Capítulo 17.

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Sus dedos temblorosos se apretaron en el borde del carrito, deseando que eso sólo fuera su imaginación, que el aliento que ahora sentía chocar contra la parte posterior de su cuello no era real, ni las manos en su cadera, ni siquiera esa voz que estaba susurrando a su lado.

—Tienes muchas explicaciones que dar.

Fue girado a la fuerza y tuvo que enfrentar la realidad, la que él se negaba en creer, porque frente a él estaba Jin Hwan, y parecía estar enojado, era una expresión que después de todos los años juntos había aprendido a identificar, y aquello sólo lo hizo temblar más, sintiendo sus lágrimas acumularse en sus ojos, las cuales no sabía si era de miedo, o de impotencia por no poder reaccionar.

—¿Qué pasa? No pareces feliz de verme.

Los ojos de Jin Hwan se deslizaron al carrito de compras y su expresión se endureció más, que cuando se posó sobre Taemin, éste pensó que sus piernas iban a ceder y terminaría de rodillas en el suelo, pero estaba visiblemente afectado, que la mujer que estaba esperando en la caja antes que él se volvió a mirarlo, acercándose hasta posar una mano en su hombro.

—¿Se encuentra bien?

No pudo evitar su reacción de dar un paso lejos de la mujer que lo miró más preocupada que antes, y quien posó la mirada en Jin Hwan cuando éste se movió más cerca de Taemin, pasando un brazo por sus hombros y lo sujetó a su lado, y a partir de ese momento el rubio casi se volvió un títere, porque cuando su ex le preguntó como manera de confirmación que si todo estaba bien, éste asintió y la mujer todavía con desconfianza centró su atención en sus compras, intentando no inmiscuirse en asuntos que no le pertenecían.

Taemin no pagó por ninguno de los productos porque se vio siendo arrastrado afuera del supermercado, casi tropezando con sus propios pies por lo rápido que caminaba Jin Hwan, que lo halaba desde su mano y le tomó un poco de tiempo reaccionar, darse cuenta que lo último que quería era ir con su ex, porque sabía cómo serían las cosas, además que debía de volver por su bebé.

—¡Suéltame! —haló su mano, consiguiendo que Jin Hwan se detuviera.

—¡¿Qué?!

—Déjame ir —sollozó, ni siquiera sabía en qué momento la primera lágrima cayó.

Jin Hwan endureció una vez más su mirada y tomó la barbilla de Taemin con fuerza, haciendo que éste intentara soltarse ya que lo estaba lastimando, y en ese momento comenzó a sentirse como si fuera alguien débil que no podía defenderse por sí mismo, porque parecía que cada acción que hacía sólo lograba hacer enojar más a su ex.

—Por favor, déjame ir.

—¿En dónde está?

Taemin lo miró confundido, aunque poco a poco fue dándose cuenta a lo que se refería, y su mirada bajó hasta el suelo, nunca fue excelente mintiendo y Jin Hwan solía darse cuenta cuando lo hacía, por eso sólo negó con la cabeza sollozando.

—¡¿En dónde está el mocoso?!

Debió de esperar aquella bofetada que recibió, porque Jin Hwan nunca fue un hombre muy paciente y parecía que para él todo se arreglaba a golpes, y hubiera querido que las personas alrededor de ellos hicieran lo mismo que la mujer de la tienda, intentaran intervenir, pero a nadie parecía preocuparle lo que estaba pasando entre ellos.

—Mu-Murió.

Su voz fue aguada cuando dijo aquella palabra, le dolía pensar en que ese pudo haber sido el destino de su bebé, pero al menos sabía que éste estaba seguro con Min Ho, y él tenía que encontrar la manera de escapar de Jin Hwan porque volver con él era lo último que quería, ya había abierto los ojos, y no estaba dispuesto a aceptar otra vez su maltrato, así como tampoco iba a dejar a su hijo, ni permitiría que éste quisiera venderlo como si fuera un objeto, ¿cómo había sido ciego todos esos años?

—¡No me mientas!

