— Así que tu y Natalia ¿eh? — Le dijo Julia tras estar un rato bailando.
— Sip.
— ¿No vas a contarme nada más?
— ¿Qué quieres que te cuente?— La verdad es que estaba harta de mentir, tanto a la gente como a sí misma.
— Pues por ejemplo, ¿quién se declaró a quién?
— Fue ella, ya sabes cómo soy yo de pardilla para esas cosas.
— No parecías tan pardilla cuando te me abalanzaste a besarme en aquella fiesta.— Se rió mientras Alba se quedaba quieta mirándola.
— ¿Recuerdas aquel beso?
— Pues claro que lo recuerdo. Estaba coladísima por tí.— Le dijo como si fuera una verdad universal.— Espera, ¿no lo sabías?
— No tenía ni idea.— Julia se echó a reír.
— Mira Alba, no te voy a mentir, siempre me has gustado e incluso venía a la boda con la intención de ver si quizás podía empezar algo contigo. Pero estando Natalia, no tengo ninguna oportunidad. Desde pequeña solo has tenido ojos para ella.
— Lo...lo siento.— No sabía qué más podía decir.
— No hace falta que lo sientas, el corazón quiere lo que el corazón quiere. Además, seguimos siendo amigas ¿no?
— Por supuesto que sí.— Le dio un abrazo y siguieron bailando como si nada. Hasta que alguien carraspeó detrás de ellas.
— ¿Puedo?— Era Natalia.
— Toda tuya.— Le respondió Julia sonriendo y besando la mano de Alba en un gesto de galantería.— Fue un placer bailar contigo.
— Que tonta eres.— Negó con la cabeza ante las tonterías de su amiga. Se giró hacia Natalia y la vio con el gesto serio, aunque enseguida lo cambió en cuanto la atrajo hacia ella para bailar.
— Al final tenías razón en lo de Julia.
— ¿Te tiró los trastos?
— No, pero me dijo que estaba colada por mí y que se acordaba del beso.
— ¿Y qué le dijiste?
— Nada, somos amigas y yo estoy contigo.
— ¿Y si no estuvieras conmigo?— Alba paró de bailar para mirar detenidamente a los ojos a Natalia.
— Pues tampoco pasaría nada porque a Julia solo la quiero como amiga. Ya está. — Pensó que aquello zanjaría la cuestión pero Natalia parecía cada vez más agitada.
— ¿No le darías una oportunidad? Quiero decir, Julia es tu tipo, ya sabes, atractiva, lista, buen culo... — ¿Por qué seguía insistiendo Natalia?
— No es cuestión de tipos, es que no siento esa conexión que tienes que sentir con la persona que te atrae.
— Pues te recuerdo que la besaste, así que algo te atraería.— La gente de alrededor estaba empezando a darse cuenta de que pasaba algo con ellas por lo que Alba le cogió la mano a Natalia y se la llevó fuera de la pista, a un pasillo donde no había nadie.
— La besé porque estaba borracha. Lo único que sentí fue una sensación rara por estar besando a una amiga. No fue una sensación de atracción, para nada.— Alba pensó que con aquella afirmación acabaría con el tema y que Natalia volvería a la normalidad. Pero nada más lejos de la realidad.
— Entiendo. — Había algo en la voz de Natalia que hizo saltar todas las alarmas de Alba. ¿Qué estaba pasando allí?
— Natalia ¿estás bien?
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Nunca estuve fingiendo | Albalia
RomanceAlba necesita una pareja para la boda de su hermana. Así que decide preguntarle a su mejor amiga Natalia que finja ser su novia. ¿Qué puede salir mal? Pista: todo.