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En su camino de regreso, Kihyun andaba pesadamente. Debido a la adrenalina del momento no se había dado cuenta del daño que en realidad le habían echo esos hombres. Su cuello dolía, y estaba enrojecido con el patrón de la cadena, al parecer había estado muy apretada. Su labio se laceró por los golpes y pequeñas gotas de sangre resbalaban a su barbilla que constantemente limpiaba con la manga de su ahora tullido abrigo. El golpe que se dio cuando lo azotaron en el piso le dolía bastante, probablemente se le haría un moretón en las costillas y otro en la parte baja del trasero.
Por fuera de todas las cosas, Kihyun sostenía con fuerza la carta que había encontrado. Debido a su caminar desesperado, chocaba con los entes de las calles, y en varias ocasiones cuando se detenían a pedir disculpas, y al notar lo malherido que se encontraba aquel hermoso joven, intentaban intervenir y preguntar si todo estaba bien; sin embargo, Kihyun no estaba interesado en lo absoluto, así que solo pasaba de largo ignorando las ofertas de ayuda.
En la marcha, Kihyun comenzó a formularse ciertas preguntas. La que más retumbaba en su cabeza era aquel misterioso hombre que lo salvó y que posteriormente le dejó una carta. Lo que más le entrañaba era que esa persona hubiera desaparecido, por que bueno, ¿Cómo es remotamente posible desvanecerse de la vista tan rápido, cuando solo fueron segundos de diferencia entre su último paso y Kihyun yendo detrás de él?
Kihyun sostenía firmemente la idea de qué tal vez todo era una alucinación causada por respirar tanta droga y sexo de forma inconsciente mientras trabajaba en el Pink Hell; pero el dolor que sentía era totalmente real, sin embargo.
Una vez que regresó a casa, caminó desapercibido entre el ahora concurrido corredor de la sala principal. The Pink Hell tenía tres divisiones: el bar, los camerinos y la casa donde todos y todas se hospedaban. A estas horas las 'celebridades' comenzaban a prepararse para el agotador trabajo de la noche, y debido a eso, nadie notó en realidad a Kihyun.
Una vez el chico llegó a su habitación, se desprendió del abrigo y lo tumbó en el suelo afelpado y se recostó en su cama.
Miró al techo, colocó su antebrazo sobre sus ojos y soltó un respiro de descanso. Después, poco a poco lágrimas de despecho recorrieron su angelical rostro; solo hasta ese momento fue cuando se dio cuenta de lo tremendamente traumático que había sido aquello.

-"¿Y qué hubiera pasado si en verdad me hubieran violado? ¿Yo estaría vivo ahora? ¿Qué me habría pasado? ¿Cómo fue que llegué a eso?"- Se preguntaba mentalmente mientras lloraba y berreaba.

Un par de horas después, un fuerte golpeteo se escuchó, acompañado de la voz furiosa de Lucio. Kihyun se había quedado dormido por tanto llorar.

—¡Kihyun! ¡Kihyun abre la puerta! ¿Qué es que acaso no has visto la hora? ¡Es casi hora de abrir y tú ni tus luces das!— Lucio en verdad parecía molesto. Kihyun se dio cuenta que la había cagado, y pensó en abrirle inmediatamente, pero en el camino se miró al pequeño espejo que colgaba en su pared; sus golpes se notaban demasiado, además de que sus ojos hinchados solo lo empeoraban todo.
No podría salir así a trabajar, algo de esta magnitud no iba a ser cubierto ni con maquillaje.

—Kihyun, estoy a tres de abrir la puerta con mi juego de llaves extra y estoy seguro que tú no quieres eso— Habló aún más enfadado. —Uno... Dos...— Pero antes de terminar el conteo, Kihyun abrió sin más la puerta. —¿Qué carajos estás hacien...— Lucio entonces miró a Kihyun, y por supuesto, miró sus heridas. —En nombre de San Pedro, ¿Qué te ha pasado cariño?— Su tono de voz cambió a ser de preocupación plena y sincera.

Lucio caminó dentro de la habitación de Kihyun cerrando la puerta a su espalda. Se acercó al chico y tomó su rostro con precaución para examinarlo más detenidamente.

—Dios mío, querido, ¿Quién te ha hecho daño?— Los ojos de Lucio se comenzaban a cristalizar, después de todo, Lucio le tenía mucha estima a Kihyun, y a todos sus trabajadores en general.

The Diamond River 💮 Showki.Where stories live. Discover now