Hizo una mueca de dolor cuando su espalda golpeó contra una ventana, viendo ahora el rostro de Jin Hwan demasiado cerca, pareciendo más enojado que antes, debía de encontrar la manera de huir de él.

—Te vi en la sección de artículos para bebés —rió irónico —¿de verdad quieres que me crea eso? —recibió una nueva bofetada —¡Tú y el mocoso arruinaron mis planes! Pero ahora tendrán que rectificarlo.

La respiración de Taemin era irregular por las lágrimas y el miedo, a pesar de eso volvió a luchar, levantando su rodilla buscó golpear a su ex, escuchándolo maldecir antes de que lo soltara y se inclinara sujetando la parte que él golpeó, y el rubio no lo pensó ni una sola vez antes de empezar a correr en dirección del apartamento de Min Ho, porque sabía que con él estaría seguro.

***

El llanto de Han Bin logró despertarlo, teniendo que levantarse para ver lo que sucedía, y le pareció un poco extraño que Taemin no hubiera ido a verlo porque el bebé parecía haber estado llorando durante ya un tiempo, porque su rostro estaba completamente rojo, y cuando él lo sostuvo en sus brazos pudo reconoció aquel olor característico que indicaba que Han Bin necesitaba cambio de pañal.

Se dirigió al armario en el que estaban los pañales y toallitas húmedas guardadas y sacó el último pañal que quedaba, luego colocó a Han Bin sobre la cama y comenzó a limpiarlo, notando como el bebé no se calmaba aun cuando ya estaba limpio, y Min Ho otra vez lo tenía en sus brazos meciéndolo, notando como poco a poco empezaba a dejar de llorar, y llevó su pequeña mano a sus labios, succionando como cada vez que tenía hambre.

—Taemin —llamó Min Ho saliendo de la habitación.

Buscó al rubio por la cocina, pero éste no estaba, y tuvo que esforzarse intentando recordar si éste le había dicho algo acerca de salir, pero no podía hacerlo, y Han Bin una vez más empezaba a sollozar porque tenía hambre, ¿por qué nunca antes pensaron en que esa situación podía suceder y que debían de tener fórmula en el apartamento?

Y se recordó lo necesario que era que Taemin tuviera un móvil para que en momentos como esos pudiera localizarlo, tomó una manta para Han Bin, algo de dinero y se colocó los zapatos en la entrada del apartamento, dirigiéndose hacia la farmacia más cercana, para comprar un biberón, la fórmula y pañales para el bebé, aunque lo que había deseado era encontrar al rubio en la calle o cuando regresara al apartamento porque Han Bin continuaba llorando.

Las miradas se posaron sobre él mientras caminaba con Han Bin en brazos, e incluso en la farmacia lo vieron extrañados, pero nadie se involucró en su asunto, y le pareció eterno hasta hervir el biberón para esterilizarlo, y el agua para preparar la fórmula porque Han Bin no se calmaba, ni Taemin llegaba, sin embargo, cuando el biberón estuvo listo sintió un poco de alivio cuando el bebé dejó de llorar, al menos no había rechazado el fórmula, quizás porque en el hospital muchas veces fue alimentada con ésta cuando el banco de leche se terminaba.

Han Bin volvió a dormirse en sus brazos luego de que le sacara los gases, sin embargo, Taemin no había regresado y ya empezaba a anochecer, haciendo que comenzara a preocuparse, ¿a dónde había ido el rubio? ¿por qué no había siquiera llamado para preguntar por el bebé?

Min Ho no quería exagerar las cosas, pero cuando el cielo obscureció y Taemin no había regresado, comenzó a llamar a sus amigos, sabiendo que era poco probable que estuviera con ellos, pero no perdió la esperanza, incluso cuando llamó a sus padres, a pesar de que el rubio ni siquiera los conocía, y para cuando el reloj marcó las diez de la noche, Jong Hyun y Ki Bum estaban en su apartamento intentando hacer que creyera que nada malo le había pasado a Taemin, y aunque la idea de que hubiera abandonado a su bebé con él pasó por su cabeza, tampoco lo creyó, no después de ver cómo éste se había desvivido por su hijo en el hospital, y lo único que sabía era que Taemin había desaparecido.

Mariposa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora