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MALENA

-Dejame Paulo, ya esta -dije soltandome de su agarre.

-Amor por favor, no confundas las cosas. Estas armando una historia que no hay -dijo pasándose la mano por el pelo.

-No estoy armando ninguna historia Paulo, sos vos el que tiene mensajes con una flaca arreglando el día para verse -recriminé.

-Pero no es lo que vos pensas gorda, dejame explicarte -pidió.

-Te escucho -dije cruzandome de brazos.

-Es la chica del salón para la fiesta del casamiento, estuve averiguando todo eso y por eso hablabamos para vernos -contestó.

-Y si supuestamente es eso porque no me dijiste? Yo también me voy a casar, tengo que saber de esas cosas -le dije.

-Te quería dar una sorpresa gorda, en serio -dijo acercándose a mi- Jamás te haría algo así Male, ni a ellos -dijo poniendo su mano en mi ya notable panza de cuatro meses.

Miré hacia otro lado dudando si creerle o no, se que tendría que tenerle total confianza, y más cuando nos vamos a casar y vamos a tener hijos. Pero justamente Paulo no es alguien que tenga fama de ser muy fiel que digamos, y lo se muy bien.

Lo miré directo a los ojos queriendo ver si realmente decía la verdad, y parecia que si.

-Esta bien, te creo. Perdón -dije pasando mis brazos por su cuello y abrazandolo.- Es que nose, te juro que se me pasaron mil cosas por la cabeza, también ando con las hormonas a mil y supongo que eso influyó también -dije todavía abrazandolo.

-Tranqui gorda, no pasa nada, te entiendo. Te amo -dijo separándose y dandome un beso.

-Yo también -contesté.

Fui al baño a lavarme la cara y disimular un poco el hecho de que estuve llorando, aunque obviamente los chicos ya habian escuchado todo estando en la sala.

Salí del baño y Paulo ya no estaba en la habitación, y tampoco su celular.

Fui hasta la sala y ahí estaban los tres sentados.

Lautaro y Paulo jugaban a la play y Feli a un costado boludeando con el celu.

Cuando cerré la puerta de la habitación, Feli levantó la vista preguntándome con la mirada si estaba bien. Le di una media sonrisa y un asentimiento de cabeza.

No quería hablar de eso y tampoco me agradaba la idea de haber hecho terrible escándalo adelante de los invitados.

Todo empezó en el almuerzo cuando a Paulo no dejaba de sonarle el celular con mensajes, y el simplemente los ignoraba o los miraba así nomás.

Cuando pregunte quien jodia tanto simplemente respondió que "Es el cumpleaños de Rodri y estan todos jodiendo en el grupo".

Obviamente me lo creí, porque si era su cumpleaños. Pero después empezaron a llamar varias veces. Cansada de que suene tanto y Paulo no atienda, fui yo hasta la pieza para darle el celular y que atienda de una vez por todas.

Y en el momento en que me levanté de la mesa, Paulo lo hizo enseguida siguiendome hasta ahi.

Cuando agarré el celular, aún escuchando que me decía que lo deje que ahora les decía que no molesten, vi que no era ninguno del club el que llamaba ni el grupo del club el de los mensajes.

Era una tal "Lara", según como Paulo la tenía agendada.

Le entregué el celular y esperé a que respondiera o sea lo que sea que estaba haciendo, y que me diera una respuesta o algo.

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