Capitulo 11

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El viaje lo sentí extremadamente corto, claro, tal vez se deba a que la mayor parte de este me la pasé dormida.

Desperté tal vez treinta minutos antes de llegar a nuestro destino, en el tiempo que estuve despierta tuve la oportunidad de platicar con Anthony y con Amy, sobre cómo me sentía respecto al viaje, sobre cómo se sentían ellos respecto al viaje, en el poquísimo tiempo que había conocido a Amy había logrado darme cuenta de su bajísima autoestima, eso la hacía una chica llena de temores e inseguridades, siempre que podía trataba de decirle lo especial y talentosa que era, lo estaba haciendo en ese momento, para tratar de quitarle de la cabeza que íbamos a hacer el más grande ridículo de la historia.

El avión comenzó a descender con suavidad, cosa que agradezco pues había oído que algunos aviones aterrizan bruscamente y si eso pasaba me iba a dar un ataque de pánico que no terminaría bien.

Tardaron unos segundos antes de poder permitirnos tomar muestras maletas de mano y poder bajar del avión, cuando lo hicieron yo intenté estirar los brazos para alcanzar mi bolsa pero era imposible, mi estatura no era baja, pero Anthony es quien la había acomodado y la había dejado muy alejada de la orilla.

Con el rabillo de mi ojo pude notar como el Profesor se acercaba a mí, pero antes de que llegara, Anthony estiró su brazo y me pasó mi bolsa de mano, así como sus cosas a Amy. El profesor no se detuvo, pero se notó decepcionado de no haber podido ayudarme.

—Muy bien chicos, llegamos, por favor revisen que lleven todo, no podemos dejar nada en el avión— dijo mientras recorría todos los asientos.

Bajamos del avión con cuidado, el profesor estaba ayudando a todos a bajar, pues el último escalón era algo alto.

Cuando su mano tocó la mía un escalofrío me recorrió toda la espalda, bajé con rapidez para poder soltarlo y me alejé como si mi vida dependiera en huir de él.

Recogimos nuestras maletas en la banda giratoria y esperamos unos minutos al camión que pasaría a dejarnos a nuestro hotel.

Llegamos a un hotel bastante lujoso, tal vez de 4 o 5 estrellas.

El profesor Phantom y el señor Richards (quien había insistido en acompañarnos para "observar de primera mano como la escuela triunfaba") fueron a registrarnos mientras todos esperábamos en el lobby del hotel, miré a mi alrededor para contemplar cada detalle de la decoración. Había una enorme fuente adornando el centro del lobby, el agua caía a chorros y ésta brillaba por las lucecitas de colores que resplandecían y parpadeaban, las lámparas eran de cristal y colgaban del techo dando la ilusión de un candelabro, tenía un toque elegante que me encantaba, mirando más allá de la fuente había una puerta de vidrio que conducía a la piscina del hotel.

—Ahora vuelvo— dije a Anthony y poniéndome de pie, me dirigí a la piscina, era enorme, de forma rectangular, tal como con la fuente, el agua era adornada con luces de colores azulados que me tenían maravillada.

—Ahora vuelvo— dije a Anthony y poniéndome de pie, me dirigí a la piscina, era enorme, de forma rectangular, tal como con la fuente, el agua era adornada con luces de colores azulados que me tenían maravillada

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Escuché como Amy me llamaba con su apenas audible voz, avisándome que ya nos habían dado llave de la habitación, cada persona iba a tener su propia habitación, eso debía haber costado una fortuna.

Subimos al elevador que nos llevaría a nuestras habitaciones, todos cargabamos nuestras maletas, al llegar a nuestro piso bajamos y nos dedicamos a ubicar dónde dormiríamos.

Apenas ubiqué mi habitación pasé la llave electrónica por el lector y una luz verde me indicó que podía pasar, apenas entré vi todo el lugar y no pude evitar soltar una exclamación.

Era hermosa, la cama era enorme, había múltiples lamparitas en toda la habitación que daban un toque bastante lindo, la ventana era del tamaño de una pared completa, y tenía vista a la piscina, a lo lejos un paisaje precioso e inspirador se asomab...

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Era hermosa, la cama era enorme, había múltiples lamparitas en toda la habitación que daban un toque bastante lindo, la ventana era del tamaño de una pared completa, y tenía vista a la piscina, a lo lejos un paisaje precioso e inspirador se asomaba, me acerqué al balcón que había abriendo la ventana, el aire acariciaba mi rostro y hacía volar mi cabello, haciéndome sentir viva, en paz...

Unos golpes provenientes de la puerta llamaron de nuevo mi atención, fui a abrir y me encontré con el profesor Phantom quien me sonreía tímidamente.

—Buenas noches Lizzy, estoy pasando a todas las habitaciones a cerciorarme de que todo esté bien.

—Todo está perfecto profesor, gracias— su presencia me ponía nerviosa...

Asintió con la cabeza, y lo vi alejarse por el pasillo.

Cerré la puerta y tomé mi maleta, la abrí y empecé a acomodar mi ropa y demás pertenencias.

De mi bolsa de mano saqué las letras de las canciones que cantaríamos en la presentación y comencé a estudiarlas, tratando de no hacer mucho ruido para no incomodar a mis compañeros de junto.

No supe cuando dieron las doce de la noche, al ver mi reloj maldije internamente, guarde todo y me coloqué mi pijama, antes de acostarme quise mirar hacia la ventana, pues la vista era realmente hermosa, el cielo era iluminado por la luna, brillante y perfecta, a su al rededor un sinfín de estrellas le acompañaban, mis ojos fueron hacia la alberca y vi al maestro en las sillas que ahí colocaban, sentado, simplemente mirando cómo el agua se movía en pequeñas ondas por el aire, me preguntaba en qué estaba pensando, en quién, quería entrar en su mente, saber qué deseaba su corazón...

—Ay profesor— pensé —por qué tuve que enamorarme de usted? Habiendo tantos chicos en la escuela, el país, ¡en el mundo! ¿De verdad tenía que fijarme en el único hombre que no podía tener?—

Podía pasar toda la noche admirándolo y no me aburriría nunca, verlo era un deleite para el ojo humano, pero necesitaba descansar, cerré las persianas, me metí a la cama, apague la lámpara junto a mí y cerré mis ojos, intentando no pensar en nada, intentando entrar en lo más profundo del mundo de los sueños, teniendo la esperanza de soñar con él... de la existencia de un "nosotros" que no era posible.

Las Notas Del CorazónWhere stories live. Discover now