Capítulo 15

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ISABELLA
Caled y yo regresamos al salón junto a los invitados, aún tenía una sonrisa de felicidad por las palabras que Caled usó para dejarle en claro a Dove Colleman que él no le gustaba, ni le atraía.

—¿Por qué la rechazaste? —pregunté mientras bailaba entre sus brazos.

—Porque no quiero que otra mujer se aproveche de algo que solamente tú tienes el poder y derecho de presumir.

—¿De qué hablas exactamente Caled?

—¿Quieres que lo grite en medio de todo este salón? ¿Quieres que diga que soy tuyo y de nadie más? Que ninguna mujer me provoca lo mismo que tú. —lo miré fijamente a los ojos.

—Adoraría escucharlo pero sé que eso sería muy mal visto. —él sonrió. La música terminó, y ambos permanecimos más de la cuenta mirándonos el uno al otro.

Después de varios días sin querer salir alguna reunión social, trataba de encontrar una forma de entretenerme, podía volver hacer mi jardín en la parte trasera de la residencia, decidí salir de mi dormitorio y escuché a la tía Annie llamándome.

—¡Isabell!

—¿Qué sucede tía? —dije bajando las escaleras.

—El lord Bulgákov ha mandado un mensaje para ti.

—¿En serio? —me acerqué a ella. Y leí la pequeña nota escrita en una perfecta caligrafía, un dolor en el estómago comenzó a formarse, las piernas me temblaban. —Nos está invitando a cenar con su familia...

—¡Eso es estupendo!

—Sí... Estupendo. —dije un poco insegura.

Ver y relacionarme con la familia de Caled, era algo que no me esperé tan pronto, siempre me he preguntado de dónde sacó esos raros ojos.

¿Fue por parte de su padre? ¿Su madre? ¿Pensarán acaso que soy demasiado ordinaria o poco agraciada? Es una posibilidad, tenía muchas dudas al respecto y mi nerviosismo no me ayudaba, ¿Y si no me aceptan?

La invitación de Caled me había tomado por sorpresa y no de la buena manera, me sentía ligeramente feliz de que él me tome en consideración para presentarme ante sus padres pero...

—Deja de hacerlo mi niña.

—¿Qué cosa tía?

—Pensar en todos los malos escenarios que podrían ocurrir. Es solo una simple visita y cena, no tienes que descontrolarte de esa manera mi niña, así que por lo que más quieras sube arriba, arréglate como toda una princesa y encárgate de dejar sin aliento al guapo señor Bulgákov —Mi tía me tranquilizó, ella siempre lo hacía, desde que estoy a su lado siempre lo ha hecho, nunca me ha traicionado, ni tratado mal. Y tenerla junto a mí es lo más importante.

—De acuerdo, tía. —dije con una sonrisa y subí en dirección a mi dormitorio.

Escogería mi mejor vestido, me arreglaría lo mejor posible para dar una buena impresión a los que posiblemente sean mis futuros suegros. Sonreí al solo pensarlo, Caled dice que me ama, me ve como la mujer que desea tener a su lado para compartir su vida y una gran dicha me llena al solo imaginarlo.

Los matrimonios por conveniencia no me son desconocidos pero como la tía Annie es una mujer adinerada, buena y de la cual estaba segura que jamás me obligaría hacer algo que no quisiera, no me preocupaba, muchas damas que conocí en América se burlaban a mis expensas al escucharme decir mi sueño.

Como una mujer soñadora, muy ingenua ahora que lo veo, mi deseo y mi anhelo es tener un bonito hogar tranquilo con muchos hijos, junto a un hombre que me adore, me proteja y valore, yo llenaría la casa de flores tendría un bello jardín, mis niños no se cansarían de jugar y jamás los trataría o los despreciaría como hicieron mis padres conmigo, nunca los marcaría como ellos lo hicieron.

©El Hijo de la Bestia. SERIE: Galanes Imperfectos "1"Where stories live. Discover now