III

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-cierra los ojos- dijo esa voz que erizo su piel, una voz que por una razón pensó haber escuchado antes

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-cierra los ojos- dijo esa voz que erizo su piel, una voz que por una razón pensó haber escuchado antes. Wonwoo obedeció apretando aquella mano para evitar que desapareciera nuevamente, percibió como le ayudaba a girarse para mirarlo de frente, su corazón se desboco locamente, el color abrumo sus mejillas, estaba tan nervioso. - ¿estás listo? ...- asintió.

-di mi nombre- decía Wonwoo interrumpiendo a Mingyu, quien alzo una ceja confuso.

-Jeon Wonwoo...- Wonwoo abrió sus ojos encontrándose con algo completamente diferente a lo que el imagino. Era extrañamente el mismo rostro, pero con detalles desconocidos. Cabello oscuro, lacio cubriendo su frente, cejas oscuras y pobladas, unos hermosos ojos color café, pero con un hermoso destello rojizo, la nariz, las mejillas, aquel lunar, Mingyu noto que Wonwoo le inspeccionaba por lo que regalo una sonrisa torcida mostrando uno de sus afilados colmillos. - lamento que no sea lo que pensaste...-

-no...no...- Wonwoo no sabía que decir solo podía mirarlo.

-te he decepcionado...perdón, perdón-

-no, no, solo, de-deja que lo procese, esto es...es...increíble, puedo? - dijo subiendo sus manos para posicionarla cerca de su rostro.

-adelante- lentamente comenzó a pasar sus dedos sobre su piel, su cabello, con mucho detalle, como si no creyera que fuera real.

-si eres tu...si lo eres...pero luces distinto...por qué? -

-tengo prohíbo usar aquella imagen-

-porque? - Wonwoo lo sujeto por ambas mejillas para mirarlo a los ojos.

-porque si...-

-dímelo, dímelo por favor- Mingyu suspiro alejándose de él, le daba la espalda, pensaba en si sería bueno decirle la verdad, lo había liberado, lo había hecho resurgir, y nada malo pasaba aún, podía confiar que así seguiría todo.

- he ido por ahí a lo largo de todos estos siglos en las manos de extraños que no logran comprenderme...atado al grillete de mi jaula y mi castigo, viendo hacia mi libertad, poder sentirla mas no estar ahí, como me dijeron, un empujón y tú decides quien serás, yo lo decidí y aprendí a ver morir todo a mi alrededor, a la persona que amo...vivir su dolor, su desesperación que con el paso de los años se volvía intensa, y en mí se convertía en impotencia...pero aprendí a esperar, aprendí a mirar sin llorar por su muerte, aprendí a verle nacer, crecer tantas veces que ahora, justo ahora tengo un miedo terrible...- Wonwoo lo miraba confundido, en su mente realizaba una asociación de la historia que Mingyu le conto de aquel ángel que fue lanzado al abismo. ¿Era él? - sé que no me entenderás ahora...pero para que tú puedas hacerlo ...me dejas besarte? - mientras Mingyu le miraba tímido y de reojo, Wonwoo se sorprendió notablemente, lo pensó por unos segundos, y antes de responder humedeció sus labios un poco y trago saliva nervioso.

-si, por favor...- dijo en voz baja mirándole a los ojos. Mingyu se dirigió a él nuevamente, mirándole desde lo alto, llevo sus manos paulatinamente hasta las mejillas de Wonwoo y así poder levantar su rostro un poco.

-si esto no funciona... es probable que mueran todos y desapareceré otra vez...- al oír aquella palabra "desaparecer" Wonwoo sintió un gran vacío en el estómago, una tristeza terrible e inexplicable por un extraño que no sabía qué o quién era, si era real o si era un sueño loco por haberse mal pasado como solía hacerlo siempre. Eso no le importaba, lo importante era que estaba muy ansiosos por un beso de aquel moreno chico, el desesperado beso de un extraño sacado de sus sueños.

