Hasta las bolas.

Escuchar y respirar.

-¿Te gustaría hacer algún curso de pintura conmigo? –preguntó su chico, mientras le pasaba una tostada con dulce de leche y trocitos de banana.

-No, si es onda todo muy escuela carcelera que pide materiales carísimos y tareas imposibles, ¡Y encima que pretende que seas Miguel Ángel y que pintes la Monalesa!... Entonces no quiero.

-Primero, es Mona Lisa y la pinto Leonardo Da Vincí. –Respiro dos, tres, diez veces.- Segundo, Miguel Argel es... ¿te acordas del David?

-¿Eh?

-La estatua con el pito corto...

- ¡Ah! Si, ya se, si te culea ni lo sentís. –Dijo, pasándole un mate evitando su mirada, ya sabía que estaba molesto.- Tomate un matesito.

Ninguno dijo nada mientras sonaba de fondo Once around the block, por lo menos eso no los dejaba en el silencio total. Capaz había sido un poquito malo. Hace banda lo había visto ojear en un grupo de Facebook sobre cursos cerca del barrio, diciendo que estaría buena hacer actividades en pareja y que tenía ganas de probar cosas nuevas. Hasta de acordaba que le había dicho que estaría copado...

-¿Cuánto sale el curso?

Silencio. Otro mate sobre la mesa. Dove, el tema de Pillar Point sonando de fondo.

-Si es cerca estaría bueno, así ahorramos transporte.

Silencio, un mate devuelto a medio tomar y un "gracias" bajito.

-Amor...

-Voy a visitar a Doña Natalia, de paso me fijo si hace viandas hoy.

Portazo. Silencio.

-Bueno.

¿Viste cuando la cagas por qué te la pasas criticando todo y no podes esperar a que el otro termine de explicar para ver si esta bueno o no? Bueno, hoy no voy a tener quien me acaricia la espalda a la noche.

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Nunca me gustó mucho lo dulce, onda, prefiero mil veces lo picante y lo amargo. 

Estoy pensando que nunca aclaro quien es quien en estos diálogos. Lo puedo distinguir porque son mis bebes y se cuál de ellos habla, pero ustedes no... Voy a dar pistas, después, porque esto no lo pienso cambiar.