• XII •

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-¿Los viste?- escuchó la voz emocionada de la chica rubia -¡Son cannon!, ¡oh diooos!.

Tragó saliva incómodo escuchando a Hagakure en aquella banca solitaria del comedor, escondiendo su rostro tras el libro de historia y fingiendo que nada raro pasa ahí.

-Ya lo sé, ¿apenas te das cuenta?- susurró bajito -llevan saliendo no sé... ¿tres semanas?- contó con sus dedos el tiempo que paso desde aquella extraña pijamada sumado del día donde se declaró Kirishima al más pequeño.

-¿En serio?- azotó las manos contra la mesa eufórica recibiendo miradas extrañadas de las demás personas -¿Por qué no me lo contaste?,Me decepcionas Izuku- se sentó cruzandose de brazos.

-Pensé que ya lo sabías, pero si se me hizo raro que no empezarás a fangirlear- rió levemente -ya sabes, siempre andan dandose besos y abrazos.

Toru frunció el ceño molesta.

-Nunca los he visto hacerlo y eso que los tengo bien vigilados, esto me parece una traición sabes que somos los mejores shippers del Kirikami y no viniste aquí a contarme.

-Eres demasiado explosiva, sabía que si te lo decía iba a pasar algo como esto- el peliverde frunció los hombros y siguió leyendo el manga oculto tras el libro.

-¡Izuku!- hizo una rabieta extraña y se golpeó el rostro contra la mesa -ya no te avisaré de cuando suba algún nuevo fanfic, no te lo mereces.

-No es necesario, te estoy siguiendo- sacó su celular y le mostró la aplicación roja llamada wottpad enseñando el perfil de la rubia con todas las historias bl que tiene.

Los ojos de la chica se entrecerraron.

-Ya no me sigas, ¡Deshonra, desgracia!.

-¿En mis ojos se ve la maldad?.

-Ahhg, eres un mal fudanshi.

De vez en cuando ambos jóvenes se reunen a la hora del almuerzo para hablar de Yaoi, fanfics, animes, mangas, doramas y esas cosas de raritos.

Y es que fue de lo más curioso, Izuku descubrió la cuenta de la rubia sin saber que fuera ella, leyó sus historias y quedó encantado por lo que como cualquier fan intento hablarle a su idiola virtual y en esa conversación llenas de parecidos y coincidencias llegaron a revelar su nombre, vaya sorpresa. Ninguno esperaba ese lado sucio y morboso en el contrario pero eso ayudo a que hablaran con más naturaleza y se volvieran amigos.

Empezaron a crear algunas shipps con sus compañeros y Deku es como un beta para las historias de la chica, dándole un poco de ayuda cuando está está más seca que un cactus creativamente.

Una buena y extraña amistad creada de manera igualmente extraña, uhg.

El Kirikami es la pareja preferida de ambos, incluso desde antes que estos empezarán a salir de manera oficial y cada que Izuku ve escenas cursis entre ambos se traga las ganas de soltar un chillido emocionado.

-Cambiando de tema, ¿ya decidiste con quién se quedará Haru en el fic?- tomó una salchicha de su almuerzo y se la metió a la boca -¿Rin o Makoto?.

-Mi corazón es RinHaru pero las lectoras se están poniendo muy agresivas con el MakoHaru así que estuve pensando en algo más trágico- se colocó la mano en la barbilla.

-¿Qué tipo de trágico?.

-Voy a matar a Haru de manera trágica, así todas estarán tristes y no habrá batalla intensa de shipps- se acomodó el cabello rubio tras su oreja -estoy pensando en algo como un accidente.

-Usted es diabólica.

-Lo sé, jaja, haré que lo atropelle un camión de agua- un brillo malvado apareció en sus ojos claros.

-¿Asesinado por su verdadero amor? Suena perfecto, me gusta cómo piensas- cerró su manga y presto más atención a la chica -y mientras todos sufren harás brillar el Reigisa, ¿Cierto?.

-Obvio bobis, a todos les gusta el Reigisa- sacó su celular con estuche de Totoro y anotó en un borrador todas las ideas.

-Y el fanfic bokuaka, ¿cuando lo vas a seguir?, es mi historia favorita.

-Lo actualizaré cuando termine el de South Park, El Creek- guardó su celular

-genial.

Y en eso sonó la campana por lo que ambos salieron caminando hacia el salón, Ojiro fue a buscar a la chica para irse juntos el resto del camino.

-¡Dekuuuu!- escuchó un grito agudo por su espalda y giró su cabeza asustado.

-Ochako- la castaña se abalanzó sobre él casi haciéndolo caer -me asustaste.

-Lo siento- sonrió nerviosa y se soltó del chico -haz estado algo perdido últimamente, tampoco estabas con Bakugo.

-He estado mucho en la biblioteca
leyendo- sonrió nervioso.

-Oh, ¿algún libro interesante?- la castaña se vio curiosa y acomodó bien su uniforme, agarrando la mano de su mejor amigo y moviendolo de arriba a bajo mientras camiban, nada romántico solo amistad pura y dura.

-Solo libros de historia, si, de historia- y sus mejillas se tiñeron al recordar las viñetas explícitas de ese manga yaoi.

La chica vio el libro en la mano libre del peliverde.

-¿Puedo verlo?- preguntó intentando alcanzar el libro.

-¡No!- se soltó nervioso y salió corriendo hacia el salón dejando plantada en el pasillo a la más bajita.

Qué verga.

-Ignóralo, debe ser alguna de sus cosas frikis- escuchó una voz y un chasquido tras suyo, volteó viendo al explosivo chico pasando por ahí, se asustó mucho más del hecho de que bakugo le dirigiese la palabra y corrió al salón.

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Humor | KatsuDeku |Where stories live. Discover now