Mariposa.

Capítulo 7.

Cuando la hora de visitas llegó, Taemin estaba más que ansioso por ver a su bebé, y por eso ni siquiera le molestó pasar por todo aquel protocolo en el que se primero debía lavar sus manos y desinfectarlas bien, para después proceder a colocarse una bata esterilizada ante de poder entrar al lugar en dónde estaban las termo-cunas, y al igual que el día anterior, se le dio indicaciones acerca de no poder sacar al bebé, aunque sí podía meter su mano y acariciarlo.

En un principio tuvo temor de tocarlo, pero eso no lo detuvo; su mano se metió en la termo-cuna y acarició la cabecita de su bebé, sintiendo como sus ojos se llenaban de lágrimas, porque le dolía verlo en esa situación, y creía que no había otro culpable que él mismo; ya que si tan sólo se hubiera dado cuenta antes, que al continuar al lado de Jin Hwan iba a lastimar a su hijo, él tal vez hubiera encontrado el valor para dejarlo, pero no fue así, y ahora tenía que ver a su bebé en esa situación.

Su corazón se oprimía de tan sólo ver a su hijo conectado a tantas máquinas, porque él hubiera querido verlo nacer sano, aunque eso significaría que no lo tuviera a su lado, pero lo único que deseaba era lo mejor para su bebé, y durante un tiempo había estado dispuesto a dejarlo ir con otra familia que fuera capaz de darle todo lo que necesitaba, aunque últimamente cambió de parecer, pero si hubiese sabido que las cosas serían de esa manera, no le habría dicho a Jin Hwan que quería quedarse con el bebé.

Después de lo sucedido, y de tener, no sólo los golpes en su cuerpo, sino ver a su hijo en esa situación, recordándole las cosas, él había tomado una decisión, y era que por muy difícil que fuera, no iba a volver con su pareja, no quería que su bebé fuera arrebatado de sus brazos, además de saber que su realidad no iba a cambiar si regresaba con Jin Hwan, porque los golpes no sólo sucedieron después de que se embarazó, sino que venían desde antes, y él había estado tan ciego para soportarlo, pero ya no más, no iba a dejar que eso sucediera otra vez, se lo prometió a sí mismo y a su hijo.

Le hubiera gustado estar más minutos con su bebé, pero cuando la enfermera entró otra vez en el lugar, él tuvo que aceptar salir, viendo con temor a su bebé, porque las palabras del doctor Choi todavía estaban en su mente, él esperaba que su hijo estuviera, nunca le aseguró que lo estaría, porque después de todo, nada era seguro para su bebé.

***

Todos siempre solían tener un receso para poder rendir mejor en su trabajo, pero como nunca antes estuvo deseoso de haber rechazado los pocos minutos que le correspondían mientras cumplía su turno, porque su mente había estado viajando a lo que sucedió en la tarde, pero todo fue peor después de salir del hospital, porque mientras viajaba en un taxi de regreso a su casa, los pensamientos habían empezado a fluir, llevándolo por un camino que quería ignorar.

Después de reconocer a Taemin y saber que tenía un hijo en una termo-cuna, quiso correr y pedir los expedientes de todos los bebés que estaban en esa área, sin embargo, no lo hizo porque no sabía cómo justificarse, y en un principio había querido mentirse diciendo que al no saber cuál era el apellido del rubio, tampoco iba a poder saber cuál era su hijo, pero aquello sólo era mentirse, porque en el expediente del bebé debía estar el nombre de Taemin como su padre, y no creía que casualmente entrarían al hospital por las mismas fechas, más de un Taemin y que su hijo fuera prematuro, coincidencias tan excesivas eran casi imposibles.

Min Ho simplemente sabía que no quería enterarse de mayores detalles del bebé, porque estaba intentando negarse a la idea de que podía ser padre, porque él había estado hace poco más de siete meses con el chico, y aunque la experiencia no fue desagradable, tampoco dejó de ser más que una aventura, que a diferencia de sólo durar una noche, lo hizo cinco días, pero después de eso no había mayor importancia, no para él, no hasta ahora, que la idea de ser padre había pasado por su cabeza, y no era que la rechazara porque nunca hubiese pensado tener hijos, porque lo había hecho, pero no creyó que esa posibilidad llegaría tan pronto.

