31.

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Me miró fijamente los ojos antes de inclinarse sobre mi para poder abrir el cajón de su cómoda y poder así sacar un preservativo que se lo colocó luego de terminar de desnudarse y una botella de lubricante. 

Jungkook volvió a verme a los ojos, conectando ambos pares. 

—¿Estas bien con ser el de abajo? puedes estar donde gustes bebé...

Yo automáticamente me sonrojé hasta las orejas y asentí tímidamente antes de hablar.

—Yo... estoy bien así, quiero... quiero que tu estés... arriba. —Tapé mi cara con mis manos y siento como Jungkook las retira de mi rostro y deja un beso rápido en mis labios.

—Esta bien amor.

Amor...

Algo en mi pecho se sintió cálido cuando lo escuché decir aquella hermosa palabra.

Me quitó la ropa interior y vertió una cantidad considerable de lubricante en sus dedos. Abrió cuidadosamente mis piernas para luego dirigir sus dedos a mi entrada, con toda la delicadeza del mundo introdució uno de sus largos dedos en ella, por lo cual  arquee mi espalda hacia su pecho.

—¿Estas bien minnie?

—Yo...yo sí, sigue...

Comenzó a mover su dedo un poco y al cabo de unos minutos agregó otro dedo el cual me hizo gemir fuerte.

—Oh dios...

Jungkook me miró y sonrió ladinamente para comenzar a hacer el movimiento de unas tijeras en mi interior, cuando vio que era un manojo de jadeos y gemidos, sacó sus dedos y se posicionó entre mis piernas. 

Llevó sus manos a mis mejillas antes de hablar.

—Si te hago daño... Solo dime y me detendré, ¿vale?

—Vale... —respondí.

El besó mis labios, haciéndome cerrar los ojos antes de entrar en mí con suavidad. Una punzada entre mis muslos me hizo gemir fuerte, apartando mi rostro de él. Jungkook se detuvo y me miró preocupado.

—Me... duele... —logré articular.

—Siempre duele la primera vez, príncipe... —me susurró— Nunca haz hablado de esto con alguien, ¿verdad?

Asentí, mientras inspiraba profundamente.

Me corrió el cabello de mi sudoroso rostro y me besó la frente, justo antes de salir de mi y volver a entrar. Lo escuché jadear en mi oído. Esta vez no dolió mucho, pero de igual forma sentí algo de dolor entre mis muslos. Ya en la tercera entrada el dolor había desaparecido casi por completo. Fue ahí cuando Jungkook aumentó la velocidad de las embestidas. Acallaba mis fuertes gemidos y gritos con besos, devorando mi boca por completo.

—Jeon... —jadee en su oído, mientras me aferraba a su cuerpo como si fuera a caer.

—Jimin... Te amo —lo escuché suspirar, siguiendo con sus movimientos.

¿Qué? No logré escucharlo bien, mis respiraciones acallaban sus palabras. Este momento era único y especial. Jamás lo cambiaría por nada.

(...)

Jungkook estaba dormido junto a mi en su cama. Mantenía sus brazos a mi alrededor, apretándome aún en sueños. No podía dormir recordando lo que habíamos echo hace una hora atrás. Él se había dormido justo antes de que sus padres hubiesen vuelto de su cita. Solo los escuché entrar e ir a su cuarto, sin revisar ninguna de las habitaciones.

Observé a Jungkook. Tenía el cabello revuelto, con los labios entreabiertos y con los ojos suavemente cerrados. Se veía como un niño cuando dormía. Cuando me moví para poder irme, él me apretó contra su cuerpo murmurando cosas en sueños. Pensé que estaba despierto, pero cuando vi su rostro estaba serenamente dormido.
La noche estaba más oscura que antes, las nubes cubriendo el cielo impidiendo poder ver las estrellas y la luna. Jeon suspiró en sueños, moviéndose un poco. No puedo salir, él atrapó mis piernas entre las suyas. Suspiré frustrado y allí me quedé hasta que dieron las 9 am. La alarma de Jungkook sonó, haciendo un molesto ruido. Espantoso. Estaba a espaldas de él, lo único que me pude mover durante la noche y aún me abrazaba contra su cuerpo. Sentí su respiración en mi oído, cerca de mi cuello. Se revolvió en su lugar antes de hablar.

—¿Jimin?

—¿Uhm?

—Nada, solo quería ver si estabas despierto —sentí su sonrisa antes de que besara mi mejilla, inclinándose sobre mi.

—Emm... bien —sonreí.

El se sentó sobre la cama, pasando la mano por su cabello dejándolo todo desordenado y dejándome ver que aún seguía desnudo. Solté una pequeña risa al ver su aspecto. Él me miró y se acercó a mi para besar mis labios suavemente, haciéndome ruborizar. Aquel beso me recordó por lo que habíamos pasado anoche, mientras sus padres no estaban y su hermana dormía. Le seguí el beso antes de apartarme de él y sonreírle. Las sábanas y colchas escondían mi cuerpo desnudo de su mirada. Él me devolvió la sonrisa antes de apartar su rostro del mío y levantarse. Recogió sus bóxers del suelo, los que ocupaba ayer y se los colocó. Sacó una camisa de su armario y me la dio.

—Para que te cubras y vayas a tu habitación a darte un baño para poder ir a la escuela —mencionó, antes de desaparecer dentro de su baño personal. Me coloqué la camisa cobre mi cabeza y recogí toda mi ropa, prenda por prenda. La camisa de Jungkook me llevaba a mitad del muslo... Pero que camisa más grande, pensé. Salí de su habitación, dando las gracias por no encontrarme con nadie. Caminé –corrí– a mi habitación y cerré la puerta tras mío. Entré al baño para poder darme una ducha.

(...)

Faltaban diez minutos para que las clases comenzaran. Estaba guardando los libros en mi casillero y dejando solo los que usaría cuando sentí una mano tocar mi hombro suavemente. Salté en mi lugar y me di vuelta para ver a un chico que no había visto nunca en la escuela, y por los papeles deduce que era nuevo. Tenía los ojos de un color miel muy lindo y el cabello rojo brillante. Sonrió amablemente hacía mi, su sonrisa era muy linda, y muy cuadrada, adorable.

—Hola. Soy Kim Taehyung y soy nuevo.

No le quité la vista de encima.

—Uhm... Hola, soy Jimin, Park Jimin... —logré pronunciar. Voltee mi mirada hacía otro lado.

—Jimin... Qué bonito nombre —dijo, mientras abría el casillero que estaba al lado mío y guardaba libros y cuadernos.

— Oye, ¿qué clase tienes ahora? 

—Emm... Biología —murmuré.

—¿Qué tal si vamos juntos? —sugirió.




Sálvame || KookminWhere stories live. Discover now