-no dejaré que desaparezcas, no lo hare- sujeto una de las manos de Mingyu y la bajo con junto a la suya para enlazar sus dedos. Al oír su respuesta, Mingyu parpadeo lento, mostrando un tono de ojos más claro, ¿naranja? ¿Rojo?, Wonwoo no lo sabía, pero dejo de prestar atención cuando sus labios fueron invadidos por los otros, suaves, cálidos, extrañamente deliciosos, como si su boca hubiera esperado una eternidad por probar esos labios. Un beso de ritmo lento, una deliciosa balada abrasadora.

-eres tú...- susurro Mingyu contra sus labios al separarse un poco de estos. Wonwoo no lo había escuchado, se encontraba lo suficientemente perdido en una extraña sensación que le había provocado aquel beso.

Una regresión, un viaje dentro de sí mismo alrededor de muchas vidas, pero siempre era él, vistiendo la ropa de todas las épocas de la historia, viendo como todo evolucionaba a su alrededor, todo, menos algo importante, su vida, la vida que detestó desde la primera, la soledad, el dolor, la extraña incomprensión del entorno siempre lo volvió alguien aislado, pero ese día, el día que un amable chico le ayudo y le sonrió, ese día cambio su vida.

-"ten cuidado"...- recordó aquella voz suave.-"ten un buen día"- finalizo ayudándole a levantarse del suelo, jamás pudo olvidar aquella cara, ni aquella voz, era exactamente la que tenía frente él.

-que fue...que fue todo eso...- Wonwoo se alejó de Mingyu intentando tranquilizarse.

-tú vida...aquella historia que te conté... el por qué sueñas esas cosas, no son sueños, eres tú, eres tú a través del tiempo, y yo, yo mirándote desde ese libro que siempre has llevado contigo, jamás algún "tú" me había podido liberar, no pensaban hacerlo, se conformaban con leerme hasta el final, botarme...olvidarme, pero tú, tu no...perdí el cielo por ti...perdí el infierno por esperarte...eres la única fuerza que tengo, lo único que me permitiría estar fuera...-

-oh...oh...esto...-

-sé que es confuso, pero es verdad...he pasado la vida entera esperándote...- Wonwoo caminaba en círculos pensando en si todo aquello era verdad, estaba frente a una especie de demonio? ¿O un ángel maldecido? Estaba confundido, escandalizado, ¿cómo era que Mingyu había estado con él en vidas que no recordaba? Debía ser un sueño, debía estar dormido, entonces dio unos cuantos pasos apresurado hacia Mingyu y rápidamente lo tomo por el cuello inclinándolo hacia él para besarlo nuevamente, esta ocasión con mayor detenimiento, asegurándose de que todo fuera cierto.

-no quiero que te vayas nunca más...no me dejes solo...tal vez, esta es mi respuesta, tal vez toda mi vida te he extrañado...por eso me sentía tan solo...- sollozo Wonwoo sobre los labios de Mingyu.

-dame tu vida...y yo te daré mi eternidad- tomando su mano suavemente entrelazo sus dedos mirándole directamente- mi corazón no está en mi pecho porque siempre ha estado en mi mano, esperando a que tú lo tomes- con la mano libre Mingyu sujeto el libro haciendo que ese se convirtiera en una estaca afilada, y así, sin aviso atravesó ambas manos, el cuerpo de Wonwoo titubeo unos segundos, debilitándolo sorpresivamente, con fuerza Mingyu mantenía a Wonwoo de pie, la habitación se llenaba de una extraña bruma dividida, oscuridad y luz mezclándose para volverse una sola.

Mágicamente aquella estaca se desvanecía como la nielaba repentina, no había sangre, no había heridas.

-reescribamos tu historia...- abrazándolo cerca de él, con un impulso salió disparado afuera del departamento en lo alto del edificio, asustado Wonwoo se aferró a sus hombros temiendo que cayeran, pero al estar en la espera del golpe final, la espalda de Mingyu liberó unas enormes y brillantes alas de plumaje negro, con una que otra pumilla perdida en color blanco, que gran peculiaridad.

El corazón de Wonwoo dejo de tener aquel sentimiento de vivir en piezas rotas; se convirtió en una persona entera y no en solo pedazos, pero, ¿es acaso que podrían vivir comúnmente entre las personas? No lo sabía, no le importaba, solo deseaba permanecer así por siempre, junto a él, junto a Mingyu.

Rise UpWhere stories live. Discover now