Cartas de Ceniza

Capítulo VII: Carta de la Vida (Primera Parte)

«La vida, que es sino el comienzo de un viaje. Quizás sea solo una travesía, la mitad de una aventura, el final de un ciclo. Sea como fuere, la vida no se limita a tan solo el cuerpo, tiene diferentes etapas, facetas y formas que cerrarlo a tan solo el cuerpo es insultante».

Comenzaba así el encabezado del capítulo. Sus secciones eran distintas a las demás, era llamativo y curioso.

Intentando por un momento, dejar atrás todo lo ocurrido, Sven comienza a revisar el escrito, llenándose de palabras resaltantes antes de comenzar a leer.

-¿Y qué estás esperando? ¿Debo dar la orden para que comiences a leer? -Su tono era extraño, se sentía diferente. No era la voz de orden con tenacidad que tenía al principio.

«¿Estará perdiendo la fé en que saldremos de aquí?» pensó el historiador.

-No, señora. Comenzaré enseguida, solo estoy empapándome un poco al respecto. -respondió con una voz neutral, para que no se sintiera amenazada.

En el ambiente había tensión, no se escuchaba ni el viento. Vaya atrevimiento sería el que alguien hiciera un ruido en ese momento.

Ya estaba listo, pero algo lo detenía. Lou se percató «¡Está ganando tiempo! Pero, ¿Para qué?». Con mirada pensativa analizaba al cada vez más nervioso historiador.

De un momento a otro, y sin mucha pausa, Sven comenzó a leer.

«-La vida... Es algo indescriptible. Tan complejo y simple a la vez, como un hermoso poema que conmueve a los corazones nobles. Hermana y contraparte de la muerte, es solo parte de un camino aún más grande» -Mientras Klain escribía, de su bolsillo derecho sacó una daga un tanto extraña. Estaba algo oxidada y sin mucho filo.

Recostó la punta de la daga, ya roma, en la yema de su dedo índice izquierdo.

«-El alma... Ese enorme libro donde se escriben todos los recuerdos de tus vidas pasadas, buenos o malos están allí. Fueras lo que fueses, desde un asesino hasta un panadero» -Con su mirada firme en el cuchillo, cortó su dedo, llenando la página con gotas de sangre.

»El cuerpo, esa ventana que le permite al alma estar completamente viva. Es el complemento perfecto para la energía, sin embargo también es un grillete que la mantiene atada sin poder ascender. Aunque sea susceptible a los placeres mundanos, es lo que inspira a poetas y escritores a plasmar en su arte palabras hermosas, como decir que el cuerpo desnudo de la persona que amas no te provoca querer escribir millones de poemas, simplemente arte.

»La vida es algo confuso, el estar vivo, el sentir, el respirar, son cosas que a simple vista son normales, aún así no sabemos explicar como se siente. Son particularidades que nos provee la unión del alma y el cuerpo, una lleva el registro de todo mientras que el otro vive el abanico de posibilidades que el mundo te ofrece.

Un silencio inquietante invadió la habitación, Sven se había detenido, pero no desviaba la mirada del libro.

Lou estaba nerviosa, necesitaba saber que estaba haciendo, no podía dejar que ocultase lo que el libro tenía para decir. Después de todo, era la clave para salir de allí.

-¿Te encuentras bien, Sven? -Se acercó a su subordinado, y mientras esperaba una respuesta colocó su mano derecha en el hombro de éste.

Al instante, un fuerte choque eléctrico recorrió su brazo, sobresaltado a la capitana y haciéndole retroceder.

En ese momento, Sven reaccionó. Parecía que se hubiese perdido en sus pensamientos, pero era algo más.

«¿Estaría teniendo alguna visión? ¿Quién puede estar hablando con él sino que Klain? ¿Puede el huésped de Klain haberse percatado de nuestro plan?» Aquella mujer tenía demasiadas preguntas, aún así, una voz en su cabeza le transmitió una profunda calma en el mismo momento que comenzó a hablar.