían sucedido luego de eso que, por mas que quisiera no podía olvidar, estaban en mi mente constantemente solo para atormentarme. Pero, así era y así iba a ser siempre, mi pasado estaría siempre  en mi presente. Y no debía amilanarme por ello, mi día debía comenzar, sobretodo porque había trabajo que hacer.

El espejo mostraba mi pálido cuerpo, increíblemente similar a una hoja de papel. Lleno de lunares en todas partes y algunas cicatrices de los tantos maltratos que recibí. Me hacia sentir como un animal vacuno de granja. Me marcaban y me usaban como les placía. 

Que deplorable.

Quite la mirada de allí, harta y cansada. Intente cerrar los ojos buscando paz pero era imposible, había demasiada turbulencia, mis recuerdos querían sacar lo peor de mi. 

Enseguida tomo mi arma y disparo una bala para trillar el espejo.

Suspire... Suspire profundamente y me llene de satisfacción. Entonces comprendí que necesitaba ruido, mucho ruido para esconder el que hacían mis pensamientos. Así, estaría levemente distorsionándolos. 

Salí de mi habitación ya preparada, con mi arma cargada, lista para disparar. 

-Patrona. Buenos Días -Saluda Rene, mi mano derecha. Una mujer con mas cojones que un hombre- Tenemos noticias relevantes -Capta mi atención.

-¿Ni siquiera voy a  desayunar tranquila? -Pregunto con ironía.  

-Me temo que no. Va a ver un allanamiento de los Federales a uno de nuestros galpones con mas merca. No se como han hecho, pero la han encontrado.  

Asiento repetidas veces aparentando lamento. 

-Bueno ¿Y que haces ahí parada? ¡Move el culo antes de que esos diablos consigan llegar! No vamos a perder ese galpón ¿Entendido? 

-Si, patrona. 

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Oct 05, 2018 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Rubí.Where stories live. Discover now