PAULO
Cuando entre a la habitación en la que Male estaba, despues de haber hablado afuera con Feli, el corazón me latió de una manera rara al verla ahi acostada, toda entuvada, tan frágil.
Me daban ganas de agarrarla y no soltarla nunca, ponerla en una caja y cuidarla como si fuera de vidrio.
Queria matar al hijo de puta que le habia hecho esto, nadie se lo merece y menos ella, ella no.
Acerqué la silla que estaba al lado de la puerta hasta al lado de la camilla, me senté y agarré su mano.
-No puedo creer que estes así -dije mirándola con tristesa.- Nose porque pero no puedo quitarme este sentimiento de culpa de encima, siento que esto lo causé yo.
-Necesitó que te despiertes, que estés acá conmigo, cafándonos de risa, hablando pelotudeces, escuchar tu voz, ver esos faroles que tenes de ojos. Por favor Male, lucha gorda, despertate. -Y sin poder evitarlo, una lágrima se me escapó.
Después de estar un rato así, ingresaron los médicos a la habitación para hacer los chequeos de rutina, asique me pidieron que salga de la habitación.
Al salir me encontré a las chicas y a Lautaro sentados en los asientos que estaban a un costado de la habitación.
-Eu tio porque no vas al hotel, te das un baño, dormis un rato, para relajarte y después volves. Total nosotros estamos acá y te avisamos de cualquier cosa -dijo Lautaro pasando su brazo por mis hombros.
-No Lauti, estoy bien, hasta que no se despierte no me voy -dije seguro.
-Paulo, Lauti tiene razón, venis de un vuelo de quince horas, no comiste, no dormiste, nada -dijo Feli mirándome- Además no se sabe cuando pueda despertar, si hoy, mañana, en un mes, nadie sabe.
-Si Paulo dale, que estes acá así, no ayuda, y pensa que Male querría que vayas y descanses. -intervino ahora Candela.
La verdad no quería,pero en parte tenian razón.
-Esta bien, voy una hora y vuelvo -dije mientras me paraba.
-Anda dale -dijo Lautaro empujandome al ascensor.
Tomé una taxi y fui directo al hotel. Lo primero que hice al llegar a la habitación fue darme un baño y después pedí servicio a la habitación.
Intenté dormir, pero me era imposible, mi mente no paraba de maquinar. Cuando estaba a punto de quedarme dormido mi celular sonó, indicando que tenía una llamada entrante.
Era Oriana. Casi sin ganas atendí.
-Mjm hola -dije refregandome los ojos.
-Llegaste bien? -pregunto seca.
-Si, gracias. -respondí.
-Espero que ahora estés feliz. -dijo con ironía.
-Ori, cero ganas de pelear si? Ahora no por favor. -dije cansado.
-Ah cierto, ahora estas ocupada con otra, disculpame -continuó hablando con ese tono irónico.
-Chau Oriana -dije ya harto.
-Paulo no me co..-no la dejé terminar ya que le corté.
Otra vez lo mismo, otra vez estábamos volviendo a sus escenas de celos, a su humor invancable y a las peleas.
Dejé todo eso de lado y ahora sí me propuse dormirme.
Me desperté asustado, por el ruido del celular sonando. Habia soñado con Malena, que se despertaba y estábamos juntos, como pareja.
