wicked ways [one shots] | h.s +18

•pamper evening.

mimos de madrugada.

harry x gia.

Fue una noche de sábado inusual, el silencio llenó su hogar con un poco de miedo pero aún así fue calmante. Fue una de las cosas más raras que sucedieron: Harry y Gia estaban en casa sin nada que hacer en una noche del fin de semana.

Harry ha estado trabajando sin descanso últimamente y ahora que está en casa, no quería molestarlo. Así que, en este momento él está recostado en la cama, un libro metido entre las manos y el ceño fruncido, la concentración en cada centímetro de su rostro mientras lee sobre una tesis de filósofos del siglo XIX. Siempre ha estado interesado en eso, pero rara vez tiene la oportunidad de sentarse y leer sin ser molestado, por lo que Gia lo dejó en paz y fue al baño compartido. Decidió tener una velada tranquila y acogedora, con todo lo que la hacía sentir agradable y cálida para recargarse después de una semana difícil.

Hay una gran variedad de productos de belleza y bombas de baño ordenadas en la gran barra y está llenando la bañera con agua caliente, tal como le gusta. Hay una bata mullida, un regalo de Harry, que cuelga justo al lado de la bañera y las pantuflas al lado, listas para cuando salga del calor de la bañera.

Se está cepillando el pelo y tirando de el en un moño cuando Harry aparece en la puerta, apoyándose en ella con una mirada curiosa en sus ojos.

"¿Qué es todo eso, nena?" Pregunta, manteniendo su distancia mientras Gia convierte su pelo en una especie de bollo desordenado que realmente no funciona. Lo siente un poco suelto en su cabeza y hay hebras rebeldes cayendo. Respira, tirando de la bata y dejando que la longitud de ella caiga por su espalda con un suspiro de exasperación.

"Voy a tener una velada agradable." Le dice, mientras tanto empieza a preocuparse por los productos, en busca de un exfoliante facial. "No quería molestarte en la lectura, así que sólo me sentaré aquí y me relajaré un poco." Murmuró, demasiado concentrada en buscar la correcta, la que no lastima su piel y la hace sentir suave y renovada. No la encuentra en ningún lugar y frunce el ceño mientras mira botellas y letras pequeñas, pero ninguna de ellas es correcta. Si sólo pudiera recordar el nombre...

"¿Puedo unirme a ti?" Harry pregunta, después de un segundo de silencio y Gia lo mira, encontrando sus ojos a través del espejo con cara de sorpresa.

"Podría tomar un poco de tus mimos hoy." Se encoge de hombros y ella sonríe, asintiendo y girándose hacia él.

"¿Puedo afeitarte la cara?" Pregunta, un brillo esperanzador en sus ojos y él se ríe, frotando el vello como pelusa de melocotón sobre sus labios y barbilla.

"¿No te gusta?" No le da una respuesta a su pregunta y ella se acerca más a él, poniéndose de puntillas para robarle un rápido beso de sus labios malhumorados.

"Me gusta... Pero necesitamos una cara limpia para todos los productos y máscaras que usaremos hoy." Mueve las cejas y él se ríe de su emoción, una sonrisa con hoyuelos dirigida hacia ella.

"Entonces me puedes afeitar." Harry está de acuerdo con una inclinación de cabeza, sentándose en el asiento del inodoro cerrado para llegar a su altura. Ella tiene crema de afeitar y una nueva maquinilla en las manos segundos más tarde y un novio aterrorizado mirándola, asustado de su emoción. "Por favor, no me cortes la garganta." Suplica, con los ojos muy abiertos y las cejas en alto.

Gia pone los ojos en blanco, una mano golpeando contra su torso desnudo antes de acomodarse entre sus piernas separadas y comenzar a lavar su cara con crema de afeitar.