Aunque necesitaba pensar y estaba cansado, decidió cambiar la dirección a la que era llevado, dictando la de su mejor amigo, necesitaba hablar con alguien en ese momento, o sino, sus pensamientos lo comerían vivo.

Al llegó al edificio en el que su amigo vivía, pagó el taxi y luego ingresó, pareciéndole que el elevador se demoraba mucho pero sólo era él queriendo dejar de atormentarse con cada pensamiento acerca de que ahora podría ser padre sin siquiera haberlo planeado, y si era de esa manera, no estaba seguro de que el rubio lo quisiera en la vida del bebé, después de todo, se lo había ocultado hasta ahora.

Bajó del ascensor en el piso de su amigo, caminó hasta la puerta del apartamento correspondiente y después golpeó la puerta lo más delicado que podía, no quería mostrarse desesperado, aunque sintiera que su cabeza iba a explotar con cada idea y suposición que tenía, porque después de todo, Taemin se había ido con él a pesar de que era un extraño, habían compartido la cama, ¿qué pudo detenerlo de haber hecho lo mismo con alguien más?

Cuando la puerta se abrió, la sorpresa en el rostro de su amigo no se hizo esperar, aunque después le sonrió, apartándose para permitirle ingresar.

—Qué sorpresa Min Ho, no te esperaba.

No lo hacía porque él nunca solía ir sin avisar, pero en esa ocasión lo creyó necesario ir ahí.

—Hola Jong Hyun, sí, pasé por alto el llamarte para saber si estabas aquí.

—No importa, siéntate, ¿quieres algo de beber?

Lo pensó por un instante, sentía que lo que necesitaba era una bebida alcohólica, pero él no era de beber "porque sí".

—No, estoy bien así.

—Y bien...

—Creo que soy padre.

Tal vez debería de practicar la sutilidad en sus palabras, porque el rostro de su amigo fue todo un poema, sin saber cómo reaccionar, aunque segundos después una pequeña sonrisa apareció en sus labios y palmeó el hombro de Min Ho, sentándose en el sofá.

—Qué buena broma, casi me la creo.

—No estoy bromeando —se sentó al lado de Jong Hyun.

»Escucha, hace un tiempo, cuando... —miró al techo como si intentara recordar algo —cuando salimos por mi cumpleaños, me enrollé con un chico, y ahora él tiene un bebé.

No esperó recibir un golpe por parte de su amigo, quien lo miraba con el ceño fruncido, como si le estuviera reclamando algo.

—Tonto, ¿acaso eres un pre-adolescente explorando su sexualidad que no recuerda la protección?

Min Ho no pudo evitar apartar la mirada, porque claro que no lo era, y estaba seguro que los primeros días recordaron protegerse, pero no era como que pudiera mantener sus manos aleadas de él mientras estuvieron juntos, y en algún momento olvidó hacerlo, y luego dejó de importarle, aunque ahora se daba cuenta de lo inconsciente que había sido, porque el chico hasta pudo contagiarlo de alguna enfermedad.

—Jong Hyun... —se quejó.

—Está bien —guardó silencio unos segundos —¿pero por qué crees que eres padre?, ¿él te lo dijo?

Tuvo que tomarse el tiempo necesario para explicar las cosas, volviendo a recibir un golpe más porque había sido muy inconsciente al tener sexo sin protección con un extraño, pero entendía el punto de su amigo.

—Pero es fácil Min Ho, habla con él, si te dice que el bebé es tuyo, pídele una prueba de ADN.

Sí, bueno, sonaba fácil cuando él lo decía, pero no creía que fuera tan sencillo, porque si el bebé era suyo, Taemin se lo había ocultado por meses.

—¿Y si me miente?, después de todo, no me lo dijo.

—Insisto, una prueba de ADN te sacaría de cualquier duda.

Y terminó por convencerse que iba a hablar con Taemin, y si éste se negaba a hacerlo, se haría la prueba de ADN incluso en contra de su voluntad.