No podía creer lo que estaba ocurriendo. Mo podía dejar de ver al hermoso gatito pasear su cola entre las piernas. Su lubricante salía a flote y su olor a lavanda penetraba mis fosas nasales.
-ga.gatito... Esto, esto no puede ahh- un fuerte jadeo salio de mi boca al sentir como apretaba mi hombría cubierta.
-Alfa, su gatito está en celos - sollozo recostando su cuerpo sobre el mío. -duele.
-Shhh todo estará bien- susurré aún en un pequeño shock, ¿que se supone que debo hacer? - ¿Quieres que alfa te ayude?.
-Siii, alfa... Tócame - susurro levantando su culo y cola llamando mi atención. Se veía condenadamente caliente con sus orejitas y cola, ¿debería ayudarlo?.
Con movimientos torpes pude levantarlo y llevarlo hasta el sofá así poder sentarlo en mis piernas aún con él descubierto.
Okey, repasemos. Tengo un híbrido de gato en celo, este quiere que lo folle porque dice que soy su alfa... ¿qué?.
Mire con preocupación al pequeño de puntiagudas orejas, el pobre gimoteaba en busca de mas contacto con mi piel. Tomo una de mis manos para dejarlas reposadas en uno de sus mofletes.
-¿Qué debo hacer?
-Solo dejate llevar -susurró dejando un leve recorrido de besos sobre mi cuello-¿o tendré que hacerlo todo yo?
Un fuerte trago de saliva hizo que el minino resoplara cansado. Se levanto suavemente para poder recostarme a lo largo del sofá. Se subió nuevamente sobre mí dejando mi entrepierta cubierta entre sus glúteos pomposo. Con cuidado comenzó a amasar mi descubierto pecho soltanto ronroneos.
Todo me daba vueltas. El maldito olor que su cuerpo soltaba estaba mareando mi sistema que sin mi lucidez completa, tomé sus glúteos apretandolos a mi antojo.
-ahhh, alfa - sollozo levantando la cola, insitandome a más.
-Mío -susurre sobre su oreja.
La verdad no sabía que sucedía conmigo, el deseó por aquél bello chico estaba colando por mis huesos. Quería verlo gemir mi nombre, que me monte, y lloriquee por más. Quiero tenerlo en cuatro dejando al descubierto como su culo se traga mi pene con deseo.
-Mierda, quiero poseerte- gemi creando un beso hunendo entre nuestras bocas. Sus labios inchados eran la maldita gloria esculpida. Sus manos no dejaron en ningún momento mi pecho dejando leves rasguños con sus tiernas garritas ¿Esto cuenta como zoofilia?.
-Follame... Toma mi escencia y marcame. Se mi amo -gimió dando un pequeño saltito sobre mi entrepierna. Este niño va a matarme.
Lo tomé entre mis brazos para cargarlo al estilo princesa. Mi habitacion estaba echa un gasto pero soportaba una buena follada.
Recosté el cuerpo del minino sobre mi cama para luego alejarme.
A medida que iba quitaba mi pantalón podía ver como el chico se deseperaba por no ser tocado. Sus orejas de gato se bajaron de forma sumisa y su cola golpeaba las sabanas con desesperación.
-Alguien está entusiasmado - reí quitando mi boxer. Mi erección rebotó comicamente, pero al parecer eso hizo que el minino muriera internamente, ya que se puso de cuatro frente a mí, dejó una larga lamida desde la base de mi falo hasta el glande.
-Dame leche, amo... Su gatito quiere leche - ahora entiendo cuando decían lo de "gata en celo"
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