XXVI

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― Vanessa, ¿esta es tú gran idea?

― Si. Solo Fred terminó su entrenamiento, por lo cual, nosotros somos incapaces de protegerlos a ti y a Tara si Fred... Ya sabes

― ¿Muere?

― En el peor de los casos, si, cuñadito... No somos totalmente inmortales.

― Comprendo. Solo... No le hará esto daño al bebé. ―Vanessa rio con la cabeza gacha.

― Una bruja puede ir a la guerra incluso con nueve meses de embarazo. Y una FV-Pure Es incluso más poderosa en este estado... Nacimos para sobrevivir en un mundo donde se nos caza indiscriminadamente...

― Por lo cual, en esta etapa los cuerpos de las futuras madres se adaptan para proteger a su cría, bueno, bebé, si hablamos en términos más humanos. Después del primer mes, madre y cría se vuelven tan fuertes que son capaces de regenerar cualquier herida a tal velocidad que pareciera que, ni siquiera puedes dañarlos. ―Completo Fred por su hermana, lanzándole un libro a Matteo y otro a Vanessa en este breve lapso de tiempo.

― Oh, vaya... O sea que, son mejores que los humanos...

― Los puros lo son. Nosotros... Nosotros somos incluso mejores que ellos, por eso somos una amenaza. ―Contesto Fred mirando hacia la barrera, proyectando un falso cielo azul de nubes blancas, tras el cual quien sabe que se escondía― Capitulo quince, pagina cuarenta y dos.

― ¿Cómo es eso posible?

― Somos híbridos ―Respondió Vanesa encogiéndose de hombros.

― Según mamá, Vanessa incluso podría conjuran un hechizo de categoría seis sin sentir absolutamente nada. Podría, batallar como cualquier otro en la guerra, o incluso mejor, más fuerte... Y eso, en condiciones normales. Si de proteger a su bebe se trata, mamá dice que no habría nadie capaz de vencerla.

― Pero, aun así, enano, recuerda lo otro que mamá nos explicó... Por más poderosa que sea, estar embarazada no la vuelve commodum. Puede morir. Necesita ser protegida y cuidada. Porque esa fuerza, es el último recurso.

― Lucas es parte lobo, no sabemos, como reaccionaria frente a aquella situación.

― ¿Lucas? ―Peguntaron todos al unísono.

― El bebé.

― Oh... ¿Espera que?

― Vane, querida, ¿ya decidiste el nombre del bebé?

― Si, el primer nombre. Pero bueno, a lo que quería llegar. Quizás yo sea fuerte, pero eso no significa que él también lo es. Mamá previó el caso de, juntarme, con un vampiro, un brujo, o un humano... Jamás pensó en un Lobo. ―Continuó ella pasando las páginas del libro para encontrar la indicada por Fred.

― ¿Por qué "Lucas"?

― Porque... Entendí varias cosas ayer, cuando Luna y su, sobrino, estuvieron en casa.

― Espera, ¿haz elegido el nombre por aquel chico?

― Podría decirse que sí...

― Vanessa, no deberías haberlo hablado con Alex

― El enano tiene razón, Nessa...

― Puedes elegir el segundo nombre querido. ―Le respondió ella a Alex con una sonrisa. A él no le hizo gracia.

― Muy bien. Barreras, bucles e ilusiones. ―Comenzó Fred a leer en voz alta mientras sus hermanos seguían la lectura en silencio― Una barrera es creada para protegerte o a otros en situaciones de riesgo. Es un hechizo de categoría tres que se puede desarrollar de diferentes formar. Se dice que cada aquelarre tiene su propia forma de crear una barrera. El tamaño máximo de una barrera depende de la fuerza del hechicero y de su instrucción mágica como tal...

― Huritt.

― ¿Qué? ―Preguntaron todos volteando a ver a Alex con desconcierto.

― Huritt. Ese será su segundo nombre. ―Matteo estrelló la cabeza contra las páginas.

― ¿Porque Huritt? Porque es único y tiene un significado que le acomoda mucho a mi hijo. Después de todo, ¿Cómo no va a ser hermoso con tan buenos genes? Además, lo hará sentirse más... identificado con su herencia ancestral.

― Me gusta. Es lindo. ―Alex sonrió y fue a abrazar a la dueña del comentario.

― ¿Podemos seguir con la clase? ―pregunto Matteo un tanto fastidiado.

― Si, claro. No más interrupciones. ― contesto Vanessa rápidamente y volvió a las páginas.

― Eh... ―Fred miro instintivamente hacia el cielo y vislumbro un relámpago― Leerán de la página cuarenta y dos a la página cincuenta. Memorizaran los hechizos y los practicaremos mañana. Prefiero que sepan bien que hacen antes de conjurar. ―Vanessa y Matteo asintieron y cerraron los libros. Entraron rápidamente a la casa con Fred a sus espaldas.

Los hermanos se fueron a estudiar a sus respectivas habitaciones y Alex bajo con Tara para mantenerla ocupada lejos de ellos, dejándoles estudiar en tranquilidad. Fred desplegó sobre la mesa un kit de química y comenzó a elaborar una poción.

Luego de un par de horas, Alex y Tara ya habían dibujado, pintado, jugado todos los juegos en la casa, jugado a las escondidas, e incluso a maquillarse. Ya se han de imaginar cómo han quedado los dos... Una rara mezcla entre chonis y payasos. Fred había hecho otra poción, limpiado la cocina, preparado la comida e incluso un delicioso postre.

Justo en el momento en que tara quería jugar a la peluquería aparecieron Vanessa y Matteo al rescate distrayendo a la niña de masacrar el pobre cabello de su hermano.

― Ay, ¿Qué les paso?

― ¿Desde cuando eres travesti cuñado? ―Tara exploto en carcajadas y Alex agacho la cabeza.

― Mi querida hermana se aburre con rapidez. ―Vanessa rio por lo bajo y Matteo de encogió de hombros.

Se dirigieron a la cocina atraídos por el delicioso aroma proveniente de esta, descubriendo así una mesa llena de delicias. Rápidamente Alex tomo a Tara en brazos y corrió escaleras arriba para adecentarse los rostros y quitarse los dibujos hechos con marcador de las manos. Bajaron en pocos minutos después de una lucha contra el resistente marcador y el jabón. Tomaron asiento junto a Fred y comenzaron a comer y platicar de temas triviales, con una que otra inocente pregunta de Tara de por medio.

―Em... Alex, quiero hacerte una pregunta. ¿En tus entrenamientos con la manada le enseñaron técnicas de combate? ― Alex asintió.

― Bien, quiero que se las enseñes a Tara. No quiero decir que deba pelear, pero, no sabemos si tendremos tiempo en un futuro para entrenar, y mientras más joven aprenda más tiempo tendrá para perfeccionar las técnicas.

― Si, me parece. Algunos de mis amigos comenzaron su entrenamiento a la edad de Tara. Es una estrategia bastante inteligente. Y es una manera de mantener a Tara entretenida.

― Excelente. ―Comentó Fred con una sonrisa llevándose un trozo de carne a la boca.

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